Memoria histórica en Tarancón, por Máximo Molina

Memoria histórica en Tarancón

entarancon.es | Máximo Molina * | 12-4-2016

Borraremos de la memoria de los hombres el recuerdo de siglos pasados que podrían ser desagradables para nosotros. Con una educación metódica sabremos eliminar los restos de aquella independencia de pensamiento de la que nos hemos servido para nuestros fines durante mucho tiempo.  (Umberto Eco, El Cementerio de Praga).

Lo trágico de esta cita del recientemente fallecido, se le echa mucho menos, Eco es que su libro se basa en citas de documentos históricos. ¿Qué tiene que ver esto con Tarancón y comarca? Mucho, dejen que les explique.

En nuestra comarca, como en buena parte del estado español, hay personas que no desean que se recuerde la historia de la represión y de la dictadura, nuestra historia, en definitiva. Y tan campechanos como el emérito rey lo despachan comparándolo con Agustina de Aragón, o definiéndolo como capricho, o simplemente diciendo que no interesa a nadie. Ningún argumento que asombre por su agudeza o buena factura como ven. Como no puede ser de otra manera, comprendemos y aceptamos su desacuerdo. El problema yace no en su disenso, sino en lo que realmente defienden y como lo hacen, especialmente a la hora de hablar de funcionarios de la administración o representantes electos, más que de simples ciudadanos. De todos modos, todos sujetos a las leyes vigentes.

El problema es que lo que defienden en realidad es la memoria de la dictadura, su omnipresencia y su impunidad. Parece que se puede retwitear “arriba España viva Franco” en una reunión de Nuevas Generaciones en Horcajo y ser electa Alcaldesa y que nadie te pida la dimisión. Lo importante sin duda son los títeres y los chistes de mal gusto. Eso sí que es grave.

La dictadura franquista asesinó a centenares de miles de personas, realizó investigaciones “científicas” a prisioneros en campos de concentración, torturó cruelmente, encarceló a fieles de iglesias protestantes y a homosexuales, robó a sus padres decenas de miles de niños, eliminó los derechos de las mujeres como personas físicas y jurídicas, colaboró con dictaduras suramericanas y formó a decenas de sus oficiales, que luego con la lección bien aprendida masacraron a sus pueblos, esclavizó a los presos políticos en beneficio del estado y de empresas privadas aun hoy existentes, institucionalizó la corrupción como forma de fidelizar a sus seguidores,… Y esta violación permanente y amplísima de los derechos humanos tuvo lugar durante casi cuatro décadas. He aquí lo que quieren que borremos de la memoria de los hombres con una educación metódica. Y he aquí de lo que son nostálgicos.

Sinceramente, no sé dónde cuadra la expresión centro derecha con la que se define el PP con esto. Sí sé que obtendríamos si cotejáramos esto con lo que establece el artículo 9 de la ley de partidos políticos. No olvidemos que la dictadura era antidemocrática y anticonstitucional de nacimiento.

¿Es centro derecha sinónimo de obstaculización consciente del cumplimiento de la ley e incluso de declaración pública de su incumplimiento? (véase articulo 15 ley 52/2007  vigente a día de hoy) Amén de que el fariseismo no está entre las características de un buen cristiano ¿Es centro derecha la destrucción de documentos en sede oficial como, presuntamente, se descubrió a una concejala del PP?  Yo diría que no, si hacemos uso de esa independencia de pensamiento que mencionaba Eco. Por cierto, las carpetas que estaban por entrar en las fauces mecánicas para su destrucción, según la foto publicada en prensa, era del hospitalillo y su patronato (¡¡¿¿??!!) Pero de eso hablaremos de modo más concreto en breve.

Lo cierto es que las placas que se han puesto en el cementerio en memoria de las víctimas del franquismo, amén de nostalgias bipolares varias, es un ejercicio de humanidad y de justicia. Ya era hora que las familias pudieran tener un espacio para recordar, cada cual como considere, a sus muertos. Respeto y humanidad es lo que falta a quien quería que esas familias siguieran sin un lugar digno de duelo. Hijos y nietos del presente, como mi propia madre, que poco tienen que ver con Agustina de Aragón o con Nefertiti. Un respeto, por favor, en las aseveraciones; respeto bondad y un poco de inteligencia. ¿Es tanto pedir?

Habrán observado que las placas no contienen símbolos, ni tampoco referencia a la asociación que ha trabajado para que se pusieran. Así es siempre que intervenimos; son los familiares, en libertad plena, los que acuden cada cual según sus creencias o criterios. Nosotros ni siquiera elegimos el sitio, fue esa alcaldía de “centro derecha” quien lo hizo a petición inicial de Allan Craig en otoño de 2011. Por cierto, todo el proceso sin haber costado un euro a las arcas públicas, llevado a cabo con el esfuerzo colectivo de los ciudadanos.

Sin embargo, un familiar de una víctima del franquismo decidió, y está en su derecho, poner una bandera republicana sobre el monumento a las víctimas del franquismo y surgió la polémica. Los derechos de los ciudadanos no deberían ofender, ¿no creen? Yo, por ejemplo, no soy cristiano y no me ofendo por la inmensa cantidad de símbolos cristianos que me rodean, no solo en el cementerio. Vive y deja vivir, ¿no? Con todo Permítanme explicar brevemente que la bandera republicana es una bandera constitucional que puede ser exhibida en público libremente, hay una amplia jurisprudencia al respecto. Verdad es que en centros oficiales no puede, por ley, haber más banderas que las que representan a la vigente constitución. Así sea. Sin embargo, la bandera franquista además de anticonstitucional, podría según la ley vigente constituir una falta sujeta a multa, si se asocia a delitos de odio, xenofobia o discriminación. No parece ser lo mismo, ni para las leyes creadas por el gobierno de “centro derecha”. Nadie en su sano juicio podría argumentar que la Bandera de una longeva y despiadada dictadura no incita a esas cosas.

Como verán en la foto, parece que se quiere reforzar aún más los, desde 2007, ilegales símbolos que atrezan la cruz de los caídos del cementerio. No pregunten en el cementerio, nadie va a haber visto nada, ya pasó cuando desapareció la placa en honor a los brigadistas escoceses. Dentro de esa preclara agudeza argumental a la que nos tienen acostumbrados, se nos dijo que habría sido algo satánico. No se rían que no tiene gracia. Nadie lo vio, nadie avisó… ¿Encubrimiento?

Sea como fuere, con unas leyes u otras, las autoridades deberían intervenir, ora la Guardia Civil con una, ora la Policía municipal, con la otra. Sino, como en tantos casos, parecería, que como dice el dicho la ley es un afilado cuchillo que no corta a quien la tiene por el mango. Y eso no consta en la constitución, ni en la del 31, ni en la pactada con los franquistas en el 79. Eso sí que es anti-sistema.

Terminar diciendo que no pretendemos nunca ofender a nadie. Lo lamentable es que todo lo arriba expuesto ha pasado, la obstrucción, los argumentos peregrinos, la desaparición de la placa, la concejala y la destructora de documentos… Ahí están las hemerótecas. La verdad, muy constitucionalmente democrático no parece.

Permítanme volver al solar patrio para concluir.

Pues amarga la verdad,

quiero echarla de la boca.

Y si al alma su hiel toca,

Esconderla es necedad.

(Francisco de Quevedo, Letrilla Satírica)

* Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica

http://www.entarancon.es/noticias/2016/04/12/10251/memoria-historica-en-tarancon