Mallorca. Comienza la exhumación de cadáveres de la Guerra Civil en Manacor.

En el cementerio de Son Coletes

martes 14 de julio de 2020 /Por Redacción
La empresa Atics ha iniciado este martes las tareas para localizar los restos de las fosas de la Guerra Civil española en el antiguo cementerio de Son Coletes, en Manacor, una intervención que forma parte del segundo Plan de Fosas del Govern y que está previsto que se prolongue hasta el 9 de agosto.

Tras la retirada de la vegetación, ha empezado a trabajar la excavadora facilitada por el Ayuntamiento de Manacor en la llamada zona 1, que corresponde a la jardinera central del actual cementerio, donde se esperan localizar posibles restos de una cruz a partir de la cual y en forma radial habrían sido enterradas numerosas víctimas en zanjas, en 1936.

El secretario autonómico de Memoria Democrática, Jesús Jurado, ha admitido que los trabajos comienzan “con muchas incertidumbres y con prudencia, pero también con la esperanza de localizar a algunas de las centenares de víctimas que se enterraron en Son Coletes“. Jurado ha incidido en que “estamos hablando de los derechos de las personas que fueron asesinadas hace 80 años y de los derechos de sus familias. Actuaremos mientras haya alguna posibilidad, y las últimas investigaciones nos han abierto nuevas vías”.

En mayo de 2019, la Sociedad de Ciencias Aranzadi realizó un estudio de viabilidad del cementerio de Son Coletes, en el que encontró restos de personas que fallecieron a causa de la peste bubónica de 1820, un primer indicio de la existencia del antiguo cementerio, que se utilizó durante la Guerra Civil para enterrar a las víctimas de la represión franquista.

El proyecto de Atics de intervención en el cementerio suma a estos indicios el estudio de una fotografía aérea realizada por la aviación de los Estados Unidos entre 1942 y 1945 (facilitada por Cels Garcia, del Departamento de Geografía de la UIB), que ha permitido determinar que, pocos años después de los numerosos asesinatos de 1936, Son Coletes presentaba una planta completamente cuadrada de 3.600 metros.

CRUZ DE HIERRO

En el centro del antiguo cementerio había una cruz de hierro, que el Ayuntamiento de Manacor colocó en 1922 para indicar que era un lugar de enterramiento, puesto que se había convertido en un espacio donde pacían los rebaños.

Según explica el historiador manacorí Antoni Tugores en el ‘Mapa de las fosas comunes de Mallorca’, con las víctimas asesinadas y enterradas en Son Coletes durante la Guerra Civil, “desde el principio se siguió la norma de ir abriendo gavetas, partiendo del centro donde años atrás se había instalado la cruz, en línea recta y de forma radial, de manera que había zanjas que partían del centro en todas las direcciones”.

Atics ha establecido tres zonas para excavar en el cementerio de Son Coletes y determinar los límites de los enterramientos de los represaliados, en áreas donde se intuyen alteraciones del terreno, a partir del estudio exhaustivo de la fotografía aérea, a la que se han aplicado técnicas de fotointerpretación y georreferenciación.

Las tareas de exhumación las coordina un equipo de tres arqueólogos y una antropóloga. Tras la zona 1, la propuesta de intervención en Son Coletes sigue por la llamada zona 2, que consta de dos aperturas en la zona norte de la jardinera, aprovechando los pasillos existentes junto a las tumbas subterráneas. La última será la zona 3, al sur de esta jardinera.

SON COLETES, ESCENARIO DE EJECUCIONES MASIVAS

Son Coletes está considerado uno de los lugares de mayor represión franquista de Mallorca. A día de hoy, no se conoce con exactitud el número de víctimas que se enterraron en este emplazamiento. Antoni Tugores detalla que, a partir del 17 de agosto de 1936, en Manacor, los organismos sublevados iniciaron una represión sistemática y ejecuciones en el cementerio municipal del Pla de Son Mas. A partir del 24 de agosto, estas ejecuciones y enterramientos fueron trasladados a Son Coletes para poder disponer de un espacio alejado del casco urbano.

Entre finales de agosto y septiembre de 1936, Son Coletes fue escenario de ejecuciones masivas, no sólo de víctimas de Manacor y Mallorca, sino que, según Tugores, “quizás el número más importante de personas enterradas en aquel lugar se deba a las capturas de prisioneros de las tropas de Bayo“. Entre estas víctimas se podrían encontrar las cinco enfermeras voluntarias de la Cruz Roja: Daria y Mercedes Buxadé, Maria Garcia, Teresa y la autora del ‘Diario de una miliciana’, asesinadas en septiembre de 1936.

Posteriormente, Son Coletes fue abandonado hasta que la saturación del cementerio municipal del Pla de Son Mas llevó al Ayuntamiento de Manacor a iniciar reformas y ampliaciones en la segunda mitad de la década de 1950, con la consiguiente remoción del terreno, que le confirió su aspecto actual.

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