Cartografía de la Desaparición Forzada en Andalucía 1936-1951

Esto no es un mapa de fosas

Por Fidel Mingorance

La cartografía de la desaparición forzada en Andalucía no es un mapa
de fosas. No obstante, este cartografía contiene no uno sino muchos
mapas dedicados a las fosas, por ser estas el elemento central que ayuda
a poner en el mapa a las personas desaparecidas. Y precisamente por
eso, es importante enfatizar que esta cartografía no es simplemente un
mapeo de lugares, esos anónimos y clandestinos agujeros en la tierra
a los que llamamos fosas. En esta cartografía se mapean personas y se
mapea un crimen de lesa humanidad. Finalmente, es un cartografiado
de hombres y mujeres víctimas de la represión franquista que fueron
desaparecidas forzadamente en Andalucía entre 1936 y 1951.

¿Pero acaso es posible poner en un mapa algo o alguien que no sabemos
dónde está? Esas personas fueron desaparecidas, fueron borradas
del mapa… y no parece sencillo incluir en un sistema de coordenadas
georreferenciado cualquier evento, persona o lugar del que desconocemos
su paradero.

Esta y otras cuestiones ya fueron planteadas, y en parte respondidas, en
un anterior y pionero desarrollo cartográfico: la Cartografía de la desaparición
forzada en Colombia.

En el caso colombiano encontrábamos que el desconocimiento de dónde
están las personas que fueron desaparecidas rondaba el 80%. Esta
dramática realidad pudo solventarse cartográficamente ya que sí eran
conocidos los municipios donde se cometieron la mayoría de los crímenes.

Este cartografiado municipal del delito resultó enormemente útil, al
menos, para visibilizar el oculto crimen, desmontar algunos de los falsos
tópicos comúnmente utilizados y plantear nuevos caminos a explorar.

Cada una de esas fosas y su conjunto de datos asociados pueden consultarse y descargarse libremente en el sitio web del proyecto (https://desaparicionforzadadeandalucia.org/).

Pero, sobre todo, resultó imprescindible para poder conocer las gigantescas
dimensiones del crimen en el país.

Y dimensionar la magnitud del crimen de la desaparición forzada es
el primer y necesario paso para comenzar a visibilizar lo que quieren
ocultar, lo que quieren que sea invisible. Sin conocer cuántas personas
fueron desaparecidas difícilmente podremos dar respuesta a esos quién,
cómo y por qué tan necesarios para combatir este crimen, o para establecer
cualquier política pública dedicada o satisfacer las demandas de
verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición.

En el caso andaluz también podrían utilizarse los municipios como base
para poder dimensionar la magnitud de la desaparición forzada. Sin embargo,
como se señaló nada más comenzar, en Andalucía es posible utilizar
una unidad geográ!ca más pequeña que el municipio: la fosa.

Las personas que desapareció la represión franquista se encuentran en
fosas clandestinas. Eso sí lo sabemos. Así que el conjunto de fosas conocidas
nos permitirá incorporar en el mapa, al menos, a los y las desaparecidas
que arrojaron en ellas. O, mejor dicho, al estimado de las personas
que allí arrojaron.

Para la elaboración de la Cartografía de la desaparición forzada en Andalucía
se han recopilado y organizado en un repositorio en línea un
conjunto de datos de las 798 fosas de las que se ha encontrado registro.

Prácticamente todos los mapas realizados son un cartografiado de
los datos contenidos en el repositorio con una fecha de corte de 31 de
diciembre de 2022.

Fidel Mingorance es geoactivista y geógrafo. Su trabajo es la espina dorsal del esfuerzo de mapeo de Human Rights Everywhere (HREV).

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