José Calvo desmonta los falsos mitos sobre el maqui La Pastora

El periodista y escritor José Calvo Segarra desmontó ayer en Teruel los falsos mitos que existen sobre el maqui conocido con el apodo de La Pastora, un guerrillero al que se le imputaron numerosas muertes, pero que jamás quitó la vida a nadie. Fue una de las conferencias que se impartieron ayer en las XII Jornadas de Memoria Histórica organizadas por la Asociación Pozos de Caudé que, junto con la asociación la Gavilla Verde, rindieron homenaje a Pedro Peinado, uno de los pioneros en España de la recuperación de la memoria histórica.

La jornada de ayer fue muy especial y volvió a llenar al completo el salón de actos del Vicerrectorado de Teruel para adentrarse en la verdad histórica de un periodo que quiso silenciar, y que ahora renace gracias a la labor de los investigadores y de las asociaciones que promueven este tipo de actos.

Por un lado Calvo habló sobre un personaje que ha despertado mucha curiosidad, antes y ahora, y por otro, el encuentro turolense sirvió para recordar a una persona, Pedro Peinado, que impulsó la recuperación de la memoria, pero también de los desaparecidos durante el franquismo que fueron ejecutados y arrojados en fosas comunes sin identificar, algunas de las cuales han podido ser exhumadas en los últimos años.

Peinado impulsó, como presidente, la que hoy día es una de las asociaciones de memoria histórica de referencia, La Gavilla Verde, si bien sus fines van mucho más allá y ha impulsado en la localidad conquense de Santa Cruz de Moya numerosas actividades culturales y sociales desde su creación a principios de este siglo.

En Santa Cruz de Moya se han organizado encuentros que han permitido sacar a la luz la verdad sobre fenómenos de la resistencia al franquismo como los maquis, guerrilleros que combatieron a la dictadura y que fueron duramente represaliados, así como los pueblos de montaña en los que se movían.

La jornada de ayer se fijó precisamente en un guerrillero mítico, Teresa/Florencio Pla Meseguer, conocido como La Pastora y cuyo hermafroditismo levantó todo tipo de habladurías en su época. Fue registrado al nacer con el nombre de Teresa, pero al crecer acabó siendo conocido por la gente, debido a su complexión, con nombres como Teresot o Teresona, que enfatizaban su masculinidad conforme se desarrollaba físicamente.

José Calvo Segarra, la persona que mejor conoce al personaje, aseguró ayer en Teruel que La Pastora era “un hombre con todas las de la ley, fuerte y corpulento, pero lo que ocurre es que hasta 1949 iba vestido de mujer, porque lo habían inscrito como mujer por consejo del médico del pueblo para que no tuviera problemas en la mili”.

Calvo es autor del libro La Pastora. Del monte al mito, una voluminosa obra que indaga en este guerrillero que vivió hasta 2004 y sobre el que se han escrito muchas barbaridades y falsedades. En esa publicación, aparecida hace unos años, Calvo desmonta todos esos mitos y arroja luz sobre Florencio, que es el nombre que acabaría asumiendo durante su estancia en el Principado de Andorra y con el que ya excarcelado se reinscribiría en el Registro Civil.

Además de haberlo podido entrevistar en los años 80, Calvo asistió siendo joven, por casualidades del destino, al juicio por consejo de guerra que se le hizo en 1960 en Tarragona. El escritor tenía 19 años y quedó fascinado por el personaje, del que ya había oído hablar, puesto que La Pastora era un mito en distintas partes de Castellón, Teruel y Tarragona.

Su obra se ha convertido en un trabajo de referencia para conocer no solo a este personaje sino los movimientos de la guerrilla antifranquista. En el libro, así como ayer en la conferencia, lo que hizo fue “desmitificar el personaje, ese ha sido siempre mi trabajo”.

Ayer contó que sobre La Pastora llegaron a recaer las acusaciones de 29 muertes. “Yo creo que no llegó a matar nunca y él me lo dijo”, explicó el investigador, quien argumentó que nunca intervino, que siempre se quedó vigilando. Añadió a este respecto que aquellos con los que habló y que le conocieron le dijeron que “no tenía sangre para matar”.

“Se ha tergiversado toda la historia sobre este personaje”, insistió Calvo, que recordó que se han llegado a afirmar barbaridades, como que trabajó de prostituta por Teruel, y al que definió simple y llanamente como “un buen hombre”.

Su mito ejemplificaría como pocos la tergiversación histórica que se hizo de la lucha antifranquista, asociando a los guerrilleros al bandolerismo y a la delincuencia común, cuando muchos de ellos participaron en la II Guerra Mundial combatiendo a los nazis con los ejércitos aliados.

Por eso en la jornada de ayer se quiso rendir homenaje a pioneros de la recuperación de la memoria histórica como Pedro Peinado, el que fuera impulsor y presidente de la asociación La Gavilla Verde de Santa Cruz de Moya, sobre el que habló Adolfo Pastor Monleón.

Pastor ofreció un recorrido histórico sobre esta asociación y sobre el trabajo de recuperación documental que han hecho, pendiente de digitalización por el recorte de fondos que han sufrido las actuaciones en torno a la memoria histórica por parte de las Administraciones públicas. Además, las jornadas que celebran en octubre fueron las inspiradoras de las que organiza en Teruel la Asociación Pozos de Caudé, según reconoció su presidente, Francisco Sánchez.

La memoria de las mujeres socialistas en la República

El historiador Eduardo Montagut hablará hoy en las jornadas sobre Memoria de las mujeres socialistas en la República y la guerra civil a las 20 horas en el salón de actos del Vicerrectorado. Una hora antes se presentará el libro La cuadratura del círculo, de Jesús Vicente Aguirre, y el disco Esto es lo que hay, de Paco Martín.

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