ACTUALIZADO. Ascensión Mendieta: esa gigante civil que dio a todos los gobiernos lecciones de dignidad.

La lucha de Ascensión simbolizó el desamparo de las víctimas de la dictadura y la fortaleza de quienes vivieron vidas arrasadas por el fascismo

Colaboraron en la exhumación de su padre forenses españoles, británicos y portugueses; faltaba, como había faltado en toda una vida de búsqueda, el Estado

Cientos de miles de ‘Ascensiones Mendieta’ han muerto en España ignoradas por el Estado, escuchando discursos políticos que hablaban de reconciliaciones y de transiciones ejemplares mientras nadie les garantizaba verdad, justicia y reparación

Muere Ascensión Mendieta, la impulsora de la querella argentina que consiguió recuperar los restos de su padre fusilado por el franquismo

Emilio Silva / 16/09/2019 – 22:08h

 

Ascensión Mendieta (1925-2019) aguardaba sentada junto al nicho del Cementerio Civil de Madrid, en el que estaba a punto de ser enterrado su padre, Timoteo, un sindicalista asesinado por la represión franquista, el 15 de noviembre de 1939, identificado casi ochenta años después. Aunque no se publicitó la hora del entierro, cientos de personas aparecieron para acompañarla en ese momento. Había pasado muchos años luchando, muchos gobiernos democráticos para los que ella fue insignificante, muchos menosprecios parlamentarios, como el de Rafael Hernando, y toda clase de obstáculos que consiguió sortear gracias a un amor y una dignidad que la hicieron invencible ante todos los impedimentos que se interponían a su deseo de dar una sepultura digna a su padre.

Cuando el ataúd con los restos genéticamente idenficados de Timoteo fue depositado en el nicho, estalló en la garganta de Ascensión un grito terrible, un profundo lamento que llevaba setenta y seis años incrustado bajo uno de sus pulmones, enquistado por un duelo nunca elaborado, por el transcurso de lustros repletos de abandono institucional, en los que la familia fue muriendo y depositando en ella la responsabilidad de dar nombre y digna sepultura a los restos de su padre.

Timoteo Mendieta le fueron a buscar a casa después de comer. Su participación sindical le había puesto en el punto de mira de los fascistas de Sacedón. Llamaron a la puerta y una niña de trece años, Ascensión, la abrió y cuando preguntaron por él señaló la habitación en la que estaba durmiendo la siesta. Se llevaron a Timoteo por la fuerza y lo encerraron en la cárcel de Guadalajara hasta el día en que lo sacaron para asesinarlo y lo enterraron en una fosa común.

Su viuda tuvo que empezar de cero, señalada, vigilada y castigada, viajaba a Madrid para vender, hacer trueques y conseguir algo que sus hijos se llevaran a la boca. Averiguaron dónde podía estar enterrado Timoteo, pero durante años tuvieron que tirar flores por encima de una tapia, porque los salvadores de España les impedían acceder a ese lugar.

Llegó la democracia y la ausencia del padre siguió presente, sin que el final de la dictadura hubiera supuesto la atención debida por parte del Estado democrática y oficialmente ‘reconciliado’. Ascensión y su hermana Paz iniciaron la búsqueda de ayuda en las instituciones, querían saber, querían terminar con la incertidumbre de ese padre que, como dijo Ascensión, “había pasado toda la vida bajo tierra”, toda la que le quitaron.

Falleció Paz y Ascensión no cejó en su empeño, acosada por un reloj biológico que no entendía de leyes de memoria, que no le sirvieron para nada, ni de vagas promesas políticas. Pasaron los años y fue capaz de cumplir los 88 subida en un avión, camino de Buenos Aires, para sumarse a la causa argentina abierta contra el franquismo el 14 de abril de 2010, interpuesta por Darío Rivas –recientemente fallecido– y por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH). Allí pidió ayuda a una jueza argentina que en aplicación del principio de jurisdicción universal había abierto una causa penal contra los crímenes de la dictadura.

Meses después, la justicia argentina ordenó la exhumación de Timoteo. Tras esquivar retrasos de la justicia española y del Ayuntamiento de Guadalajara, gobernado entonces por el Partido Popular, los voluntarios de la ARMH iniciaron la búsqueda, pero descubrieron que los restos de Timoteo no estaban donde el registro del cementerio aseguraba. Así que se llevó a cabo una segunda exhumación y entonces las pruebas genéticas, hechas con urgencia, dijeron quién era y dónde estaba Timoteo.

La exhumación fue financiada por la ARMH, por el sindicato ELOGIT de electricistas noruegos y la ayuda del Equipo Argentino de Antropología Forense. Colaboraron en ella forenses españoles, británicos y portugueses y entre el resto de personas voluntarias las había de varias nacionalidades. Faltaba, como había faltado en toda una vida de búsqueda, el Estado.

La lucha de Ascensión simbolizó el desamparo de las víctimas de la dictadura y la fortaleza de quienes vivieron vidas arrasadas por el fascismo. Su imagen frágil y su dulzura al hablar de su lucha empujaron a muchas otras familias a iniciar la búsqueda de un ser querido.

En el funeral de Timoteo, se oyó a Ascensión dar las gracias “por venir a un acto tan triste”. Su lucha permitió además identificar a otras treinta personas asesinadas en condiciones similares a las de su padre. Cuando el 19 de mayo de 2018 se entregaron en Guadalajara 25 cuerpos identificados, todos los familiares, al recibir los restos, agradecieron a esa frágil y enorme defensora de los Derechos Humanos de Sacedón la oportunidad que había creado con su lucha.

Durante muchos años, Ascensión vivió pensando en cómo habría muerto su padre; si fue al instante, si lo dejaron herido y ocurrió lentamente, incluso si pasó frío. Cuando no podemos despedir y cerrar el duelo tras la muerte de un ser querido, hay piezas que no encajan y que pueden ser arrastradas toda la vida. España es un país en el que cientos de miles de ‘Ascensiones Mendieta’ han muerto ignoradas por el Estado, escuchando discursos políticos que hablaban de reconciliaciones y de transiciones ejemplares mientras nadie les garantizaba verdad, justicia y reparación.

Cuando en el Cementerio Civil de Madrid, Ascensión sea enterrada junto a su padre, Timoteo, el eje del mundo se habrá desplazado una diminuta distancia para acercarse a la justicia. Pero seguiremos viviendo en un país en el que ninguno de los asesinos, que arrancaron de su siesta a personas que defendían el bien común para asesinarlos, se habrá sentado en un banquillo como acusado. Y esa realidad, esa terrible e insoportable injusticia, seguirá siendo una causa fundamental de muchas de las debilidades de nuestra democracia.

https://www.eldiario.es/zonacritica/Ascension-Mendieta-gobiernos-lecciones-dignidad_6_942865734.html

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La sentencia que llevó al paredón al padre de Ascensión Mendieta todavía es legal y firme

La Ley de Memoria Histórica reconoce la ilegitimidad de este tipo de sentencias, pero no las declara nulas. Asimismo, cabe destacar que la exhumación de Timoteo Mendieta fue posible gracias a los exhortos de la Justicia de Argentina, la financiación de un sindicato noruego de electricistas y el trabajo de muchos voluntarios de la ARMH.

Ascensión Mendieta falleció el lunes a punto de cumplir 94 años. Las redes se volcaron de mensajes de cariño y respeto nada más hacerse pública la noticia. La lucha de esta mujer por recuperar los restos de su padre, Timoteo, se convirtió en los últimos años en un símbolo de la lucha de las víctimas del franquismo. Ella prometió a su madre que haría todo lo posible por sacar a su padre de la fosa común del cementerio de Guadalajara, donde fue enterrado en 1939 tras ser fusilado por la dictadura franquista, y lo consiguió. Tuvo que remover cielo y tierra, incluso viajar a Argentina con 88 años para convencer a una jueza, pero Ascensión lo consiguió. En 2017 la prueba de ADN confirmó que había encontrado, por fin, los restos de su padre. Ahora, podrá cumplir su deseo de ser enterrada con un “trozito de él”. 

Sin embargo, pese a los años transcurridos desde que el caso de Ascensión Mendieta se hizo popular, nada ha cambiado en España. Ha habido promesas, declaraciones de intenciones y proposiciones no de ley, pero nada ha cambiado. Por ejemplo, Timoteo Mendieta, el padre de Ascensión, fue fusilado a finales de 1939 en ejecución de una sentencia dictada por un consejo de guerra. La sentencia mandaba al sindicalista Timoteo, presidente de UGT en Sacedón (Guadalajara) y carnicero de profesión, al paredón de fusilamiento. Su delito, como tantos y tantos otros, fue el de “auxilio a la rebelión”, que traducido al lenguaje no franquista significa que se mantuvo leal a la República y no se adhirió al golpe de Estado franquista.

La sentencia que acabó con la vida de Timoteo Mendieta sigue siendo hoy día completamente legal y firme. Hasta ahora la Ley de Memoria Histórica aprobada por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero en 2007 ha servido para reconocer que se trata de sentencias “ilegítimas”, pero en el actual ordenamiento jurídico continúan siendo legales y firmes. De hecho, durante la tramitación de aquella ley, colectivos memorialistas y grupos parlamentarios como IU o ERC pidieron que el Congreso también reconociera la “nulidad” de estas sentencias, pero el PSOE rechazó la propuesta porque, según afirmaban, provocaba “inseguridad jurídica”

“Declarar una sentencia como ilegítima pero no declarar su nulidad fue una medida meramente estética sin efecto alguno para las familias de las víctimas. La sentencia que condenó a Timoteo sigue siendo firme. Ningún tribunal español la ha anulado y, por lo tanto, continúa contaminando de injusticia a todo el ordenamiento jurídico español”, explica a Público Ana Messuti, la abogada que desde la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina llevó el caso de Ascensión Mendieta en los tribunales de Argentina. 

En los últimos años, el PSOE ha cambiado de postura y se ha comprometido a reformar la Ley de Memoria Histórica para, entre otras cosas, introducir la “nulidad” de las sentencias de los órganos represores del franquismo. Además, en septiembre de 2017, los socialistas llevaron al Congreso una Proposición No de Ley, sin efecto jurídico ni vinculante, para declarar la nulidad de la sentencia que condenó a muerte al presidente de la Generalitat Lluís Companys, fusilado en octubre de 1940 por el franquismo. Asimismo, el Pleno del Congreso aprobó en noviembre de 2017 una iniciativa legislativa para declarar nulos los juicios políticos del franquismo. Sin embargo, el Congreso fue disuelto y no se aprobó la nulidad. 

Sin embargo, a día de hoy, ninguna de estas iniciativas se ha materializado. 

Sin fondos ni plan para exhumaciones

El caso de Ascensión y Timoteo Mendieta también mostró a la ciudadanía las dificultades que sufren las víctimas del franquismo para conseguir recuperar los restos de sus seres queridos. En este caso, Ascensión consiguió cumplir con la promesa que le hizo a su madre gracias a la implicación de la Justicia de Argentina y a la juez María Servini. También a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica y sus voluntarios, que se encargaron de los trabajos técnicos de exhumación con el apoyo económico del sindicato de electricistas Elogit.

El juzgado de instrucción nº1 de Guadalajara rechazó a principios de 2015 el exhorto de la Justicia de Argentina que pedía que se exhumaran los restos de Timoteo Mendieta, presidente de UGT en Sacedón en 1936. Sin embargo, la insistencia de Ascensión y de su equipo jurídico abrió las puertas. “Fue un momento muy duro. Nos paseamos por muchos juzgados de Guadalajara buscando explicar la urgencia del caso. Finalmente, lo consiguió. Creo que fue la misma fortaleza de Ascensión la que convenció a los jueces”, prosigue Messuti. 

La ARMH tuvo que recurrir al sindicato noruego Elogit para sufragar cerca del 50% de los cerca de 100.000 euros que costó la exhumación

Pero los problemas continuaban. Con los permisos en la mano para exhumar, hacía falta el dinero necesario para ejecutar la exhumación científica de los cuerpos. Y en aquel momento, como en la actualidad, el Gobierno de España no tenía fondos para financiar las exhumaciones de las víctimas del franquismo. Así que la ARMH tuvo que recurrir al sindicato noruego Elogit para sufragar cerca del 50% de los cerca de 100.000 euros que costó la exhumación.

“El Estado español debe cumplir con sus deberes. Este trabajo es urgente porque hay familiares a quienes les queda poco tiempo de vida y que siguen buscando a sus seres queridos. Para mí esto es una verdadera vergüenza. No sólo para el gobierno español, también para nosotros, porque los republicanos españoles lucharon por la democracia de toda Europa, defendían la democracia, estamos en deuda con ellos”, señaló a Público Henning Solhaug, representante del sindicato de electricistas noruego Elogit en una entrevista reciente

A todos estos problemas hubo que añadir que el Ayuntamiento de Guadalajara pasó a la ARMH una factura de algo más de 1.000 euros por los trabajos que realizó en el cementerio municipal. En concreto, el Consistorio emitió una factura que cobraba una tasa de 73,48 euros por cuerpo exhumado, así como otro impuesto de 63,69 euros por la inhumación de cada represaliado, por lo que la factura final, teniendo en cuenta el número de cuerpos exhumados de la fosa común donde estaba Timoteo Mendieta, ascendió a 1.396,12 euros. 

La familia de Ascensión Mendieta, de hecho, acudió a los tribunales para que el Estado se hiciera cargo de los cerca de 100.000 euros que costó la exhumación, pero el Supremo rechazó esta posibilidad. La Sala Tercera desestimó las peticiones de la familia al concluir, básicamente, que las familias de los represaliados no tienen capacidad para reclamar esas ayudas ya que la ley da esa potestad a las asociaciones memorialistas. 

“Ascensión Mendieta ha representado el abandono de las víctimas de la dictadura, porque ningún gobierno ya en democracia la ayudó a encontrar a su padre, y la dignidad de una mujer que lucho durante muchas décadas y recorrió miles de kilómetros para ser sacar a su padre de una fosa común y darle una sepultura digna en el cementerio civil de Madrid. Ha demostrado una enorme estatura civil, muy por encima de todos los gobiernos a los que tuvo que escuchar que en la Transición se habían reparado los daños de la dictadura, gobiernos que ignoraron sus derechos y su lucha y que la obligaron a cumplir 88 años a bordo de un avión que la llevaba a Argentina, donde obtuvo la ayuda que le negaron todos los poderes de su país”, concluye Emilio Silva, presidente de la ARMH. 

En la actualidad, pese a los anuncios formulados por el PSOE, España continúa sin fondos para sufragar las exhumaciones de las víctimas del franquismo ya que no han sido aprobados nuevos presupuestos y el Gobierno tampoco ha dispuesto de ninguna partida especial. Asimismo, el Ejecutivo tampoco ha asumido su responsabilidad de hacerse cargo de las exhumaciones, según marca el derecho internacional. Es más, la propuesta del PSOE de realizar un Plan especial de exhumaciones no aparecía en las medidas que los socialistas ofrecieron a Podemos para apoyar su gobierno en solitario. 

https://www.publico.es/politica/sentencia-llevo-paredon-padre-ascension-mendieta-todavia-legal-firme.html

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  • + INFORMACIÓN.
  • Muere Ascensión Mendieta, símbolo de la lucha por la memoria histórica.
  • La Justicia Argentina permitió que recuperara los restos de su padre, Timoteo, fusilado en 1939 y enterrado en una fosa común
  • Mendieta ayudó a muchas familias a recuperar los restos de sus familiares, algunos que ni siquiera sabían de su fusilamiento 

16.09.2019 | actualización 16:42 horas / Por RTVE.es/AGENCIAS

Ascensión Mendieta, la mujer que luchó durante años para recuperar los restos de su padreTimoteo Mendieta, represaliado del franquismo y logró exhumarlos en 2017 del cementerio de Guadalajara, en el primer caso de lo que se denominó “querella argentina” contra los crímenes del franquismo, ha fallecido a los 93 años.

Su familia ha informado de su muerte este lunes y su nieta Aitana Vargas ha tenido unas emotivas palabras en redes sociales, en las que ha escrito: “El espíritu de mi abuela Ascensión Mendieta se ha sumado hoy al de su padre, Timoteo Mendieta. Pronto descansarán juntos en el final de una travesía que prendió la llama de esperanza en otros españoles que buscan a sus seres queridos. Gracias por acompañarla en este viaje”.

La exhumación de Timoteo Mendieta, presenciada por su hija Asunción y numerosos familiares, fue la primera de la “querella argentina”, y se hizo siguiendo un exhorto de la jueza Servini, que investigó los crímenes del franquismo en España.

En España, la exhumación fue autorizada por el titular del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Guadalajara y, tras dos intentos infructuosos, los restos de Timoteo, que fue fusilado en 1939, fueron hallados en la fosa número 1 del cementerio de Guadalajara en mayo de 2017.

Cerca de los restos de su padre

Tanto Ascensión como el resto de su familia, sus hijos y nietos, recibieron con gran alegría la noticia y su hija, que con 88 años viajó a Argentina para reunirse con la jueza Servini, afirmó que su ilusión era tener los restos de su padre para que le pudieran enterrar con él.

El 2 de junio de 2017 Timoteo Mendieta fue enterrado en el cementerio civil de la Almudena de Madrid en un acto donde no faltó Ascensión, quien vio con vida a su padre por última vez a los trece años y que le recordaba como “una persona buenísima, al que todo el mundo quería”.

Tras los trabajos de exhumación iniciados para encontrar a Timoteo Mendieta, de la mano de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, cerca de una decena de víctimas enterradas en la misma fosa se interesaron por recuperar sus restos.

Así, el empeño de Ascensión Mendieta, quien se ha convertido en un símbolo de la lucha por la recuperación de la Memoria Histórica, ayudó a muchas otras familias a recuperar los restos de sus familiares, algunos que ni siquiera sabían de su fusilamiento y enterramiento en fosas.

De hecho, en 2018, el centro San José de Guadalajara acogió el acto de entrega, por parte de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), a sus familias de los restos identificados genéticamente de 22 personas que fueron exhumadas en el cementerio de Guadalajara y que fueron asesinados en la represión franquista.

http://www.rtve.es/noticias/20190916/muere-ascension-mendieta-simbolo-lucha-memoria-historica/1979315.shtml