Falleció este martes en Sandiás (Ourense) a los 86 años de edad. A los 15 años ingresó en la guerrilla, siendo detenido y encarcelado al año siguiente. En los 70 colaboró en la organización del PCE en su provincia
Marcos Pérez Pena / 18/12/2019 – 22:04h
“Me afectan más los problemas de los otros que los míos. He pasado por muchas, si hubiera tenido que emocionarme y llorar por cada cosa que tienes en la vida… Y he tenido tantas, tantas, tantas, entre torturas, hambre, miseria, frío…, entonces tendría que haberme quitado la vida 40 veces. Y tampoco teníamos esa opción”, decía Camilo de Dios en el documental ‘Camilo: o último guerrilleiro de Galicia’. Camilo de Dios Fernández falleció este martes en Sandiás (Ourense). Tenía 86 años y era el último guerrillero gallego vivo.
Nació en Sandiás en 1933 y con solo 15 años se unió a la guerrilla antifranquista y se echó al monte. Ya antes, con 13 años, actuaba de enlace para la guerrilla, siguiendo los pasos de su madre, Carmen Fernández Seguí, también enlace, y de su padre, Jesús de Dios, fundador del PCE en Sandiás y que había muerto mientras estaba huido. En ese año 1948, en el seno de la 2ª Agrupación Guerrillera, Camilo de Dios participó en el ataque a la fábrica de armas de A Coruña y en el infructuoso intento de rescate a José Gómez Gayoso (secretario general del PCE en Galicia) y a Antonio Seoane (jefe del Ejército Guerrillero de Galicia), presos en A Coruña.
La presión de las autoridades franquistas contra la guerrilla se intensificó en ese momento, una vez que había desaparecido la esperanza de que las fuerzas aliadas favorecieran una intervención contra la dictadura. En marzo de 1949, con solo 16 años, Camilo de Dios fue herido en un enfrentamiento con la Guardia Civil en Ourense y fue detenido, torturado brutalmente durante 56 días y condenado a muerte. Sin embargo, su pena fue conmutada por una condena de 30 años, dada su corta edad.
Fue de cárcel en cárcel, pero pasó más tiempo recluido en el penal de El Dueso. Desde allí mantuvo durante años una correspondencia constante con su madre, pero limitada por las autoridades de la prisión a una carta al mes y con un máximo de 21 líneas. Fue a través de una de esas cartas que Camilo supo del asesinato de su hermano Perfecto de Dios, tiroteado por la Guardia Civil en 1950 en Ávila ante los ojos de su madre, cuando ambos intentaban huir a Francia.
65 años después, Camilo de Dios logró una de sus mayores victorias en su vida. La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) consiguió exhumar sus restos gracias a los 6.000 euros aportados por un sindicato noruego. Perfecto de Dios tenía sólo 19 años y de su fosa fueron rescatadas también sus botas, que Camilo reconoció de inmediato durante el proceso de exhumación. Semanas después Perfecto fue homenajeado en Xinzo de Limia. “Me impresionó mucho la exhumación de Perfecto. Era algo que deseaba mucho. Le había prometido a mi madre que haría lo que pudiese para lograrlo; fue, pues, una satisfacción. La gente que me daba el pésame me parecía que me debía de dar un abrazo de alegría por lograrlo”, explicaba Camilo esos días en conversación con Carmen García Rodeja (ARMH).
Camilo de Dios fue liberado en 1959 y de inmediato se puso a trabajar en la reorganización del PCE en Ourense y en la constitución de las Comisións Campesiñas. En 1971 fue detenido en Ourense junto con otros militantes del PCG, acusado de “propaganda ilegal”. Fue de nuevo torturado, esta vez por la Policía. Con la llegada de la democracia, Camilo de Dios fue concejal en Sandiás y Xinzo de Limia, en representación del PCG e Izquierda Unida.
Hace tres años se estrenó el documental ‘Camilo: el último guerrillero de Galicia’, realizado por un grupo de estudiantes de Comunicación Audiovisual de la UDC (Alba Sánchez, Juan Pirola, Miguel García y Pedro Iglesias). El film recorre algunos de los espacios y lugares que fueron importantes en la vida del guerrillero e incorpora entrevistas al propio Camilo, a expertos y a otros militantes y luchadores antifranquistas de distintas generaciones. “Encontramos en Camilo no sólo al último guerrillero vivo de Galicia, sino a una trayectoria histórica continua que va desde la formación del movimiento obrero y campesino en la comarca de A Limia hasta nuestros días: la persecución, la supervivencia e incluso la muerte forman parte de una vida movida por el sueño de un mundo mejor”, destacaban los autores y autoras del documental.
También en 2016 Camilo de Dios recibió en A Coruña la distinción como Republicano de Honra 2016 con la que la Comisión por la Recuperación de la Memoria Histórica de A Coruña (CRMHC) quiso rendir homenaje al conjunto del Movimiento Guerrillero Gallego, destacándose que “la guerrilla no derrotó a Franco, pero fue la única oposición organizada y democrática durante tres lustros”. “Algo creo que hicimos”, respondió Camilo de Dios en el acto, celebrado en la sede de la Real Academia Galega.
Ese día Camilo hizo partícipes de la distinción “a los campesinos, obreros, estafetas y enlaces y otros que apoyaron a la guerrilla” y destacó que “caminando todos juntos seremos capaces de traer la III República”, mostrando la solidez de sus ideales, a los que fue fiel hasta el final.
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