El Ayuntamiento de Miranda da un paso más en la visibilización de los diferentes monumentos y parajes en los puntos clave de la historia de la República y la Guerra Civil
El Ayuntamiento de Miranda ha dado un paso más en la visibilización de la historia de la ciudad durante la Repúbica, la Guerra Civil y el Franquismo con la instalación, en los cinco puntos clave de la conocida como ‘Ruta de la Memoria’, de tótems explicativos para facilitar el acceso y la comprensión de los diferentes elementos a quienes acudan a visitarlos.
Antes de la pandemia se habían normalizado las visitas guiadas a la ciudad para conocer, especialmente, el campo de concentración, que había ganado importancia por ser el último en cerrar sus puertas durante el Franquismo y por la importancia que tuvo en la represión desde republicanos a brigadistas e incluso a colaboracionistas del nazismo en la Segunda Guerra Mundial. El Ayuntamiento, de hecho, ha impulsado dichas visitas guiadas, y con la instalación de estos tótems se facilita que quienes acuden por cuenta propia puedan tener la máxima información sobre los diferentes elementos de esta ruta que recuerda la historia de Miranda en los abruptos años 30 y 40 del siglo XX.
Como recuerda la concejala de Igualdad y Memoria Histórica, Begoña González, la instalación de los tótems se aprobó el pasado mes de noviembre y esta semana se ha culminado con la instalación, estando así al servicio tanto de los mirandeses como de los turistas. «Esperamos que la situación se pueda normalizar pronto y la gente tenga la oportunidad de conocer la historia de Miranda durante ese periodo de nuestra historia», explica.
Antes de la pandemia y la obligatoria suspensión, las rutas habían adquirido trascendencia y era habitual que varios fines de semana resultara imposible acceder a las visitas al haberse completado las plazas, por lo que muchos optaban por realizar la misma por su cuenta.
Por otro lado, y ante la posibilidad de que los mismos sufran actos vandálicos similares a los de otros elementos relaivos a la Memoria História, desde el Ayuntamiento se ejerce la «acción-reacción»: «cuando aparezcen pintadas, se limpian. Cuando se producen daños, se reparan», concluye.
