San Fernando (Cádiz). Las excavaciones en el cementerio, pendientes de la valoración de la memoria para su segunda fase

DIARIO DE CÁDIZ  | AMAYA LANCETA | SAN FERNANDO | 13-2-2017
El 23 de diciembre culminaron los trabajos de excavación que se han desarrollado en las fosas comunes del cementerio de San Fernando para buscar los restos de los represaliados por el franquismo. Era la primera fase de esa búsqueda que ha iniciado la Asociación por la Recuperación de la Memoria Democrática, de la que forman parten familiares de algunas de esas víctimas. Su objetivo se centraba en la localización y delimitación de esas fosas. Los hallazgos ya se saben: cuatro cuerpos en dos de los siete sondeos abiertos. “El tiempo era limitado y en algunos casos teníamos que pasar a otra cata”, reconocía el arqueológico que ha dirigido las labores, Jorge Juan Cepillo. De hecho, en los puntos donde han encontrado cuerpos o restos de enterramientos, que tenían o no que ver con la búsqueda, tenían que parar porque su misión no era la exhumación. Eso vendrá en una segunda fase, para la que se está en el proceso previo.

El arqueólogo ofreció un resumen del trabajo realizado en la cita organizada por la asociación, a la que asistieron familiares, ciudadanos interesados en esta actuación y los voluntarios que han participado, “y hecho posible” las excavaciones”. El equipo técnico y estas personas voluntarias, “formó una familia”, destacaba. Esa memoria elaborada ya se ha entregado a la Diputación Provincial; y está pendiente su remisión a la Dirección General de Memoria Democrática, de la Junta de Andalucía, que tiene las competencias para encargarse de oficio de la excavación y exhumación. Para ello hace falta una previsión económica de cuánto costaría la intervención. Están en ello los técnicos municipales.

Desde la dirección de las excavaciones reconocían la implicación del Ayuntamiento, que ha colaborado con recursos materiales y humanos en los primeros trabajos desarrollados. Su concurso, junto al del equipo técnico y los voluntarios ayudaron a sortear los problemas: las fuertes lluvias, que obligaron a usar una bomba para achicar agua; la retirada de excesiva de tierra, que hubo que acumular de manera estratégica; o el levantamiento de las capas de hormigón de las superficies para iniciar los sondeos.

La evacuación de abundante tierra, la excavación a profundidades que han pasado de los dos metros, han dado resultado: la confirmación de la presencia de cuerpos de de represaliados, cuatro por el momento.