Republicanos extremeños, protagonistas de la historia de la ciencia desde el exilio

► Uno de los colectivos que reconstruye su figura es la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura

► Muchos no pudieron regresar nunca a España, y otros lo hicieron siendo anciano, solo tras la restauración de la democracia, y después de haber desarrollado una extensa carrera llena de éxitos profesionales

eldiario.es | Jesús Conde | 13-6-2015

Profesores universitarios, maestros, juristas, ingenieros, astrónomos… e incluso un intelectual que mantuvo reuniones con Albert Einstein. Son parte de losextremeños abocados al exilio por sus ideales republicanos con la llegada de la sublevación militar que acabó con la II República y dio paso a una dictadura que duró cuatro décadas en España.

La España del primer tercio del siglo XX, hasta la República, vivió su edad de plata ilustrada. Y en contra de lo que muchos puedan pensar, entre aquella élite intelectual había muchos con acento extremeño.

Uno de los países de referencia, donde fueron a parar con el inicio de los años 40, fue a México. No es algo casual, teniendo en cuenta que compartían la lengua y recibieron apoyo institucional. El presidente Lázaro Cárdenas acogió a los exiliados españoles y asiló a alrededor de medio millar de niños huérfanos de la Guerra Civil e hijos de combatientes republicanos.

Muchos de los referentes del aquél México, en pleno desarrollo económico y social, fueron extremeños. Son los extremeños que desde México, y países cercanos, figuran por derecho propio en el cuadro de honor de la ciencia universal.

Uno de los colectivos que reconstruye su figura es la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura. Muchos de estos ilustres no pudieron regresar nunca a España, mientras que otros lo hicieron siendo ancianos, solo tras la restauración de la democracia. Por el camino, habían desarrollado una extensa carrera llena de éxitos profesionales y reconocimientos.

José Manuel Corbacho, presidente de la asociación de memoria histórica, hace hincapié en que el exilio fue “un auténtico desmoche intelectual”, con la salida obligada de la ‘vanguardia pensante’ del momento. Aquellos que osaron quedarse, y no fueron depurados, se quedaron sin su cátedra en la mayoría de los casos.

Rubén Landa Vaz

Una de las figuras que destaca Corbacho es la de Rubén Landa Vaz, nacido en 1890 e hijo de uno de los decanos del Colegio de Abogados de Badajoz.

Su padre (Rubén Landa), amigo personal de Francisco Giner de los Ríos, le introdujo en los ideales de la Institución Libre de Enseñanza (ILE). En Madrid se instaló en la Residencia de Estudiantes desde su fundación, integrándose en el ambiente de la Institución Libre de Enseñanza. Afiliado a Acción Republicana, fue un alto cargo en materia de enseñanza en los gobiernos de la II República, viajó a la Unión Soviética acompañando a los llamados niños de la Guerra, y cooperó con las Milicias de la Cultura y en la Cartilla Escolar Antifascista. 

Exiliado en México, Landa comenzó a trabajar en una de las primeras instituciones educativas creadas por los refugiados españoles en ese país, la Academia Hispano Mexicana. Llegaría a ser director del Instituto Luis Vives, así como profesor en diversas universidades norteamericanas, regresando de nuevo a México para trabajar en la Universidad de Guanajuato.

Agustín Mateos Muñoz, Pedro Carrasco Garrorena, Jacinto y Carmen Viqueira Landa

Destaca también Agustín Mateos Muñoz (Malpartida de Plasencia, 1908 – México, 1997). Llega a Veracruz el 13 de junio de 1939 y bajo la hospitalidad azteca desarrolla una dilatada y fecunda labor profesional ligada a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). A la vez que enseña lenguas clásicas, funda la editorial Esfinge (1957), especializada en obras didácticas. En 1995 recibió el Premio Nacional Juan de Pablos al Mérito Editorial.

En la lista también está el físico y astrónomo Pedro Carrasco Garrorena, nacido en Badajoz en 1883. Otros de los nombres, Lorenzo Alcaraz Segura (Guadalupe, 1889), matemático y pedagogo, instalado en México, fue cofundador, secretario, administrador, director (entre 1957 y 1973) y profesor de la Academia Hispano-Mexicana.

También Jacinto Viqueira Landa, nacido en Badajoz, profesor emérito de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México, fallecido el pasado 8 de noviembre de 2014. Carmen Viquiera Landa, nacida igualmente en Badajoz y llegó a ser Catedrática de Psicología y Antropología de la universidad Iberoamericana de México DF.

Fernando Valera Aparicio y de Juan Simeón Vidarte

Como en el caso de los escritores y científicos, abundan los personajes políticos nacidos en la región, y que pasaron por México. Es el caso de Fernando Valera Aparicio y de Juan Simeón Vidarte.

Fernando Valera Aparicio (Madroñera, 1899 – París, 1982): diputado por Valencia en las Constituyentes de 1931, forma parte de la candidatura del Frente Popular por Badajoz en 1936, representando a la Unión Republicana de Martínez Barrios. En 1939 pasa a Francia, y en 1942 recala en México, para regresar a París pocos años después. Fue el último presidente del Consejo de la República en el exilio (1971-1977).

Por último citar a Juan Simeón Vidarte (Llerena, 1902-México, 1976): vicesecretario del PSOE entre 1932 y 1939, fue elegido diputado por Badajoz en las tres legislaturas de la República.

Francisco Vera Fernández de Córdoba

Había nacido en 1888 en Alconchel, matemático, colaboró como criptógrafo jefe del Ministerio de Estado durante la guerra.

Teósofo y masón, como su amigo Mario Roso de Luna, perteneció a instituciones como el Liceo Tecnológico, la Sociedad Matemática Española. Fue miembro del comité de recepción a Albert Einstein en 1923, comentando sus conferencias en El Liberal. Al acabar la guerra, en este caso no recaba en México, siono que se exilia a República Dominicana y Colombia.

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