Patrimonio Nacional aprueba la exhumación de un castellonense enterrado en una fosa y ‘secuestrado’ en el Valle de los Caídos.

El cuerpo del jornalero Francisco Barberá Puig, oriundo de Les Coves de Vinromà, estaba enterrado en una fosa del cementerio de Castelló pero fue trasladado sin informar a la familia al mausoleo franquista en 1959

Lucas Marco /26 de febrero de 2021 23:40h/

El jornalero Francisco Barberá Puig, oriundo de Les Coves de Vinromà (Castelló), fue enterrado en la parte católica del cementerio de la capital de La Plana el 6 de julio de 1938. El hombre figuraba como fallecido por acciones de guerra a causa de la metralla de un proyectil franquista abandonado que le estalló. Barberá tenía un brazo lisiado y no participó en la Guerra Civil pero quedó enterrado en una fosa común del cementerio donde también fueron a parar los cuerpos de soldados republicanos fallecidos. Su nombre fue publicado por el Grup per la Recerca de la Memòria Història (GRMH) de Les Coves de Vinromà en la revista local Tossal Gros y la familia contactó con los activistas para contar la desafortunada historia de Francisco Barberá. “Nos enteramos de que esta persona estaba enterrada en el Valle de los Caídos, la familia no lo sabía”, explica a elDiario.es Javi Bueso, del GRMH de Les Coves de Vinromà.

El GRMH de Castelló tenía documentada la muerte del jornalero a través de los registros cementeriales. También les constaba que el cuerpo fue trasladado al Valle de los Caídos en 1959 sin que la familia lo autorizase y mucho menos lo supiera. Tras la sorpresa inicial de los descendientes, los activistas de la memoria histórica se pusieron en contacto con Silvia Navarro, de la Asociación de Familiares Para la Exhumación de los Republicanos del Valle de los Caídos (AFPERV) de Madrid.

Navarro logró proporcionar la localización exacta del cuerpo en el mausoleo franquista. “Está en las criptas, al nivel del suelo. En criptas más elevadas es más complicada la exhumación”, señala Bueso, quien ha estado en contacto con los descendientes. “La familia está bien, animada y agradecida por el trabajo que estamos haciendo”, apostilla. El cuerpo del jornalero, según los registros de inhumación del Valle de los Caídos, fue ‘secuestrado’ en el mausoleo franquista el 24 de marzo de 1959, en el columbario 489 de la Capilla del Santo Sepulcro.

Las dos sobrinas, Juana y Josefa Barberá Sales, han iniciado formalmente los trámites del proceso de exhumación del cuerpo de su tío con la ayuda de las asociaciones memorialistas de Les Coves de Vinromà y de Castelló. Así, también han contado con la ayuda del historiador Juan Luis Porcar, activo miembro del GRMH de Castelló. Los activistas y la familia han enviado la documentación que prueba el vínculo familiar con el difunto al Ministerio de Justicia, el consejo de administración de Patrimonio Nacional y a la Secretaría de Estado de Memoria Democrática.

El pasado 8 de febrero, Patrimonio Nacional aprobó la solicitud de la familia. “La predisposición y la energía y los ánimos de la familia son claves porque el papeleo es complicado, nosotros tenemos experiencia y les ayudamos”, señala Bueso. “Poder ayudar a familias a dar un relato a su historia traumática nos llena de orgullo”.

Tras la aprobación de la solicitud, el siguiente paso consiste en realizar las pruebas de ADN a las dos sobrinas e iniciar así el proceso de exhumación. “Es una responsabilidad que el Estado debe arreglar”, reclama Bueso. El Grup per la Recerca de la Memòria Història (GRMH) de Les Coves de Vinromà destaca que se trata del primer castellonense cuya familia inicia los trámites para recuperar su cuerpo, ‘secuestrado’ por el franquismo. “Es algo que puede generar movimiento en las familias castellonenses que aún tiene un familiar en el Valle de los Caídos”, dice Bueso.

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