Marchena (Sevilla). María Serrano, periodista de Andaluces Diario: “Una docena de campos de concentración rodearon la ciudad de Sevilla como una infamante corona de espinas”.

María Serrano, periodista de Andaluces Diario: “Una docena de campos de concentración rodearon la ciudad de Sevilla como una infamante corona de espinas”

Jueves, 05 de Mayo de 2016 09:25
En Andalucía se ubicaron 55 campos durante la dictadura. El documental Campos sin Memoria, fue presentado ayer dentro de las XI Jornadas de Historia, recuerda los restos de algunos de ellos, donde los presos fueron convertidos en esclavos. Su coordinadora María Serrano y Cecilio Gordillo, representante del Grupo Recuperando la Memoria Social de Andalucía de CGT profundizaron en “las condiciones de vida que soportaron estos presos políticos del régimen franquista”.

Campos sin Memoria ofrece imágenes inéditas de los restos de estos campos de concentración, de los cuales apenas quedan visibles las ruinas de hormigón de los barracones de los presos. Lugares de Sevilla, ciudad y provincia, de los que poco se conoce su historia. Es el caso de El Colector (Heliópolis), Los Merinales y La Corchuela (Dos Hermanas) y de Las Arenas (La Algaba), “auténtico campo de exterminio, donde vivían hacinados y murieron de hambre y de frío más de 150 mendigos que llegaban procedentes de las ciudades”. Incluso hasta el día de hoy circula un dicho en La Algaba “Eres más malo que Baltasar”, en alusión al primer director de este Centro. La historiadora Maria Victoria Fernández Luceño recuerda cómo morían al mes entre 13 y 14 presos. “Un día sí y uno no moría un preso”, afirma.

Para María Serrano, “aunque ha habido un intento de tapar la historia de los campos, su estructura y funcionamiento guarda una estrecha relación con los campos nazis, pues miembros de la Gestapo se desplazaron aquí como asesores”. Según la relata la periodista “estos presos políticos sobrevivían gracias a los alimentos y medicinas que les proporcionaban sus familiares, que llegaban en autobuses y que sólo podían verlos a cinco metros de distancia, ya que una doble alambrada les separaba”.

En la cinta aparecen testimonios de historiadores, familiares y de dos supervivientes, Josep Subirats, que relata su experiencia en el Batallón de Trabajadores de Oromana, en Alcalá de Guadaíra y José Hormigo que trabajó como aguador y recadero, siendo un niño, en Los Merinales en Dos Hermanas.

Jose Luis Limia, hijo de uno de los presos de La Corchuela, Ricardo Limia, rememora también la dura historia de su padre, quien residió durante toda su vida en Dos Hermanas. Tardaría dos décadas en obtener la libertad total a principios de los años 60. José Luis recordaría como su padre recibía fuertes palizas si no se presentaban al cuartel cada semana y como un guardia de la secreta perseguía a su familia en cada uno de sus movimientos. “No nos dejaban vivir en paz”, afirma.

Tras la proyección del documental, Cecilio Gordillo afirmó que “las empresas se acercaban a las cárcel para la búsqueda de carpinteros, peones y albañiles como si se trata del Inem de la época, de esta forma se enriquecieron muchas de ellas, algunas de las cuales figuran actualmente entre las cinco primeras del IBEX 35,” y cómo “gracias al trabajo de los represaliados en el Canal de los Presos del Bajo Guadalquivir, numerosos latifundios de secano se convirtieron en tierras de regadío, en torno a las cuales se crearon poblados de colonización”. Según Gordillo “hemos tardado más de 15 años para convencer a la gente de que las denominadas colonias penitenciarias no eran más que campos de concentración, donde los presos mueren por falta de alimentación, y por tanto se trata de asesinatos”.

La guionista y coordinadora de Campos sin Memoria, junto con su compañera Laura Reyna, comentó las dificultades encontradas para la realización del audiovisual y cómo les resultaron “impactantes” los testimonios de los supervivientes y de los familiares de las víctimas.

http://www.lavozdemarchena.es/index.php/provincia/10363-maria-serrano-periodista-de-andaluces-diario-quna-docena-dencampos-de-concentracion-rodearon-la-ciudad-de-sevilla-como-una-infamantencorona-de-espinasq

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+ información sobre las jornadas en Marchena.

Representante de la Dirección General de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía destaca la acción de DIME Marchena como “el triunfo de la memoria frente a la desmemoria”

Miércoles, 04 de Mayo de 2016 19:44
Después de exponer que Andalucía está “a años luz” en políticas de reconocimiento de las víctimas del franquismo y en trabajar para la recuperación de la memoria y la dignificación de quienes padecieron las garras del régimen, Miguel Ángel Melero manifestó que Marchena es “referente en Andalucía, un pueblo adelantado en cuestiones como la eliminación de nombres franquistas del nomenclátor de las calles”. Asimismo, criticó políticas llevadas a cabo por el PP en diversas zonas de España de “expolio documental” de aquella época o la no condena explícita del franquismo por dirigentes de este partido. Asimismo, al senador del PP que dijo que ‘no hay fosas por descubrir salvo que se empeñen en buscar a García Lorca por los cuatro puntos cardinales de España’, le animó a “que venga a Marchena, donde hubo 216 personas fusiladas”.

El asesor en Memoria Histórica y coordinador general de Exhumaciones de la Dirección General de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía, Miguel Ángel Melero, estuvo presente en la sala Carrera anoche para inaugurar oficialmente las XI Jornadas de Dignificación y Recuperación de la Memoria Histórica organizadas por la Asociación Dignidad y Memoria de Marchena, DIME, siendo presentado por la integrante de la asociación, Ana Ribas, que destacó de Melero, aparte del cargo que desarrolla actualmente, que es Doctor en Historia Contemporánea, investigador y autor de dos libros sobre la represión franquista y numerosos artículos.

Previamente, la alcaldesa de Marchena, presente en el acto, señaló que “si algún Gobierno es sensible” en esta materia “es el Gobierno socialista y progresista de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento de Marchena. Esperemos conseguir más pronto que tarde que se puedan realizar las exhumaciones”, dijo, teniendo también recuerdo para Javier Gavira, coordinador de las jornadas ayer ausente, del que destacó su “labor encomiable”.

Precisamente agradecido “de corazón” a Javier Gavira por la invitación, concluiría sus palabras Miguel Ángel Melero, que expresó al alma máter de las jornadas de DIME que continúe “luchando y pasando por el tobogán como los niños que por él se lanzan con ilusión de manera continúa”, resaltó, realzando el símbolo de DIME, la Puerta de la Memoria, monumento a la memoria histórica de nuestro pueblo realizado a iniciativa de la asociación.

La esencia de DIME y de su lucha se encuentra en ese símbolo y así lo recalcaría el ponente, destacando que esta lucha “dignifica a nuestros muertos con la creación de espacios como éstos para el recuerdo”.

En todo momento calificó de “emblemático” a Marchena como pueblo y a la asociación DIME, que con su constancia, actuaciones y actividades representan “el triunfo de la memoria contra la desmemoria”, afirmó, repasando la trayectoria de la asociación de la mano con la Comisión Municipal de la Memoria creada hacia 2005.

El representante de la entidad autonómica lamentó profundamente que se sigan repitiendo episodios que ensalzan a los autores del Golpe de Estado, destacando que “aprovechando efemérides se ven esquelas en periódicos importantes de España homenajeando a los artífices del terror, en Lucena se ve una auténtica cabalgata de banderas franquistas el 20 de noviembre y cánticos carasoleados, se presenta en Cabra el cuadro ‘El bombardeo de Cabra’, contrapunto ideológico al Guernica, en Antequera el alcalde del PP se niega y da bandazos para no retirar los honores a Franco, en Málaga se cierra el Archivo Militar, fuente de conocimiento fundamental de la represión franquista, en lo que es un auténtico expolio documental, y algunos políticos (se refiere en este último caso al senador del PP José Joaquín Peñarrubiaa) dicen que no quedan fosas por descubrir, salvo que se busque por los cuatro puntos cardinales de España a García Lorca. Que venga a Marchena, que hubo 216 personas fusiladas por el régimen franquista”, repasó.

“A estos ejemplos de desmemoria, sólo se les puede combatir con memoria bajo los principios de dignificación y recuperación, de concienciación social para que no se repita la barbarie y para la construcción de un futuro democrático”, expresó Miguel Ángel Melero, que hizo hincapié en la importancia de la difusión y visibilización de estas acciones para que creen conciencia y la inercia que por ejemplo han creado en Marchena estas jornadas, con llenos sucesivos en la Sala Carrera en los últimos años.

Apelando a que la lucha por la recuperación de la memoria histórica es una lucha “sin banderas ni partidismos políticos”, dijo que nuestra comunidad autónoma se encuentra “años luz por delante de otras muchas con una Ley de Memoria Democrática en la que ponemos todo nuestro empeño en que sea lo más justa y eficaz, y con ejemplos como Marchena, referencia en Andalucía, adelantada en iniciativas como la retirada del nomenclátor y la simbología franquista de las calles”, afirmó.

“Por todo ello es un honor y un orgullo” estar en las jornadas de DIME, concluyó, destacando al completo las virtudes de la programación de estas XI Jornadas.

Antes de la ponencia que completó la sección del martes en estas jornadas, la integrante de DIME Ana Ribas, tuvo a bien concedernos a RTV Marchena y a este medio, en símbolo de agradecimiento, una réplica de la puerta de la Memoria. Al igual que ayer el atril, hoy aprovechamos estas líneas para reivindicar la necesaria, imprescindible justicia con las víctimas del franquismo, que en líneas generales no se está llevando a cabo desde el Gobierno ni la justicia española, dejando en el olvido a quienes lucharon por la democracia pagándolo con su vida. Además, reiteramos nuestro agradecimiento a la asociación y en especial a la persona de Javier Gavira, cuya primera obra es referencia incuestionable de historia contemporánea de Marchena, digna de ser materia de estudios en los IES de nuestra localidad. Radicales son quienes ponen obstáculos, trabas y desprecios en sus viperinas lenguas a estos luchadores por nuestra historia y por nuestra democracia, radicales son quienes no investigan los crímenenes franquistas (¡lo hace la justicia argentina!), a los componentes de DIME y de todas las ‘dimes’ de España sólo hay que agradecerles por los tiempos los conocimientos de nuestro pueblo y de todos aquellos de este país en el que han sacado a relucir la verdadera historia, no la tan casposa, falsa y demagógica de ‘los dos bandos’ con la que ya en democracia hemos tenido que tragar en los institutos y colegios siendo estudiantes de Historia.

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