POR COLABORAR CON EL SOCORRO ROJO
Tras el intento de golpe del 18 de julio de 1936, la provincia de Cádiz fue controlada rápidamente por los sublevados. Las tropas procedentes
de Marruecos desembarcarían en los principales puertos de la provincia (Cádiz, San Fernando, La Línea y Algeciras) para asegurar el control de la provincia y la posibilidad de avanzar
.La ciudad de La Línea fue ocupada en los primeros días, y toda actividad política y social fue sometida a la autoridad franquista. Pocos meses antes, en febrero de 1936, el noventa por ciento de los votantes linenses había dado su apoyo al Frente Popular. Cientos de personas en la ciudad serían detenidas y encarceladas, y parte de ellas fusiladas sin juicio previo, al igual que en otras localidades. Personas relacionadas con sindicatos o partidos de izquierda, funcionarias del gobierno, simpatizantes de entidades sociales y participantes en mítines o reuniones se vieron afectados por esta política de terror ejemplarizante que pretendía anular la resistencia.
Muchos linenses huyeron a zonas limítrofes donde se organizaba el frente del gobierno, o a pueblos y ciudades aún no ocupados. La colonia de Gibraltar y la ciudad Tánger, que desde 1923 tenía el estatus de Ciudad Internacional, se constituyeron en espacios de acogida y refugio de cientos de personas de la comarca que veían amenazadas sus vidas y las de sus familias. La población española refugiada en Gibraltar en los primeros meses de la guerra de 1936 se cifra entre 5.000 y 10.000 personas, según las fuentes.
El Socorro Rojo Internacional fue una de las muchas organizaciones ilegalizadas en este contexto. Esta organización fue impulsada por la Internacional Comunista hacia 1922, con el objetivo inicial de distribuir a nivel mundial ayudas económicas en campañas antifascistas y de propaganda comunista. El Socorro Rojo empezó a tener actividad en España hacia 1926 y se disolvió oficialmente en 1942. En esos años gestionó apoyos para detenidos y presos comunistas y sus familiares, reivindicó su situación, gestionó su evacuación, organizó centros de atención sanitaria, promovió la edición de literatura de contenido político, y dio ayuda material y humanitaria en situaciones específicas.
