Murcia. La Cárcel Vieja habla en un documental

► Dos alumnas de la UMU solicitan ayuda para estrenar en septiembre el cortometraje ‘Presos de la memoria’

► La investigación, que es el trabajo de fin de grado de Blanca Pérez de Tudela y Jeanette Conesa, recoge los testimonios de presos de la represión franquista

LAVERDAD.ES | MANUEL MADRID | MURCIA | 22-8-2016

Con un documental sobre la Cárcel Vieja han logrado su título de graduadas en Periodismo por la Universidad de Murcia (UMU) dos jóvenes murcianas, Blanca Pérez de Tudela y Jeanette Conesa Paredes, que han dedicado los últimos seis meses a un trabajo de investigación que esperan estrenar en septiembre y que pasearán por festivales del género. Un esfuerzo que, según cuentan a ‘La Verdad’, ha merecido la pena, pese a las dificultades encontradas, y del que destacan el valor testimonial, al haber conseguido entrevistar a murcianos que estuvieron presos o cuyas vidas estuvieron vinculadas a un inmueble que hoy es propiedad del Ayuntamiento y cuya rehabilitación no tiene fecha.

‘La Cárcel Vieja habla. Presos de la memoria’ es el TFG (Trabajo de Fin de Grado) de estas licenciadas, que cumplidos los 22 años desean seguir explorando la senda del género documental. Ya tienen experiencia. Su anterior corto, ‘Radioescribidad, la leyenda del meteorito’ de Molina de Segura, que puede encontrarse en Youtube, contó con las bendiciones de Rosa Montero, Paco López Mengual y Manuel Moyano, «escritores afectados por ese misterioso fenómeno».

El documental sobre la Cárcel Vieja surge a raíz de una información publicada en este periódico en octubre de 2015 sobre la visita de represaliados del franquismo al lugar, organizada por la Asociación de Memoria Histórica de Murcia. «Lo leímos y pensamos en que pasamos todos los días por delante del edificio y no tenemos ni idea de lo que pasó dentro», relata Jeanette abriendo los ojos para acentuar su incredulidad.

«Nos pusimos a investigar y descubrimos que no había ningún archivo audiovisual que cuente la historia, que incluya testimonios de las víctimas, que nos diga por qué la Cárcel Vieja está abandonada. Y lo que descubrimos nos tocó el corazón», admite Blanca, que repara en que la prisión, que hoy se encuentra en pleno centro de la capital, fue construida en 1929 en las afueras, literalmente entre huertos, junto a la antigua estación de ferrocarril de la línea Murcia-Caravaca -la actual sede de Aguas de Murcia, en la plaza Circular-, en sustitución de la Casa de Corrección que existía en la calle Vara del Rey.

«Desde el punto de vista arquitectónico, es un buen edificio», remarca Jeanette, «y su valor histórico es indiscutible. Ha sido uno de los centros de reclusión donde se trató más cruelmente a los internos. Tenía una capacidad para unos 400 presos y llegó a haber más de 3.000». El hacinamiento en las cárceles es algo común en la España de la posguerra. «Los presos que entrevistamos nos contaron que tenían que dormir de lado, que pasaban hambre, incluso, uno de ellos, nos confesó que se había comido una rata», recuerda Blanca, quien no olvida el testimonio de Angelita, la reclusa más joven que vivió entre las paredes hoy desconchadas de este complejo. «En realidad, la presa fue su madre, pero en aquellos tiempos no había dinero para mantenerse y debieron pensar que la niña estaría mejor allí dentro, y desde los dos hasta los seis años vivió como una reclusa más. Ahora Angelita tiene alzhéimer, pero hay dos cosas que nos dijo durante la entrevista: que se cantaba el ‘Cara al sol’ y que no había agua».

Voces centenarias

Blanca y Jeanette se entrevistaron con José Castaño y José Fuentes Yepes, ambos casi centenarios, cuyos recuerdos han servido para recrear cómo era la peor represión franquista. «Nos dimos cuenta de que grabábamos ahora sus voces o iba a ser una parte de la historia que no se iba a poder conocer. Podíamos recuperar la historia del edificio, pero no su memoria. A pesar de la edad, colaboraron al máximo», apunta Blanca. También aparecen el cronista de Murcia Pedro Soler, investigador y periodista de ‘La Verdad’, y el arquitecto Félix Santiuste, que impulsó un movimiento popular para impedir que el Ministerio de Hacienda derribase las instalaciones tras tramitar un expediente de ruina, consiguiéndose su protección como BIC gracias al apoyo del Colegio de Arquitectos, de la Consejería de Cultura y de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Estado de «vergüenza»

El trabajo ha contado con el asesoramiento del historiador Antonio Martínez Ovejero, que llegó a estar preso en 1973. «Fue una de las personas que pudo entrar con nosotras. Nos costó muchísimo conseguir el permiso, y fue gracias a la petición que hizo la concejal socialista Begoña García Retegui al edil de Patrimonio, Rafael Gómez. Durante muchos años se ha utilizado la excusa de que no se podía acceder porque se encontraba en mal estado, pero, en un informe municipal de 2006, se dice que está arquitectónicamente en buenas condiciones. Otra cosa es el abandono y la suciedad», reconoce Blanca, a lo que Jeanette replica que para las administraciones el abandono de la Cárcel es «una vergüenza»: «Se ha convertido en un foco de infección solo por la desidia de las administraciones, y fruto de esa situación de dejadez es la caída de la cúpula central hexagonal».

El inmueble, que fue abandonado en 1980, perteneció al Estado hasta 2013, cuando fue transferido a la Administración local por una permuta con el Ministerio de Hacienda, a cambio de dos solares en la zona norte y el pago al Gobierno de 100.000 euros de diferencia en la tasación de bienes.

En el interior, pudieron grabar finalmente recursos gráficos -han contado con la colaboración técnica de José María Alonso y la supervisión de la documentalista Virginia Villaplana-, «y encontramos todavía papeles de 1940 y mucha basura: retretes, lámparas, mobiliario desperdigado…». La memoria de la Cárcel Vieja es lo que han tratado de recuperar estas dos reporteras, maravilladas con las historias de los supervivientes. «Hemos tenido mucha paciencia. Contamos con medios ‘amateur’, teníamos cámaras y compramos un objetivo, micrófono y trípode, e hicimos una campaña de ‘crowdfunding’ y recogimos 700 euros para costearlo. Han sido 24 horas de trabajo. Y queremos proyectarlo en Murcia, que la gente conozca esta historia, que aprecien el periodismo. Hemos visto muchas películas sobre nazis, pero en la Cárcel Vieja de Murcia ocurrieron hechos tremendos». La Región de Murcia tenía 700.000 habitantes en 1940 y 32.000 hombres y un millar de mujeres estuvieron presos entre 1939 y 1945.

http://www.laverdad.es/murcia/ciudad-murcia/201608/22/carcel-vieja-habla-documental-20160822010152-v.html