Ronda (Málaga). Memoria / Plataforma, por Francisco Pimentel

MEMORIA/PLATAFORMA
Lavozde ronda/ Francisco Pimentel/22.08/2015
El pasado 23 de Julio estuve en uno de los cursos de verano de la universidad complutense de Madrid donde el historiador Antonio Elorza disertó sobre el genocidio franquista y Baltasar Garzón sobre la justicia internacional y los crímenes del franquismo. Me impactó que Garzón dijera que la situación de la memoria histórica estaba de tal manera obstaculizada por el Estado que de no resolverse sería como para tirarse por una ventana. Pedí hablar en el turno de intervenciones y cuando me tocó, después de Cristina Almeida, dije que precisamente era lo que habíamos tenido que hacer en Ronda el 14 de Noviembre para evitar que la dirección general de la memoria democrática destruyera nuestras fosas como había hecho en Málaga, en Cañete La Real o en otros sitios.
Garzón también dijo que lo más destacado es la negación de existencia de asesinados víctimas del franquismo, a lo que yo añadí que ahora el franquismo, ya que no pudo ocultarlas o hacerlas desaparecer, está empeñado en la destrucción de las fosas, que para la sociedad española son lugares de nuestra memoria, prueba y referencia de las atrocidades cometidas por el fascismo y sus valedores. También repetí lo que venimos diciendo: que hay que hacer un plan de exhumaciones que rescate a nuestros familiares, sus ideas y su dignidad, empezando por convocar a todos los familiares vivos para que den sus testimonios y tomar su ADN, al mismo tiempo que se construye una cripta que sea sala de reconocimiento antropológico, laboratorio, banco de ADN, y lugar de custodia de los restos que se vayan exhumando. También hacer un monumento que recuerde, una vez abiertas las fosas, que en ese lugar fueron asesinados y hechos desaparecer nuestros mártires republicanos.
A través de la Plataforma por la Comisión de la Verdad sobre los crímenes del franquismo me ha llegado una entrevista de Gervasio Sánchez que sobre la memoria histórica dice: “Una de las reflexiones acerca de los conflictos en los que he estado es que el verdadero horror es el de quienes los sobreviven. A mí lo que me ha interesado documentar es qué pasa con los vivos: cómo se defienden del desastre, del miedo, cómo intentan sobrevivir en medio de bombardeos, cómo es la vida cuando muchos niños intentan ir al colegio sin que los maten… Evidentemente, lo que ha ocurrido con los muertos se debe contar como una forma de demostrar hasta dónde pueden llegar la conducta humana y la violencia… En lo que respecta a las fosas comunes… la guerra no acaba hasta que sus consecuencias se superan. En Diciembre se cumplen veinte años del fin oficial de la guerra de Bosnia. Desde mi punto de vista eso es falso. La guerra de Bosnia acabará el día que todos los desaparecidos sean localizados, identificados y entregados a sus familias. El número de desaparecidos de Srebrenica son 8372. Se han entregado alrededor de 6500 cuerpos a sus familias. ¿Que cuándo acaba la guerra de Bosnia? Cuando consigan decir que se han sumado todos los cuerpos, que se han identificado y que se han enterrado.
En base a eso, ¿se puede decir que en España falta un punto y final para la Guerra Civil? Evidentemente. Los desaparecidos son el mayor drama de una guerra. Es sencillo: los muertos se entierran, los heridos se curan, las paredes se reconstruyen… Olvidar y obviar el drama de los desaparecidos pisotea los derechos y la dignidad de sus familiares y evita que las heridas de la guerra se cierren y que sus consecuencias se extiendan durante décadas. Eso es lo que ha pasado en España. Si los políticos de los años 80 hubieran sido valientes y no cobardes, se habría actuado. Los llamados padres de la transición, aunque se presenten como los generadores de un cambio del franquismo a la democracia, fueron unos cobardes. Nunca prestaron atención a este problema y si durante los primeros años se habló de ello, alguien tuvo que decidir que era un tema que no se debía tocar y ahí se quedó. Se puede entender que a finales de los 70 la muerte de Franco estaba muy reciente y que había asuntos más graves que solucionar pero a finales de los ochenta y principios de los noventa tendría que haberse hecho algo. El gobierno de aquella época, el de Felipe González y Alfonso Guerra, tendría que haber planteado un proyecto serio y en profundidad para solucionar este problema. Estamos a punto de alcanzar los cuarenta años de la muerte de Franco y sigue sin haber un proyecto. La Ley de Memoria Histórica realizada por Zapatero en el 2007 ha sido una ley fallida que ha provocado un montón de problemas. Si se hiciera un balance serio sobre qué ha ocurrido con el dinero, posiblemente encontrásemos más de un escándalo. Fue una ley que sirvió para exhumar pero no para identificar porque ni siquiera se hizo un banco sanguíneo o de ADN para comparar el de las víctimas con el de sus familiares. La cobardía de la totalidad de la clase política ha impedido una solución a este problema en España. Y esto es gravísimo desde todos los puntos de vista, sobre todo porque el paso del tiempo es irremediable en este tema.”
En El Escorial hablé aparte con Baltasar Garzón que me prometió venir a Ronda quedando pendiente de concretar con María la fecha según agenda. Ronda es muy importante en la memoria histórica por la cantidad y la defensa que hicieron nuestros antepasados rondeños y serranos de la libertad, la igualdad y la fraternidad republicanas y su desaparición nos sigue helando el corazón.
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