‘Pico Reja’ y ‘Horacio, el último alcalde’: el cine documental deja que las fosas hablen.

Los nuevos trabajos de Remedios Malvárez y de Mariano Agudo y María Rodríguez, que indagan en la memoria de la Guerra Civil desde el presente, se estrenan en el Festival de Cine de Sevilla

Alejandro Luque / 8 de noviembre de 2021 20:56h

Remedios Malvárez insiste en que no ha hecho una película histórica. “La mayoría de las películas en torno a la memoria son muy historicistas, o bien resaltan el dolor de las víctimas. Nosotros queríamos hacer una película que fuera una excusa para hablar del presente, porque la fosa de la que hablamos está abierta, es ella la protagonista: una fosa que se abre en 2021. Y nos preguntamos por qué sucede eso hoy en Sevilla y en muchos otros lugares de España”.

La fosa a la que se refiere es la de Pico Reja, en el cementerio de Sevilla, donde se calcula que yacen los cadáveres de unos 2.000 represaliados de la Guerra Civil. Es la misma que da nombre al documental Pico Reja. La verdad que la tierra esconde, que concurre en la sección Panorama Andaluz del Festival de Cine Europeo de Sevilla (Seff) junto a otro trabajo de similar enfoque, Horacio, el último alcalde, de Mariano Agudo y María Rodríguez.   

Lo que animó a la cineasta onubense (1967) a abordar este tema fueron los “discursos impropios” que vienen proliferando en los últimos tiempos en España, cuestionando la oportunidad de reabrir estos espacios en nombre de una amnesia conciliadora. “Como ciudadana, me produce una cierta vergüenza democrática que a estas alturas no se haya resuelto esta cuestión”, asevera Malvárez.

Una historia tergiversada

De ahí que la Historia como ciencia quede en un segundo plano: “No hemos querido usar la figura de los historiadores, aunque hemos trabajado con ellos. Hemos querido que la verdad venga de los testimonios de las víctimas y de los documentos y los Nodos de la época”, comenta. “Lo que tenemos es una historia tergiversada, que hemos heredado. Pero no se ha contado lo que sucedió. No se trata, como temen algunos, de abrir heridas, sino de cerrarlas. Ya han pasado suficientes generaciones como para afrontar nuestro pasado con normalidad democrática”.

Uno de los datos que fundamentan la documentación de Pico Reja es que Andalucía fue el territorio de los más castigados por la represión franquista, con más de 50.000 fusilamientos, un tercio del total del de las víctimas españolas; y con más desaparecidos que los que sufrió Argentina tras la dictadura militar.

Las fosas del Cementerio Municipal de Sevilla alojan a más de 14.000 cuerpos de los que hay documentados más de 4.500 represaliados. Algo chocante, teniendo en cuenta que la Guerra Civil pasó de puntillas en esta comunidad, en comparación con la crudeza que alcanzaron los enfrentamientos en otras zonas del país. “En Cádiz, Huelva o Sevilla prácticamente no hubo guerra”, dice la directora. “En la capital hispalense hubo enfrentamientos en San Luis y Triana, y poco más. No hubo trinchera, sino ocupación. Y a partir de ahí, lo que se produjo fue un proceso de depuración. Las fosas están llenas de civiles”.

Con la participación especial de Rocío Márquez y Antonio Manuel, y los testimonios de familiares de víctimas como Horacio Hermoso, Josefa y Carmen Amado, Olga Parish, Carmen Estrada, María Luisa Hernández o Cecilio Gordillo, Pico Reja quiere demostrar que “la fosa todavía está hablando, y falta aún un año de excavación. Se pensaba que se había cerrado en julio de 1936, pero se han descubierto cuerpos enterrados después del año 40”.       

Todo ello, asegura Malvárez, sin el menor ánimo de revancha, “solo con el deseo de romper ese silencio impuesto y con el dolor de no poder tener a sus familiares en el lugar que les corresponde. Los españoles tenemos una cultura mortuoria muy concreta, no se nos puede arrebatar el derecho al duelo y el recuerdo de tus parientes. Eso los ha marcado, generación tras generación”.

El último alcalde republicano

Marcados por aquel golpe están, sin duda, los descendientes del último alcalde republicano de Sevilla, el protagonista de Horacio, el último alcalde, el nuevo documental de Mariano Agudo y María Rodríguez que pretende recordar a una persona profundamente humanista y consciente del atraso secular que vivía el país. En 1936, Horacio Hermoso fue fusilado en las tapias del cementerio de Sevilla y su cuerpo arrojado a la fosa de Pico Reja.

En esta cinta intervienen el hijo del alcalde asesinado, un anciano Horacio Hermoso Serra, así como el historiador José María García Márquez, quien gracias a su investigación en el Archivo Militar descubrirá documentos que arrojarán luz sobre la vida y muerte de Horacio Hermoso Araujo, y Adelaida Hermoso, la nieta del alcalde, que se interesa por la figura del abuelo a raíz de la apertura de la fosa, e inicia un recorrido por diversos escenarios de la ciudad en busca de respuestas al trauma transgeneracional que sufre su familia.

María Rodríguez recuerda que “después de veinte años de trabajo memorialista, nos dimos cuenta de que todavía no había hecho nada con Horacio. Hicimos una larga entrevista con su hijo y nos dimos cuenta de que había un documental ahí. Empezó la exhumación de Pico Reja, un hito histórico en la ciudad de Sevilla”.

Enorme crueldad

“Ha sido una aventura tremenda, conforme íbamos grabando me parecía todo complicado, pero María me insistía en que quería la visión de alguien de tercera generación, que no tenga un conocimiento profundo de lo que sucedió entonces”, apunta Adelaida Hermoso. “Me parece importantísimo que proyectos como este salgan adelante”.  

“A mi padre lo sacan de los Jesuitas, pero no va solo: los sacan por parejas”, evoca por su parte Hermoso Serra. “Y junto a mi padre sale un hombre llamado Antonio Estrada, que no era político, ni siquiera hombre de partido. ¿Y por qué lo matan? porque es hermano de José Estrada Parra, teniente alcalde del ayuntamiento de Sevilla, que se esconde a tiempo y no lo pueden coger. ¿Solución? Matan al hermano. Hubo muchos casos así. Lo importante no fue la matanza, sino la enorme crueldad con que actuaron los fascistas españoles”.   

En la presentación del filme, Hermoso Serra recordaba que una frase de un libro de Antonio Bahamonde, jefe de prensa de Queipo de Llano durante un año, “antes de huir despavorido por los horrores que había visto”. La frase en cuestión era esta: “¿Qué pasará el día que se sepa que todos los que fueron asesinados eran inocentes?”