La muerte del último español superviviente de Mauthausen, el cordobés Juan Romero, pone de manifiesto, según esta organización por el recuerdo y la reparación de los represaliados del franquismo, que los reconocimientos se quedan muy cortos para lo que sufrieron.
El fallecimiento a los 101 años del cordobés Juan Romero, el último superviviente español del campo de concentración nazi de Mauthausen vuelve a traer a la memoria el sacrificio por la libertad que sufrieron quienes se enfrentaron al fascismo en sus diferentes expresiones. Y ese sacrificio permanece invisibilizado, según ha explicado en La mañana de Andalucía el coordinador del proyecto ‘Todos los Nombres’, Cecilio Gordillo. “Están escasamente reconocidos en sus ámbitos locales; son muy minoritarios, aunque aquí al menos hay dos Medallas de Andalucía a represaliados”, ha comentado después de que a Juan Romero se le hiciera un reconocimiento muy tardío este pasado verano en Francia, donde residía.
Gordillo, además, ha criticado que todo se quede en “un papelito” cuando ha afirmado que las familias agradecerían que fueran las Administraciones las que llevasen a cabo “la inscripción como fallecido en el Registro Civil por la dificultad y el coste que supone que va de los 1.000 a los 2.500 euros cuando una orden del Fiscal haría que se produjera automáticamente”.
Según los últimos datos del Ministerio de Justicia, en los campos de concentración nazis hubo 1.117 andaluces “fundamentalmente en Mauthausen-Gusen”.
