ACTUALIZADO. Servini reactiva la causa contra el franquismo con dos testimonios

Mañana declara un familiar de José Sagarna, sacerdote fusilado, y el día 26 hablará Ortiz Alfau

DEIA.COM | M. VÁZQUEZ | BILBAO | 15-9-2016

La jueza argentina María Servini mantiene en pie la causa para investigar los crímenes franquistas a pesar de las dificultades y la falta de colaboración que estaría encontrando por parte del Estado. En este momento, la causa está sumida en cierto bloqueo, ya que resulta imposible tomar declaración a los exministros y expolicías señalados en la querella. Se intentó su extradición a Argentina, pero la justicia española la rechazó porque los delitos han prescrito y por la Ley de Amnistía. Otros movimientos posteriores para permitir la toma de declaración in situ, en suelo español, tampoco han prosperado. En ese contexto, la magistrada continúa recabando testimonios de víctimas, y este mismo mes se producirán dos nuevas declaraciones ante los juzgados vascos.

La jueza no estará presente, sino que serán los titulares vascos quienes recojan la información requerida a través de un exhorto de Servini. Mañana mismo, a las 12.00 horas y en los juzgados de Gernika, está previsto que comparezca Gorka Sagarna, sobrino del sacerdote José Sagarna, fusilado en 1936 cuando tenía 24 años. Sagarna era natural de Zeanuri, daba misa a los niños y acostumbraba a visitar a ancianos enfermos. Fue denunciado por “abertzale radical” y fusilado en Xemein. Se cuenta que lo ataron a un árbol y que, antes de asestarle los disparos fatales, perdonó a sus verdugos. “Estad tranquilos, vosotros no tenéis la culpa, pero apuntad bien”, dijo. Su figura se convirtió en un mito y desató un fenómeno de peregrinación a ese árbol desde las localidades colindantes, lo que a su vez provocó que los mandatarios franquistas sancionaran esas conductas con multas.

El 26 de septiembre, en los juzgados de Bilbao, tomará la palabra el miliciano Luis Ortiz Alfau. Fue teniente en el bando republicano, formó parte de las juventudes de Izquierda Republicana y sufrió en propias carnes las penurias de los campos de trabajos forzados. Ortiz Alfau es un rostro conocido y un todoterreno, puesto que trabaja como voluntario en el Banco de Alimentos, ha participado en tertulias y también concurrió a las elecciones municipales de 2011 en la plancha de los socialistas vascos por Bilbao.

Según informaron ayer representantes de la Plataforma Vasca para la Querella contra los Crímenes del Franquismo, se han convocado concentraciones frente a las citadas sedes judiciales para protestar por la “impunidad” que ampara estos hechos y las “dificultades” que encuentran para investigarlos. También el día 26, la misma agrupación ha organizado una concentración ante la Comandancia de Marina de Bilbao al cumplirse el 80 aniversario del fusilamiento de 42 marineros del buque carguero Udando, apresado en Galicia. El Ayuntamiento de Gernika también ha llamado a respaldar al sobrino de Sagarna en su declaración.

La causa contra los crímenes franquistas nació en 2010, cuando más de un centenar de asociaciones presentaron la querella argentina. Cabe recordar que la investigación de los crímenes en España había pinchado en hueso, puesto que la justicia estatal había considerado que los hechos habían prescrito y que, de todos modos, no podían juzgarse por la Ley de Amnistía. Las víctimas tocaron entonces la puerta argentina por el principio de la justicia universal, que permite que otro país juzgue un delito si se trata de un crimen de lesa humanidad. Sin embargo, Servini se volvió a topar con el obstáculo de la prescripción y la Ley de Amnistía cuando pidió las extradiciones, entre las que se encuentran la del exministro Rodolfo Martín Villa, señalado por los querellantes por la muerte de varios trabajadores en los sucesos del 3 de marzo de 1976 en Gasteiz. Él ha negado siempre cualquier responsabilidad u orden política a los agentes que abrieron fuego en la luctuosa jornada. En alguna ocasión se ha mostrado dispuesto a declarar sin ampararse en la prescripción, pero ha quedado en nada porque la administración española no ha dado cauce a los exhortos de Servini.

ANTECEDENTES 

Los testimonios de este mes no son los únicos que se han vertido en la causa argentina. Los últimos hasta la fecha se ofrecieron el pasado mes de julio, cuando dos gudaris contaron sus vivencias al juzgado de Barakaldo. Uno de ellos, José Moreno, lo hizo de manera presencial, pero Manuel Sagastibeltza tuvo que hacerlo desde su domicilio en Santurtzi por unos problemas de salud. En octubre del pasado año, declararon en Donostia Pedro Estonba, quien refirió haber sido torturado en comisaría en 1971, y Aitzol Azpiroz, familiar de José Ariztimuño, Aitzol, sacerdote fusilado en 1936. La propia Servini tomó declaración en persona en los juzgdos de Gernika a los hermanos Elisa y Julen Calzada, que relataron sus recuerdos sobre el fusilamiento de su padre en agosto de 1937.

http://www.deia.com/2016/09/15/politica/euskadi/servini-reactiva-la-causa-contra-el-franquismo-con-dos-testimonios

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+ INFO:

El nieto que ha cumplido el encargo de su abuelo fusilado en 1936

Xavier Pérez, nieto del teniente de alcalde de A Cañiza asesinado por el bando franquista, declara en los juzgados de Cornellà al amparo de la querella argentina

Ochenta años después, cumple el mandato de Justo Moure, que antes de morir pidió por escrito en una fotografía que se le hiciese “justicia”

Miguel Pardo / 15/09/2016 – 20:27h

Un nieto declaró este pasado miércoles en un juzgado siguiendo el encargo que había hecho su abuelo hace 80 años. En un breve testamento, escrito desde la cárcel detrás de la foto de sus tres hijos, Justo Moure había reivindicado su inocencia y había pedido “que se le hiciera justicia”. Ochenta años después, Xavier Pérez puso voz a la represión sufrida por su abuelo, teniente de alcalde de A Cañiza asesinado en 1936 por el fascismo. Fue en los juzgados de la localidad catalana de Cornellà y en cumplimiento del exhorto de la jueza Servini de Cubría, que instruye la causa por crímenes de genocidio y lesa humanidad cometidos por el franquismo. Un testimonio más dentro de la querella argentina impulsada por otro gallego, Darío Rivas, hace ya más de seis años.

La causa ha ido creciendo y acumulando millares de casos de torturados, desaparecidos y asesinados durante la dictadura o la represión posterior y anterior, muchos desde Galicia. La jueza dictó también una orden de detención, con solicitud de extradición, de veinte dirigentes franquistas que no fue respondida por el Gobierno central. Y, entre tanto, continúa recogiendo testimonios en la propia Argentina y en docenas de juzgados del Estado. En Cornellà, el pasado miércoles, la historia de Justo Moure se convirtió en una de las primeras de una víctima gallega que llega a los juzgados. Xavier Pérez, catalán hijo de gallegos, trasladó ante el juez aquella historia “que siempre estuvo en la familia” a través de una demanda impulsada por la Xarxa Catalana i Balear de Suport a la Querella Argentina, de la que forma parte.

Junto a otros tres declarantes -Flor Calzada, hija de Antonio Calzada, y David Lora, nieto de José Barajas- contestó a las preguntas que el juez realiza atendiendo a las demandas de la magistrada Servini y cuyas respuestas grabadas serán enviadas a Buenos Aires. Son cuestiones “más bien genéricas” pero en las que se aportan “todos los detalles” de aquellos episodios de represión que se añaden a la numerosa documentación sobre el caso.

“En Vigo, a dieciséis horas del día treinta y uno de octubre de mil novecientos treinta y seis […]. Fueron pasados por las armas en virtud de sentencia citada […] los reos Jesús Eugenio Pérez Pérez, Justo Moure Giráldez, Tirso Gómez Freijido y Antonio Mojón Vázquez […], quedando muertos a la primera descarga que se hizo”. Así cuenta el acta de ejecución el asesinato del abuelo de Xavier junto a otros tres vecinos de A Cañiza, de donde sus padres emigraron a Catalunya en los 60.

“Es una de las muchas historias que pasaron en Galicia, donde no hubo guerra sino una brutal represión. Mi madre siempre me la contaba aunque sus recuerdos tenían distorsiones; en el momento en el que accedimos a la documentación, a la causa y a más datos, tuvimos claro que había que hacer algo”, cuenta ahora Xavier, que pudo también leer, en aquella vieja y desgastada fotografía, la súplica de su abuelo. Se la habían hecho llegar, muy posiblemente de manera clandestina, a la cárcel de Vigo donde pasaba los últimos días de su vida. “Era una foto de los hijos, de mi madre y de mis tíos; por detrás de ella, saca tiempo y ánimos para escribir que lo van a matar, que es inocente y para pedir que le hagan justicia”, explica sobre lo que califica como “una especie de testamento sentimental”.

Cruz do Castro

Pocos días después de aquellas últimas letras, Justo y sus compañeros fueron fusilados muy cerca de donde ahora se levanta la Cruz do Castro de Vigo, monumento fascista que se mantiene en pie después de que el Tribunal Superior de Galicia revocase la sentencia del juzgado de Vigo que ordenaba su retirada tras el recurso de la administración local. “Que todavía hoy esté allí ese símbolo y que el propio gobierno municipal socialista lo apoye es lamentable”, aprovecha para reivindicar Xavier Pérez, que recuerda que “faltan también por dignificar los lugares de memoria” y que en aquel lugar “se asesinaron docenas de personas apoyándose en consejos de guerra disfrazados de legítimos”.

Fue el caso de su abuelo, acusado de “rebelión” después de que los fascistas entraran en la Cañiza. “Al poco de llegar las noticias del golpe de Estado, reciben instrucciones del gobernador civil de formar un comité de defensa y de irse a Pontevedra, pero no pasan de Ponteareas ante el avance de los militares. Vuelve a la villa y regresa al trabajo”, cuenta Xavier. Enseguida, los sublevados toman la localidad. “Ni hubo enfrentamiento, sólo represión por parte del bando franquista”, añade. Su abuelo se escondió pero en septiembre es encarcelado en Vigo junto a 23 personas más. Cinco de ellas son condenadas a muerte pero a una le es conmutada la pena por reclusión perpetua. Era María Purificación Gómez, la única regidora en la Galicia de la época. Justo Moure, simpatizante socialista como el resto y teniente de alcalde, es acusado de dirigir dicho comité y de ser uno de los líderes destacados de la supuesta “rebelión”. “Nada de eso está acreditado”, dice el nieto. Ni que lo estuviese. Todos son fusilados. Tenía 28 años.

“Somos los nietos los que ni entendemos ni aceptamos que pueda haber un documento oficial que acuse a mi abuelo de rebelión cuando los rebelados y los que hicieron el golpe del Estado fueron otros”, asegura Xavier Pérez, que explica que él no es ni debe ser “algo aislado”. “Son esas terceras generaciones las que más interés pueden tener por reivindicar y respetar la memoria histórica”, añade quien aclara que “toda la familia” está de acuerdo con seguir adelante con la querella y cumplir el encargo de su abuelo. Su hermana estuvo este miércoles en los juzgados de Cornellà para apoyarlo. “Podía tocarle a otro pero me tocó a mí”.

“Estoy contento, el juez estuvo muy colaborador y ha reparado en todos los detalles”, dice al salir del juzgado donde volvió a relatar la historia que tantas veces le habían contado en la familia. Lo hizo, curiosamente, el mismo día en el que se cumplen 55 años exactos de la inauguración por parte del dictador Franco de la cruz que homenajea al fascismo en el monte donde mataron a su abuelo. En esta ocasión, habló para que el relato de aquel crimen se incluya en una causa que está todavía en fase de instrucción y que sigue recogiendo testimonios pero también más denuncias. “Continúan añadiéndose casos a la querella y no sabemos cuándo se abrirá juicio oral ni cuándo habrá sentencia”. Ochenta años después, un poco más de espera no parece demasiado.

http://www.eldiario.es/galicia/movimientos_sociales/nieto-cumple-encargo-abuelo-fusilado_0_559244861.html