Francisco López Ramírez, la décima víctima mortal de la represión en Barbate, y Concepción García Castillo

El número de personas relacionadas con Barbate que fueron asesinadas durante la Guerra Española lo había cuantificado en nueve1. Se trata de Francisco Braza Basallote, Manuel Abel Romero, Francisco Tato Anglada, Antonio Oliva Ramírez, Juan Porta Crespo, Francisco Domínguez Benítez, Francisco Utrera Rivera, José Melero Ladrón de Guevara y José Utrera Rivera A ellas añadí otras dos, los hermanos Juan y Manuel Caro Marín, que fueron víctimas de un atentado perpetrado por un pistolero falangista el día 10 de julio de 1936. E, incluso, me atreví a incorporar a ese listado a José Miranda de Sardi, que residía en Cádiz en el momento de su muerte, pero que había sido vecino de Barbate entre 1923 y 1931, donde adquirió cierta notoriedad pública. En total nos encontrábamos con doce víctimas mortales de la represión.

Ahora hay que añadir una víctima más, después que haya podido descubrir y probar documentalmente que Francisco López Ramírez, hasta ahora contabilizado como una víctima de Vejer de la Frontera2, fue un marinero que residía en Barbate, donde trabajaba en su almadraba. De esta manera, estamos ante diez vecinos de Barbate, incluyendo a las localidades que desde 1938 pasaron a formar parte del nuevo municipio, que fueron asesinados tras el golpe militar entre los meses de julio de 1936 y marzo de 1937. Como ocurre con otros nueve de ellos (sólo de Francisco Tato Anglada sabemos dónde está enterrado), Francisco López Ramírez también está desaparecido. Dicho todo lo anterior, la suma de víctimas mortales de la represión durante esos años, entre julio de 1936 y marzo de 1937, hay que elevarla, pues, a trece.