Paso a paso: así se encuentran los restos de las víctimas del franquismo

Tras un detallista trabajo de investigación, documentado como nunca, la ARMH exhuma a Vicenta y Jesús, madre e hijo que fueron asesinados en 1948 y enterrados en una fosa anónima en León
 
elplural.com/MARCOS PARADINAS | 28/11/2015
 

Pocas veces se tiene acceso a conocer cómo es el proceso de localizar los restos de las víctimas del franquismo. También es cierto que pocas veces se tiene tanta suerte como la que han tenidolos familiares de Vicenta López y Jesús Camuñas, madre e hijo que fueron ejecutados y enterrados en una fosa común de Villafranca del Bierzo. Serán las cosas del karma, porque después de tantos años sin saber dónde habían acabado sus cuerpos, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) los ha encontrado gracias al detalle con que se registró su enterramiento.

El emplazamiento se había marcado en la diligencia de enterramiento, pero no en la fosa donde fueron exiliadosEn el cementerio no disfrutaron de una lápida ni de una simple cruz que marcara el lugar de su triste final, todo muy acorde con el tratamiento de “delincuentes” que recibieron en la época. Aún así, los pasos marcados en la diligencia han bastado para dar con sus restos.

“No siempre es así”, señalan a ELPLURAL.COM desde la (ARMH), que definen estos procesos con una palabra: “Incertidumbre”. “Las fosas comunes muchas veces se destruyen o se cambian de lugar, o no se marcan en los documentos”, añaden.

El Proyecto de Intervención que la ARMH preparó para presentar al Ayuntamiento de Villafranca del Bierzo (y que puede leerse aquí íntegro) cuenta con todo lujo de detalles. El historiador Alejandro  Rodríguez Gutiérrez, miembro de ARMH, se encargó de especificar cómo madre e hijo fueron asesinados al borde de la carretera, de camino a prisión, por haber dado cobijo a cinco guerrilleros.

“El 27 de octubre de 1948, un grupo de cinco guerrilleros escondidos en la aldea de Castañeiras (Balboa), sostuvieron un encuentro con la Guardia Civil, del cual resultó muerto el número Sabas Andrés Salazar, logrando escapar los resistentes. Los cinco eran Manuel Gutiérrez Abella, natural de Paradaseca y huido desde julio de 1936; Dalmiro Alonso García, natural de Pobladura de Somoza (Villafranca), desertor del Ejército sublevado en 1937 y desde entonces unido a los grupos de resistencia; Pedro Lamas Cerezales, natural de Cantejeira y también unido a los grupos de huidos desde julio de 1936; Oliveros Fernández Armada (a) Negrín, natural de Traspena de Covas, Lugo, unido a los grupos guerrilleros un año antes; y Adoración Campo Canedo, unida a los grupos guerrilleros desde 1940, cuando un combate en su domicilio de Canedo, acabó con la vida de otros 5 resistentes.

Como consecuencia del enfrentamiento en Castañeiras, detienen a varias personas de esta localidad, entre las cuales se encuentran los dueños de la casa, Vicenta López Digón y su hijo Jesús Camuñas López.

Al día siguiente del enfrentamiento armado, son trasladados hacia la prisión de partido de Villafranca del Bierzo, momento en el cual son asesinados mediante la aplicación de la conocida como “Ley de fugas”, en el km 11 de la carretera general de Madrid a Coruña, sobre las 21 horas del día 28 de octubre de 1948.

Vicenta, natural de O Freixo, Lugo, tenía 48 años de edad y era viuda de Aquilino Camuñas, y se había convertido en enlace de los grupos guerrilleros desde varios años antes. Su hijo Jesús, de 20 años, labrador y soltero, vivía en el mismo domicilio familiar en el que se produce el tiroteo. Dos días después, y tras haber sido realizada la autopsia a los cadáveres, son enterrados en una fosa anónima del Cementerio de Villafranca del Bierzo, enterramiento que ha quedado registrado, al igual que los hechos sucedidos y el resto del procedimiento contra varios vecinos de la localidad, en el procedimiento judicial 495/48 de León, almacenado en el Archivo del Tribunal Militar nº 4 de A Coruña, con sede en Ferrol”.

En el documento de la ARMH también se recoge la diligencia de enterramiento que ha permitido encontrar los cuerpos de “el Jesús y la Vicenta”. El texto manuscrito incluye todo tipo de detalles como el tamaño de la fosa, la orientación de los cuerpos o la distancia que había entre la tumba y la carretera circundante al cementerio.

“Reseña de sepultura: En el mismo día y en virtud de lo mandado, se reseña la sepultura donde han sido enterrados los cadáveres – el Jesús debajo y la Vicenta encima en la forma siguiente; Tiene de latitud noventa centímetros, de longitud dos metros y de profundidad un metro setenta y cinco centímetros, dista de la cabeza a la pared del este catorce metros noventa centímetros, de los pies a la carrera central de entrada, dirección Norte-sur treinta con diez, del lado izquierdo a la pared del sur, veintiuno treinta y del lado derecho a la carretera central dirección E a O, once con ochenta. Doy Fe. C. Cuadrado”. (Causa 495/48).

A la exhumación acudieron desde Barcelona la hija, la nieta y la bisnieta de Vicente, que han presenciado el momento de encontrar a su familiar con manifiesta alegría. Ahora queda por delante el “trabajo arqueológico, antropológico y contrastar genéticamente los restos con los de sus familiares vivos”. Una labor que esperan poder terminar en uno o dos días, porque “trabajar en un cementerio siempre es difícil, y aquí más porque la fosa está encajonada entre dos mausoleos”.