Tortosa (Tarragona). La Generalitat busca restos de Francisco Serrano, un maquis que murió tras ser tiroteado en una masía.

Comienzan los trabajos de excavación para exhumar al maqui Francisco Serrano

La familia trasladará los restos al municipio de Castellote, donde actualmente reside su hija, Lidia Serrano

La exhumación de los restos del maqui Francisco Serrano Iranzo ha dado comienzo este miércoles en el cementerio dels Reguers, en Tortosa, de manera inminente tras el anuncio de la consejería de Justicia de la Generalitat de Cataluña, que confirmó el pasado lunes que los trabajos empezarán en «pocas semanas», poniendo así fin a un largo proceso de búsqueda e investigación, pero también de trabas administrativas.

Una fuente oral, quien también estuvo presente en el inicio de los trabajos, permitió localizar el cuerpo del guerrillero, que fue asesinado en 1954. Ahora, el departamento de Justicia de la Generalitat de Catalunya, exhumará los restos para que la familia pueda trasladarlo al municipio de Castellote, donde actualmente reside su hija, Lidia Serrano. Tenía 9 años cuando su padre se fue de casa, 18 cuando le mataron. «Para mi ha sido un día alegre y triste a la vez«, ha relatado a La Comarca.

Lidia Serrano ha estado presente este miércoles en el inicio de la excavación y ha recordado que la Guardia Civil impidió que la familia se llevara el cuerpo cuando murió su padre. «Estoy muy contenta de saber que mi padre por fin va a estar donde le pertenece estar, al lado de mi madre. Por otra parte, me da mucha tristeza ver donde ha permanecido tantos años», ha relatado emocionada. Ya son 66 años desde el asesinato de Francisco Serrano, tiempo en el que según los datos recabados ha permanecido en el cementerio dels Reguers. «Lo enterraron sin nada, yo he hecho lo que he podido, mi voluntad es que lo saquen lo antes posible».

Aunque en un principio se barajaron dos puntos posibles para empezar a realizar las prospecciones, un testigo directo del enterramiento de Francisco Serrano– quien ha estado presente en el inicio de la excavación-, ha indicado el punto «exacto» donde asegura que se encuentran los restos. «Estuvo cuando enterraron a mi padre y por eso sabe donde está la fosa», ha relatado su hija, quien ha tenido posibilidad de conocerle. Este testigo tenía siete años cuando presenció el enterramiento.

Aunque todos los indicios concluyen que el lugar donde se está buscando es el correcto, se tiene por delante varios días de un proceso de búsqueda minucioso. «Costará unos cuatro días levantar la tumba y otros cuatro meses hasta que lo puedan trasladar», ha explicado Lidia Serrano. Una vez localizados los restos, estos serán cotejados con una muestra de su ADN que ya se encuentra disponible en el Servicio de Genética de Vall d´Hebron. Cabe destacar que el intento por recuperar los restos de Francisco Serrano supone una iniciativa pionera a nivel estatal, ya que el objetivo es repatriar los restos desde Tortosa hasta Castellote con todos los impedimentos que ello conlleva.

La hija de Francisco Serrano ha querido destacar también «la gran ayuda de las autoridades», quienes también han estado presentes en el inicio de la excavación, entre ellas, la Directora de Memoria Democrática de la Generalitat, Gemma Dòmenech. También ha estado presente el principal investigador del caso quien ha conseguido recabar la mayor parte de la información con testigos directos, el periodista Óscar Meseguer.

Por su parte desde la Asociación de Familiares y Amigos Asesinados en Magallón (AFAAEM)-entidad que se ha implicado en el proceso de búsqueda y ha asesorado a la familia-, se han mostrado muy satisfechos con el avance de la búsqueda. «Celebramos que se haga todo lo posible, es una satisfacción grande poner nombre y apellidos a los restos de sus ser queridos y terminar con una larga espera», ha destacado Pilar Gimeno, presidenta de la asociación.

El guerrillero Francisco Serrano Iranzo fue asesinado el 3 de agosto de 1954 en la pedanía dels Reguers. Este maqui, miembro de la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA), era un militar muy activo y pasó sus últimos años de vida junto a Florencio Pla Meseguer, más conocido como ‘La Pastora’.

___________________________________________________________

La Generalitat busca restos de un maquis que murió tras ser tiroteado en una masía

GERMÁN GONZÁLEZ / Miércoles, 25 noviembre 2020 – 18:25

La familia del guerrillero antifranquista aragonés ha reclamado el cuerpo para poder enterrarlo

La Dirección General de Memoria Democrática del Departament de Justícia de la Generalitat ha iniciaro una excavación en el cementerio de la pedanía de los Reguers, en Tortosa (Tarragona), para intentar recuperar los restos de Francisco Serrano Iranzo, un maquis aragonés conocido con el apodo de ‘el Rubio’. Tras la Guerra Civil, el guerrillero antifranquista actuó en la zona del Maestrazgo, els Ports y la Terra Alta junto con Florencio Pla, conocido como La Pastora ya que era intersexual y se crió como mujer.

Los dos maquis asaltaron una masía de los Reguers la noche del 3 de agosto de 1954. Entraron en la casa a la hora de cenar e intentaron secuestrar a la hija de la familia para poder obtener dinero y comida. Uno de los hijos, oficial de milicias, tenía una pistola escondida y aprovechó un momento de distracción para disparar a Francisco Serrano. Los guerrilleros lograron huir de la casa, aunque Serrano terminó muriendo a causa de las heridas. Su cuerpo fue encontrado la mañana siguiente en el barranco de Vallcervera, cerca de la masía.

El alguacil y el sereno cargaron el cadáver encima de un carro y se lo llevaron al cementerio, donde fue enterrado en el suelo, no se sabe si con ataúd o sin. La Dirección General de Memoria Democrática ha hecho un exhaustivo trabajo de documentación sobre el cementerio de los Reguers para precisar el lugar exacto donde fue enterrado.

Francisco Serrano era natural de Castellote, un municipio de Teruel. La Guardia Civil comunicó la muerte en la familia, pero no permitió trasladar el cuerpo al pueblo natal. La hija del maqui, Lidia Serrano, tiene ahora 84 años y sigue viviendo en Castellote. Inscribió el caso en el Censo de personas desaparecidas y quiere identificar su padre y enterrarlo en el pueblo. Justicia obtuvo una muestra de su ADN por medio de un kit enviado expresamente. Los cruces genéticos con el ADN de los restos tendrán que determinar la identidad.

La del cementerio de los Reguers es la 33ª fosa que se abre gracias al plan específico para identificar las víctimas. Las excavaciones han permitido recuperar restos de 330 personas de las se han identificado 8 gracias a un programa que coteja perfiles genéticos de familiares de víctimas y perfiles genéticos de restos localizados en fosas.

El Programa de identificación genética dispone actualmente de unas 2.500 muestras de ADN de donantes vivos y de unos 300 perfiles genéticos de restos de fosas. Cada extracción de ADN de un individuo de una fosa tiene un coste aproximado de unos 1.000 euros. La donación de ADN por parte de familiares es gratuita e indolora, y es clave para poder identificar a las víctimas. Los familiares que quieran dar una muestra genética deben inscribirse en el censo de personas desaparecidas. El Hospital Universitario Vall d’Hebron es el encargado de extraer la muestra del frotis bucal.

Este censo cuenta con 6.000 casos inscritos de los que 1.500 son personas de fuera de Cataluña que murieron o desaparecieron en territorio catalán, como el maquis Serrano. Se calcula que hay en Cataluña 20.000 personas enterradas en fosas de la Guerra Civil y Justícia tiene documentados 527 puntos de entierro.