Tenerife. ACTUALIZADO. Las Raíces del franquismo

El monolito que el Cabildo quiere derribar fue inaugurado en 1958 y recuerda la reunión de Franco con los altos mandos militares del 17 de junio de 1936 para preparar el golpe de Estado

La Opinión de Tenerife | Goretti Alonso | 17-8-2015

Subieron a almorzar, un encuentro hipotéticamente sin importancia. No hubo discursos ni exaltación de ningún tipo. Se reunieron en el monte de Las Raíces, en La Esperanza, sin mostrar ni un ápice de intención o motivación. Eso es al menos lo que se dijo entonces sobre lo ocurrido el 17 de junio de 1936 cuando el por aquel entonces comandante general de Canarias, Francisco Franco, reunió a un centenar de jefes, oficiales y suboficiales del Ejército de la Isla en Las Raíces. Al acabar la reunión, aunque no contaban con ninguna línea de actuación, todos tenían claro que la historia de España cambiaría y que aquel hombre, el mismo que fue desterrado en las Islas por el presidente de la República, Manuel Azaña, pasando de ser el Jefe del Estado Mayor a comandante general de Canarias, sería el caudillo. Porque aquel encuentro se intentó mantener en secreto pero en realidad fue muy importante, decisivo: la preparación del golpe de Estado.

El alzamiento militar que dio comienzo a la Guerra Civil se promovió en Las Raíces y desde 1958 un monumento, que ahora tiene los días contados, lo recuerda. El obelisco está perdido en medio del monte aunque hasta él llega una carretera. Caminando, desde la zona recreativa del monte de Las Raíces, son tan solo unos minutos de paseo. En 1952 se promovió su construcción y colocación, aunque no fue hasta seis años después cuando se instaló de forma definitiva. El Nodo en el que se contaban las noticias antiguamente en la televisión pública recogió el 20 de octubre de 1958 la inauguración.

Aunque no todos los historiadores opinan lo mismo, y sea o no verdad que allí se preparó el alzamiento militar, el monolito que ahora el Cabildo quiere derribar conmemora este hecho. Y eso, al margen de ideologías más o menos afines al régimen, incumple la Ley de Memoria Histórica a la que se agarra el consejero socialista en el Cabildo, José Antonio Valbuena, para anunciar su retirada: “Las administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura”.

Este lugar, durante años, fue el epicentro de todos las conmemoraciones relacionados con el levantamiento militar en Tenerife. En la década de las 60 y 70 era visitado por cientos de personas, tanto de Canarias como de la Península, para homenajear la figura del Generalísimo. El Cara al sol, el himno de la Falange Española, resonó en más de una ocasión en esta zona perdida del municipio de El Rosario. El redactor no pasó por alto ningún detalle durante los 26 segundos que dura la información del Nodo. Hace hincapié en el “paraje tinerfeño” donde se celebró una “misa de campaña” tras la inauguración del monumento que conmemora “la reunión precursora del movimiento nacional”. En el acto, que estuvo organizado por la Hermandad de Alfereces Provinciales, estuvieron presentes tanto el gobernador civil, Santiago Galindo, como el capitán general de Canarias, el teniente general López Valencia, quien exaltó “el significado de la hermandad como fuerza al servicio de España”.

El Cabildo cumple ahora –ha anunciado su demolición, sin opción de conservarlo en un plazo de dos meses– con un acuerdo plenario que se aprobó en noviembre de 2008. Todas las formaciones políticas presentes en la Corporación insular en ese momento votaron a favor de eliminar este símbolo franquista. El acuerdo decía: “Dado que en Las Raíces se produjo un acontecimiento aciago y triste, pero de indudable trascendencia para el devenir de la Historia contemporánea”, el Cabildo de Tenerife “promoverá la retirada del actual monumento y la instalación, en su lugar, de una mención a los hechos históricos allí acaecidos, sin exaltación de ninguno de los enfrentados”.

También el documento anunciaba que no se destruiría si no que se conservaría. Una de las opciones para poder reubicar el monolito era al Museo Militar Regional de Canarias. Ahora Valbuena ha dejado claro que no se enviará hasta el cuartel de Almeyda, a pesar de que sus responsables estarían dispuestos a acogerlo no por ensalzar la figura de Franco, si no por reconocer un hecho histórico que sucedió en la Isla. Para el consejero “por encima de cualquier acuerdo plenario está el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica”. Además, el socialista pone de manifiesto que a su entender la escultura no posee ningún tipo de valor artístico. A esto se une su mal estado de conservación, la única traba que ponían los responsables del museo santacrucero para poder hacerse cargo del monumento.

Es justo en Santa Cruz donde se conserva otro de los hitos que conmemoran la figura de Franco. La obra es del escultor Juan de Ávalos, un ángel con las alas extendidas que representa al avión en el que partió Franco el 17 de julio de 1936 para iniciar el golpe de Estado. Está en pleno centro de la capital, entre la Rambla y la Avenida de Anaga. Fue inaugurado en 1966.

http://www.laopinion.es/tenerife/2015/08/17/raices-franquismo/623776.html

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Tenerife. El monolito del «alzamiento», al vertedero

► El Cabildo de Tenerife reaviva la polémica en la isla por la demolición de un símbolo franquista

► La medida pretende ejecutar la decisión adoptada por la Ley de Memoria Histórica

► El coste del derribo es de 8.000 euros y en lugar del obelisco habrá un parque

El Mundo | Rebeca Paniagua | 17-8-2015

El monte de la Esperanza, en Tenerife, alberga uno de los monumentos más representativos del inicio de la Guerra Civil española: el monolito ubicado en la zona de Las Raíces que conmemora la reunión que Franco celebró allí con varios de sus oficiales el 17 de junio de 1936. Uno de los encuentros preparatorios de la sublevación militar que desencadenaría, primero el golpe de Estado, y posteriormente la contienda. El Cabildo de Tenerife ha decidido ejecutar la decisión adoptada por el pleno de la institución en 2008 en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, y procederá a demolerlo en un plazo máximo de dos meses.

«Una vez demolido será trasladado a un vertedero como un residuo más», afirma el consejero de Medio Ambiente del Cabildo Insular, José Antonio Valbuena. El pequeño obelisco se encuentra en estado de abandono desde hace años, repleto de pintadas, muchas de rechazo al acto que conmemora. «Viva Franco y sus gusanos» o «Viva España republicana», son algunas de las que se pueden leer. Para Valbuena, el monolito no tiene ningún tipo de interés artístico. «Sólo es el recuerdo de una reunión ilegal de una facción del Ejército para organizar un golpe de Estado. Hace tiempo que se tenía que haber retirado porque nadie quiere ir ahí».

No hay carteles ni indicativos en la carretera que señalen su ubicación (a varios kilómetros del núcleo de población más cercano), por lo que eran pocos los se acercaban hasta ahora a visitar el monumento. Ni siquiera a pesar de que se encuentra cerca de una zona recreativa salpicada de barbacoas y mesas de madera muy concurrida los fines de semana. Pero tras conocerse que será demolido, el goteo de curiosos es constante.

Es sábado 15 de agosto, y a los pies del monumento se encuentra el concejal del Partido Popular de El Rosario, José Manuel Medina, el municipio en el que se levanta el recuerdo franquista. Afirma que es «parte de la historia de nuestro país. Aparcando los ideales políticos, creo que es un error gravísimo destruirlo. Debería rehabilitarse para que quien lo quiera visitar, lo haga». El edil popular sostiene que «éste ha sido un atractivo más del municipio».

Otra que las personas que visita hoy el monolito es Tomás Díaz, quien ha venido desde la Península a pasar unos días de vacaciones junto a su mujer. Han acudido expresamente hasta el lugar a sacarse una foto de recuerdo. «¿Que lo van a destruir?, ¡menuda ridiculez!», exclama al enterarse de su cercana desaparición. «No se puede cargar de un plumazo un hecho de esta relevancia».

En 2008, cuando se aprobó su retirada, el Cabildo se planteó trasladarlo al cuartel militar de Almeyda, en Santa Cruz de Tenerife. Esta opción está descartada en la actualidad, afirma el consejero Valbuena: «No tiene cabida en un museo ni en unas instalaciones militares porque el ejército democrático de hoy en día nada tiene que ver con el de la época».

La medida ha avivado la polémica entre colectivos que se muestran a favor y en contra de la demolición. De un lado, la asociación tinerfeña Tertulia de Amigos 25 de Julio, que rechaza la destrucción del monolito porque recuerda un momento de la historia «guste o no guste».

Así lo asegura Emilio Abad, miembro de la asociación y militar retirado. Para Abad, la decisión es la muestra del «absurdo de esta España nuestra», dice. «En países como Francia este tipo de cosas se respetan, pero aquí, como les molesta a los que han llegado al poder, pues se elimina».

En la postura contraria encontramos a Mercedes Pérez, Presidenta de la Asociación de la Memoria Histórica en Tenerife. Para ella, «las distinciones y los honores franquistas no son historia, es recordar a los golpistas». Pérez recuerda que «no hay una calle que se llame Hitler Mussolini, ¿verdad?». Y especifica que la historia «se debe escribir en los libros».

El coste de la demolición ronda los 8.000 euros. El símbolo será sustituido por un parque que recordará los hechos sin exaltación de ninguno de los dos bandos.

http://www.elmundo.es/espana/2015/08/17/55d0c8a8e2704e16148b4589.html