«Tenemos que tratar la memoria histórica con perspectiva de género: nos empodera como mujeres y como país»

Manuela Bergerot, especialista en políticas de memoria, participó en la conferencia ‘Franquismo post Franco’, que se celebró esta semana en el Parlamento Europeo, para hablar de la necesidad de analizar la pervivencia del franquismo para comprender la discriminación que sufren las mujeres en la actualidad

PÚBLICO | JULIA GONZÁLEZ ÚBEDA | BRUSELAS | 30-11-2017

En el marco de una jornada sobre la pervivencia del franquismo en España, como fue la conferencia en Bruselas ‘Franquismo post Franco’, llegó Manuela Bergerot, especialista en política de memoria, para hablar de memoria histórica desde la lucha de las mujeres. En palabras de Bergerot, la memoria no es pasado, se trabaja desde el presente y es importante analizar la pervivencia del franquismo en la sociedad española para comprender la discriminación y las violencias que sufren las mujeres a día de hoy.

Recuperar la memoria histórica con perspectiva de género “nos empoderaría como mujeres y como país” dijo Bergerot a Público. “Para superar un trauma como supuso la dictadura para España, debemos analizar el pasado y afinar el presente”. Y, concretamente, en el tema de las mujeres, explicó que “o comprendemos de donde viene una parte de toda la represión y discriminación que hemos sufrido, o nunca podemos olvidarnos de ello”.

Las razones que entiende Bergerot por las que no se desarrolla desde ese punto de vista, es porque, en primer lugar, fue un hecho que se dio durante la República, lo cual ayuda a su invisibilización. Además, todas las luchas que las mujeres han liderado históricamente aparecen en el relato oficial como hechos aislados. Se cuentan como logros de mujeres individuales, y no de una lucha colectiva, “porque eso hoy en día podría enseñarnos de las que nos precedieron para así aprender que si hacemos una lucha colectiva y feminista podríamos lograr una sociedad más justa y más igualitaria”, opina la entrevistada.

“Creo todas las personas que trabajamos en Memoria Histórica tenemos la responsabilidad de hacer una recuperación con perspectiva de género”, dijo Bergerot. En su opinión, esto reivindicaría como sujetos políticos a las mujeres para que las niñas del futuro puedan tener referentes de todas aquellas mujeres que predecesoras y que se sientan orgullosas de aquellas que no aparecen en el relato oficial.

La historia ha relegado siempre a las mujeres fuera de la vida pública y política, explicó la especialista a este medio. “Se nos ha ubicado siempre en un lugar de subordinación, discriminación y dependencia”; para superarlo, argumentó que “ayudaría contar una historia completa desde el franquismo donde las mujeres tengamos el lugar que nos corresponde en la historia”.

La impunidad del franquismo en la España actual

“Haciendo incidencia, analizando y reparando toda la violencia que sufrieron las mujeres tanto en la Guerra civil como en la dictadura por la doble condición: por ser mujer y por la ideología, nos permitiría construir una cultura de los derechos humanos”, frente a la cultura de la impunidad asediada en España. “Sólo sería posible liquidarla mediante un proceso de verdad justicia y reparación”, explicó Bergerot.

Para hablar de cómo se va colando en el presente todo el pasado traumático que vivió España durante la Guerra Civil y la dictadura, Manuela Bergerot ilustró a este medio tres casos de la pasada semana que representan “la impunidad del franquismo que habita y convive en la sociedad española actual”, razonó.

Uno de ellos es el juicio contra la primera persona que ha sido condenada por el franquismo: Ascensión, un bebé robado que presentó una querella contra la monja que supuestamente había pertenecido a la trama por la que ella había sido robada y entregada a otra familia.

En segundo de los ejemplos, es el juicio a ‘la manada’. “Es un caso muy significativo”, dijo la entrevistada, porque el juez admite como prueba la investigación a la víctima por un detective privado que contrataron los acusados en el que “se cuestiona qué tanto víctima fue la mujer cuando ha podido rehacer su vida con cierta normalidad”.

Y por último, otro caso de discriminación hacia la mujer que se ha visto en los últimos días, es que el pasado 19 de noviembre se celebraba el aniversario de la primera vez que la mujer pudo votar en España, en 1933. “No hemos visto que ninguna institución, ni el Gobierno ni ningún consitorio autonómico, haya celebrado un acto que nos debería enorgullecer como país”, replicó Bergerot.

En la redacción de la Constitución de 1978, se produjo un hecho que no todo el mundo conoce y que Manuela Bergerot ha contado a Público. El movimiento feminista que había surgido en la última década del franquismo, a través de la plataforma de organizaciones feministas de Madrid, presentó un manifiesto en contra de la Constitución con unas propuestas muy progresistas en cuanto a familia, educación e incluso aborto. “Estas aportaciones fueron rechazadas por los votos en contra del PSOE y el PCE que cedieron a las presiones de la Iglesia y de la derecha”, narró.

“¿Qué hubiera sido hoy de las mujeres en el presente si aquel manifiesto con aquellas propuestas tan progresistas se hubiera incorporado a esa Constitución que hoy por hoy ya hemos visto que no atiende a la realidad de la sociedad española?”, cuestionó Bergerot. “Creo que es ese movimiento feminista el que hoy por hoy puede cambiar bastante toda la crisis que existe en cuanto a las violencias machistas que sufrimos las mujeres en España”, añadió.

La Querella Argentina

La Querella Argentina es el único proceso judicial abierto hoy por hoy contra los crímenes del franquismo en el mundo. “Visibiliza muy bien la represión que sufrió la mujer durante la guerra y la dictadura”, explicó la especialista en memoria, “pero también demuestra cómo es la mujer la que en el presente trabaja por ese proceso de justicia y de memoria”.

Lleva siete años en fase de investigación y hay unas 300 querellas y 100 denuncias que se han ido presentando en los consulados argentinos de todo el mundo. Hay 135 mujeres querellantes pero no todas ellas se querellan como víctimas, la mayoría lo hace por sus familiares. “Como víctimas, sobre todo, se han querellado mujeres que fueron presas y represaliadas durante el tardofranquismo”, contó Bergerot. “Les ha costado muchísimo poder contar todos sus testimonios”, aseguró.

Según contó Manuela Bergerot, estas mujeres tienen totalmente incorporado el hecho de que a la mujer víctima no se la reconoce como tal, se la revictimiza y, además, se va a dudar de que realmente su declaración no fueran hechos aislados y así poner en duda la gravedad de los mismos.

“La Querella Argentina sirve no sólo para que las víctimas denuncien sus casos, sino que también sirve para que todas las víctimas, los familiares, las asociaciones, etc., que conocen el movimiento memorialista y de los derechos humanos en Argentina se empapen del mismo”, explicó.

Cultura de los derechos humanos

Tras la dictadura en Argentina, se desarrolló en la sociedad una cultura de los derechos humanos. “La sociedad tiene incorporada una cultura de los derechos humanos”, dijo Bergerot. Y se ha logrado gracias a la lucha de ‘las mujeres de la Plaza de Mayo’.

“El símbolo de Argentina hoy en día son las abuelas y madres de la Plaza de Mayo”, relata la entrevistada. “Son mujeres que durante la dictadura decidieron salir a reclamar por la aparición de sus hijxs y nietxs, que en esa lucha colectiva que hacen por sus propios familiares han logrado dignificar a un país entero.

Tras años de demanda de esas mujeres y de respuesta por parte del Estado argentino con un proceso de justicia, y a todos los niveles, con programas educativos por ejemplo, se ha logrado crear esa cultura de los derechos humanos frente a la cultura de la impunidad, explicó Manuela Bergerot.

http://www.publico.es/politica/tratar-memoria-historica-perspectiva-genero-empodera-mujeres-pais.html

 

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