Manuel Gómez Cantos, un mando de la Guardia Civil entre el deshonor y la represión

Manuel Gómez Cantos, al igual que otro número importante de guardias civiles, decidió sumarse a la rebelión militar para acabar con la experiencia democrática que supuso la Segunda República. Se trataba de un oficial intermedio dentro del organigrama del Instituto armado que se mostró inflexible en la aplicación sistemática de la violencia repre siva contra los llamados “desafectos” a la causa franquista. Y, sin embargo, su hoja de servicio, y su trayectoria profesional y personal hasta 1936, había sido todo un ejemplo de lo que nunca debería ser un guardia civil.