Nació en Málaga el 11 de noviembre de 1883, en la familia de los Blasco Alarcón, familiares directos de Pablo Picasso. Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Madrid, empezó en la capital su profesión de periodista, que continuó en Cuba en los años veinte. En 1930 volvió a España, donde consiguió plaza de catedrático de Lengua y Literatura en el Instituto Nacional de Segunda Enseñanza de Cádiz.
Impartió clases en Tetuán y en el Hispano-Marroquí de Ceuta, a cuya plantilla pertenecía para curso de 1935-36. Tras el golpe militar, y aunque ya no se encontraba en la provincia, fue separado del servicio por la autoridad militar y expedientado por la Comisión Depuradora de Cádiz, que lo reclamó por requisitoria el 11 de enero de 1937, le instruyó el pliego de cargos el 21 de enero de 1937 y decidió la separación definitiva del servicio el 13 de febrero de 1937, que fue confirmada por el Gobierno franquista de Burgos en marzo del mismo año, dándole de baja en el Escalafón.
Cuando se produjo la sublevación, José Blasco, que se encontraba en Madrid, permaneció leal al gobierno republicano y trabajó para su servicio de contraespionaje. En 1939 se refugió en Francia, de donde marchó rumbo al exilio, desembarcando en La Habana (Cuba) en abril del mismo año. En la isla comenzó a desempañar una labor muy comprometida con la Segunda República y sus principios más progresistas.
Su contribución al desarrollo del ambiente cultural cubano, como muchos de sus compañeros españoles exiliados, quedó patente en la creación y participación en centros culturales, como el Centro de Divulgación Social, del que formó parte de su Junta Directiva, o la defensa de los valores democráticos republicanos en la redacción de emisiones de radio, como «La Voz del Aire», programa del que fue jefe de información, o la transmisión del antifranquista «Por España y la Democracia», financiado por el Círculo Republicano Español, para el que escribía y también era locutor. Su colaboración en otros medios de divulgación y asociación aparece junto a otros nombres de exiliados de amplio reconocimiento nacional e internacional como Juan Ramón Jiménez, José Ortega y Gasset o María Zambrano, entre otros. José Blasco Alarcón nunca regresó a España: falleció en La Habana el 10 de mayo de 1960.92
Fuente: María Isabel García Lafuente: La depuración de la enseñanza y del cuerpo docente en el norte de África a partir del 17 de julio de 1936: Protectorado español de Marruecos, Ceuta y Melilla, y su alcance en Tánger, Protectorado francés de Marruecos y Argelia colonial. Tesis doctoral, Universidad de Sevilla, 2019. Accesible en https://idus.us.es/handle/11441/88934
