Anarquismo, represión y memoria histórica: el caso de María Luisa Cobo Peña, Jerez de la Frontera 1944

A setenta años del golpe de Estado, revolución y guerra de España de 1936-1939 una de sus más terribles secuelas ha sido la desaparición de casi cualquier vestigio de los vencidos. Hasta el punto de que la mayoría de los clichés establecidos durante el franquismo han permanecido casi inalterables hasta hoy. A su aniquilación física y cultural le ha sucedido el olvido que la sociedad española ha asumido como parte del precio pagado por lo que denominamos transición española. Por el despeñadero de la amnesia han caído posiciones políticas y sindicales y comportamientos culturales tanto de la clase obrera, la más castigada, como de los republicanos que no comulgaron, y nunca mejor empleada esta expresión, con los vencedores. Sobre todos ellos se abatió, primero, la represión más inhumana y, después, el “ninguneo” más completo.

El presente trabajo trata de las vicisitudes, durante el conflicto y la posguerra, de María Luisa Cobo, una anarquista de Jerez de la Frontera (Cádiz), que en 1944 fue sometida a consejo de guerra tras su regreso de Francia. Militante muy conocida durante la Segunda República, tanto en el terreno sindical como en el feminino, la sumaria de su juicio pone de manifiesto no sólo los pasos mediante los que se efectuó la represión, sino también la naturaleza de unas personas que tuvieron que sufrir cómo sus verdugos pretendían despojarles hasta de lo más íntimo.

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