Orense. Erundina Álvarez, comunista libertaria, asesinada en 1936 en Orense por los fascistas.

Erundina Álvarez Pérez, comunista libertaria, asesinada en 1936 en Orense por los franquistas, por proteger a un compañero republicano

M.A.R. madrid / 14.07.2020

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Erundina ‘Undina’ Álvarez Pérez, nació en Santos (Brasil) en 1899. Sus padres, originarios de Ferreiros (Entrimo, Orense), Benito, jornalero, y Rosa, habían emigrado allí años antes. Pronto regresaron a Ferreiros, con sus 3 hijas. Erundina tuvo 3 hijas de soltera, María (1920), Justa (1924) y Encarnación (1926). Vivían con su padres en Ferreiros, un pueblo “rojo” del Ayuntamiento de Entrimo. Undina vivía temporadas en Orense, donde era rechada por las gentes conservadoras al ser madre soltera. Undina sufrió y se esforzó en superar el rechazo social, pero regresó a Ferreiros en 1930, cerca de sus padres.

En 1935, se casó con Constante Álvarez González, un granjero viudo y rico de Ferreiros de 60 años, a cuya casa fue a vivir con sus hijas. Pero después se mudó con ellas a la calle Liberdade en el casco antiguo de Orense, a trabajar como camarera. Conoció a Francisco Cofán Eiriz, que era comerciante de Alto de Piñor, en Barbadás. A raíz del golpe de estado del 18 de julio de 1936, Francisco Cofán Eiriz participó en el único conato de resistencia en Orense. Cofán era perseguido por los sublevados porque participaba en la resistencia antifranquista de la ciudad. Erundina lo escondió en la casa de su esposo, pero Constante lo denunció a la guardia civil, que detuvo a Francisco y a Undina. Dolores Fernández Domínguez, vecina del lugar, contó que vio cómo Erundina fue llevada a Entrimo en burro como una hembra “nazarena” porque estaba enferma, despidiéndose: “Adiós, Ferreiros, ya no volveré a verte”. Más tarde fue trasladada a la prisión de Bande, y Francisco a la prisión de Orense. Era el 23 de septiembre de 1936.

Undina sabía leer y escribir, era una libertaria, tenía “mucha actividad política”. Siendo de Ferreiros no es sorprendente, los falangistas registraban a menudo esa parroquia llena de gente comprometida. La historia y la sociedad está en deuda con las mujeres involucradas en ayudar a escapar a los antifranquistas. Como escribió Angel Rodríguez, si la historia no se contara en clave masculina, las mujeres de esa generación estarían en el centro de nuestra recuperación de la Memoria Histórica. Mujeres que ayudaron a huir, como Rosa Tejada Rodríguez, vecina de Muiños, o Irene Rodríguez García, la Pasionaria de Ferreiros, son ejemplos de esas heroínas. Pero hubo otra “Pasionaria” de Ferreiros, Erundina, que tuvo peor suerte.

En Bande Undina sufrió palizas, humillaciones y torturas psicológicas. En la mañana del 30 de septiembre de 1936, 5 soldados formaron el escuadrón de ejecución que terminaría con su vida, acusada de esconder a un fugitivo en su hogar. El enterrador de Undina que presenció la ejecución contó como: “5 hombres frente a ella le dijeron que se parara sobre su espalda, a lo que ella respondió que no, que quería ver la cara de alguien que iba a matarla por ser inocente, para pedirle a Dios que los perdonara “. Erundina recibió un tiro de gracia del teniente coronel Luis Soto Rodríguez. Su existencia, fue segada a los 37 años de manera injusta y violenta. La asesinaron en el antiguo cuartel de San Francisco, en el Campo de Aragón de Orense, actualmente declarado lugar da Memoria Histórica.

Un vecino llamado Miguel, un anarquista, llevó a pie a las 3 hijas de Undina desde Ouense a Ferreiros, un viaje muy duro en el que las 3 lloraban por su madre. Miguel los dejó en la casa de los abuelos, donde la vida iba a ser “muy difícil”. Nunca volvieron a ver a su padrastro, sabían que había sido el que había traicionado a su esposa. El fugitivo Francisco Cofán Eiriz, no tuvo mejor suerte. Permaneció en la cárcel provincial del 23 de septiembre al 5 de octubre de 1936, siendo liberado ese día. Sin embargo, los falangistas le siguieron y 2 días después, lo “pasearon”, asesinándole el camino de Reza.

Undina fue una mujer que tuvo que soportar a una sociedad que no aceptaba la libertad sexual, la independencia. Murió por ayudar a los Republicanos, por tener costumbres alejadas de la moral católica, por ser una insumisa para los franquistas. Merece un doble homenaje: por enfrentarse al régimen fascista y por ejercer como mujer libre en medio de esa opresión. En 2018 la corporación municipal de Orense aprobó el cambio de denominación de “Campo de Aragón” a “praza da República”, con un monumento en honor a Undina y los otros hombres ejecutados por la barbarie fascista. Un monumento muy deseable en homenaje a todas aquellas mujeres que se enfrentaron al fascismo y no dudaron en poner en peligro sus vidas.

https://documentalismomemorialistayrepublicano.wordpress.com/2020/04/15/erundina-alvarez-perez-comunista-libertaria-asesinada-en-1936-en-orense-por-los-franquistas-por-proteger-a-un-companero-republicano/