Juicios sin abogados, confesiones bajo tortura, ser de izquierdas como motivo para la muerte, tribunales de la venganza sin pruebas. Todo lo que la dictadura condenó, la democracia lo convierte en papel mojado
El Gobierno ha entregado simbólicamente 600 declaraciones individualizadas que certifican la anulación de los procesos judiciales del franquismo. Son procesos que quedan anulados automáticamente con la entrada en vigor de la Ley de Memoria Democrática, pero este gesto es un paso más. Está por ejemplo también la del poeta Vicente Aleixandre. O la de Blas Infante. O la de María Zambrano. O la de Ángeles Flórez Peón, más conocida en la lucha antifranquista como Maricuela. También el poeta Miguel Hernández o el último ejecutado con garrote vil en España: Salvador Puig Antich.
Hablamos con su hermana, Merçona Puig Antich, para conocer de qué manera llega este homenaje a los familiares. Escuchamos a Juan Antonio Ríos Carratalá, que en otro episodio de Un tema Al día ya nos explicó cómo funcionó el franquismo con este tipo de sentencias. También hablamos con la periodista de elDiario.es Marta Borraz, que nos explica de qué manera el Estado está reparando la memoria de las víctimas del franquismo.




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