La Guerra Civil y la represión franquista en la Cuenca Minera de Riotinto

El presente estudio no busca otra cosa que explicar cómo fue la ruptura que supuso el franquismo para quienes vivían en una zona tan eminentemente obrera como la Cuenca Minera de Riotinto, que siempre ha sido considerada una zona dominada por el izquierdismo y, en consecuencia, víctima de una feroz represión por parte del conglomerado político que atentó contra la II República el 18 de julio de 1936.

Para hacerlo, resulta evidente que es necesario partir de lo previo y dilucidar cómo era la vida de los habitantes de la comarca antes de que se produjera esa ruptura, de forma que se puedan ver las diferencias entre el antes y el después del golpe de Estado. Por ese motivo, hemos tenido que empezar refiriéndonos, aunque a grandes rasgos, a la condición colonial del dominio británico y a la crisis económica de los años treinta del s. XX, que fue la que determinó el transcurrir diario de la zona controlada por la Rio Tinto Company Limited durante el periodo central de nuestro trabajo. Aparte de esto, nos hemos visto obligados a tratar de reconstruir la Historia de los principales actores políticos de la comarca, las organizaciones obreras y las derechas dependientes de la Compañía1, y a referirnos a las huelgas de la década de 1910. Esto último por considerarlas el precedente más directo de lo que se observe durante la II República y, por tanto, las que dotaron de recuerdos comunes a las distintas identidades sociales del periodo. Para evaluar las sociedades mineras de los años treinta del s. XX, se han estudiado todos y cada uno de los informes que los párrocos locales enviaron al obispado en 1932 y de ahí hemos extraído algunas conclusiones respecto a la consideración de la mujer o a la religiosidad de los mineros, por limitarnos a dos ejemplos.

De la misma forma, al considerarlos indicativos del sentir colectivo de la época, hemos dedicado nuestra atención a los dos conflictos más importantes de estos años: el de “los alternos” y la Huelga General Revolucionaria de 1934.

El siguiente paso ha sido el de intentar mostrar cómo fueron los días que transcurrieron entre el 18 de julio y el 26 de agosto de 1936, cuando la totalidad de la comarca cayó en manos de los rebeldes y se produjo la ruptura que se ha mencionado más arriba. Al respecto, se han tratado temas que van desde la respuesta inicial al golpe de Estado o el modo de organizar los abastecimientos hasta la violencia ejercida por las izquierdas, todo ello sin olvidar a una población británica que, aunque vivía en Minas de Riotinto, vio la guerra pasar ante sus ojos como si de una película se tratase. Como no puede ser de otra manera, también hemos intentado describir el desarme de los puestos de la Guardia civil y los diferentes encontronazos entre las milicias mineras y las columnas de Queipo de Llano: la emboscada de La Pañoleta y las batallas que se dieron en La Palma del Condado y en el paraje conocido como “El Empalme”, entre Zalamea la Real y Valverde del Camino. Tampoco hemos pasado por alto el proceso de ocupación de la Cuenca Minera de Riotinto por parte de los alzados, que empezó el 20 de agosto con los bombardeos aéreos y no terminó hasta seis días después.

Por último, hemos intentado describir cómo se implantó el “Nuevo Estado” en la comarca a través de los cuatro aspectos que, a nuestro juicio, resultaron más fundamentales. Evidentemente nos estamos refiriendo a la violencia política, a la propaganda, a las organizaciones que sostuvieron al régimen y a la resistencia que algunos mineros siguieron ejerciendo después de la caída de la provincia en manos de los sublevados.