Miles de obras expoliadas permanecen en los destinos que eligió el franquismo tras la Guerra Civil
No existe una auditoría completa de todos los bienes confiscados por el régimen
Cinco cuadros en una sala de la Casa de Colón en Las Palmas de Gran Canaria. Cinco pinturas que pertenecieron a Pedro Rico, alcalde republicano de Madrid, protegidas por la Junta de Incautación de la Segunda República y no devueltas por el franquismo. Cinco escenas costumbristas cuya restitución se firmó el 28 de noviembre de 2024 en la Casa de Colón, dependiente del Cabildo de Gran Canaria. Fue la primera devolución de obras expoliadas por la dictadura en virtud de la Ley de Memoria Democrática de 2022. La gestionó y la completó el Servicio de Museos de Gran Canaria. La democracia se ha tomado su tiempo, casi 50 años, para restituir algunas de las miles de obras que el franquismo no devolvió después de terminar la Guerra Civil.
“Misión cumplida”, decían satisfechos Francisca y Pedro Rico, nietos del alcalde republicano de Madrid, cuando recibieron en Madrid, el 20 de mayo de 2025, las cinco obras llegadas desde Gran Canaria. Los cuadros estaban recién desembalados cuando Francisca Rico abrió a RNE las puertas de su casa. Dos días después, ella y su hermano, ambos octogenarios, acudieron al Museo del Prado para recuperar seis cuadros devueltos por el Ministerio de Cultura. Y el pasado 10 de noviembre, viajaron a Oviedo para la restitución de una obra confiscada por el franquismo que acabó en el Museo de Bellas Artes de Asturias.
Antes, en diciembre de 2024, la Biblioteca Nacional devolvió a la Fundación Giner de los Ríos un retrato infantil del propio Francisco Giner de los Ríos, alma de la Institución Libre de Enseñanza, prohibida por la misma dictadura que también confiscó arte a Ramón de la Sota, industrial vasco afín al PNV. En septiembre de 2022, sus herederos recuperaron dos obras de todas las expoliadas a De la Sota.
“Quedan miles de obras por restituir”
“Las devoluciones de obras confiscadas por el franquismo y entregadas a diestro y siniestro a distintos destinos acaba de empezar. Quedan miles de obras por restituir y, por lo tanto, estamos en los inicios de un proceso que yo espero que no se pare”. Lo afirma Arturo Colorado, catedrático y profesor emérito de la Universidad Complutense de Madrid, autor de Arte, botín de guerra. Expolio y diáspora en la posguerra franquista, publicado por Cátedra.
Colorado también redactó en 2022 un informe por encargo del Museo del Prado, que quiso conocer las obras confiscadas que permanecen en sus fondos. Entre ellas, dos pinturas propiedad de las iglesias parroquiales de Yebes y Pareja, en Guadalajara. Se protegieron durante la Guerra Civil en el Museo del Prado, pero el franquismo no las devolvió. Actualmente, su restitución se tramita “con agilidad”, según Laura Sánchez-Gaona. Es abogada de Caliope Art Law y también ha representado a los herederos de Pedro Rico: “Obviamente, este tema de Pedro Rico ha servido como un aliciente para que herederos en la misma situación, o instituciones, puedan creer que sí que es posible”.
El Cabildo de Gran Canaria, pionero en la devolución
A Laura Sánchez-Gaona nunca le han faltado palabras de reconocimiento para el Cabildo de Gran Canaria, el pionero en la devolución de obras expoliadas al alcalde republicano de Madrid: “Gracias al expediente que se ha llevado a cabo en Gran Canaria, se han empezado a sentar las bases para tramitar un proceso de este tipo, aun faltando el reglamento de ejecución de la Ley de Memoria Democrática, y ha sido de una gran utilidad”.
Desde el Servicio de Museos de Gran Canaria, su jefa, Alicia Bolaños, en varias entrevistas con RNE, ha explicado su actitud favorable a la devolución de los cuadros de Pedro Rico: “El deseo está ahí desde el principio hasta el final. Hemos visto que esto era lo correcto. Lo que pasa es que teníamos que argumentarlo bien, investigar bien para poder fundamentar la devolución”.
En el artículo 31.1 de la Ley de Memoria Democrática de 2022, “se reconoce el derecho al resarcimiento de los bienes incautados (…) por razones políticas, ideológicas, de conciencia o creencia religiosa durante la Guerra y la Dictadura”. Sin embargo, no existe aún el reglamento que desarrolle la norma. Lo subrayan tanto Laura Sánchez-Gaona como Arturo Colorado, que han topado en varias ocasiones con puertas cerradas y burocracias difíciles.
“Hay ministerios que tienen obras confiscadas”
Según la investigación de Arturo Colorado, “hay ministerios que tienen obras confiscadas, muchas” y cita a “Hacienda, Justicia, Educación, Exteriores”. Arturo Colorado se pregunta: “¿Por qué no se investiga? Lo desconozco”. Esto sucede a pesar de que la Ley de Memoria Democrática, en el artículo 31.2, obliga a la Administración General del Estado a realizar una auditoría de los bienes expoliados durante la Guerra Civil y la dictadura franquista. Una auditoría, con el consiguiente inventario, que debía estar completado, porque la norma de 2022 establecía un plazo de un año. Solo el Ministerio de Cultura ha cumplido hasta ahora. En junio de 2024, publicó un inventario con más de 5000 bienes expoliados que se habían identificado en los Museos Estatales.
El profesor emérito de la Universidad Complutense de Madrid también ha encontrado “opacidad” en su propio centro académico: “Calculo que hay nueve universidades con bienes confiscados y las actitudes son muy diferentes”. Añade que “hay universidades que han asumido la realidad, por ejemplo, la de Oviedo, la Universidad de Barcelona” que demuestran “actitud positiva”. Al contrario, entre las universidades “que no han asumido el tema y se resisten”, menciona a la Universidad Complutense: “Mi propia universidad me negó el acceso a la información y tiene obras confiscadas”.
Hace 50 años que la muerte de Franco dio paso a la democracia, Transición mediante. Solo en estos últimos años han empezado a restituirse unas pocas de las miles de obras que la dictadura no devolvió a sus legítimos propietarios. “Es una huella que ha dejado el franquismo, entre tantas obras. Una herida, todavía abierta, que habrá que cicatrizar y para eso, sinceramente, pienso que es la Administración la que debe asumir el tema”. Cuando Francisca Rico recibió en su casa los cinco cuadros expoliados procedentes de Gran Canaria, la nieta del alcalde republicano de Madrid exclamó “¡ya era hora!”.



