El equipo investigador del proyecto “Represión de guerra y posguerra en Castilla-La Mancha” reclama a la Consejería de Educación y Cultura un centro permanente para poder revisar y reunir mayor número de expedientes
Estaba anunciado y así se ha cumplido. Desde hace varias semanas, la web www.victimasdeladictadura.es, creada por un equipo de investigación de la Universidad de Castilla-La Mancha, reúne más de 17.000 registros de hombres y mujeres de Castilla-La Mancha que, de una u otra forma, estuvieron relacionados con la violencia política que se ejerció durante la Guerra Civil y los años del franquismo.
El trabajo ha sido peliagudo. Durante más de un año, los investigadores se han encerrado en archivos militares y civiles para repasar las sentencias condenatorias y absolutorias que se dictaron en aquellos años. Bucear en el pasado no ha sido fácil. En primer lugar, el Archivo Militar del Ministerio de Defensa, donde se encuentran custodiadas estas sentencias, no ha facilitado la labor de los investigadores. En segundo lugar, la situación de estos expedientes por provincias ha sido muy desigual. Tanto es así, que mientras las sentencias franquistas dictadas en Albacete están digitalizadas, las pertenecientes a la provincia de Cuenca presentan un estado de conservación lamentable, lo que ha complicado bastante su manipulación y lectura.
Después de esta recopilación, de ampliar información, perfilar registros, cribar los duplicados y modificar posibles errores en nombres, apellidos, profesiones, lugares de nacimientos, etc., la Universidad regional da por concluida la primera parte del proyecto Represión de guerra y posguerra en Castilla-La Mancha, no tanto porque ya esté todo hecho, sino porque el programa se ha quedado sin financiación por parte de la Junta de Comunidades.
Es por esta circunstancia que la Universidad de Castilla-La Mancha, con la Facultad de Humanidades de Albacete a la cabeza, se ha puesto en contacto con la Consejería de Educación y Cultura para presentarle el resultado de la primera parte de este proyecto y «convencerle» de que ponga en marcha un centro de investigación permanente con garantías de futuro: «Lo ideal sería firmar un convenio de colaboración con el Gobierno regional para crear este centro en la Universidad; nosotros pondríamos las infraestructuras, el personal y la línea de trabajo y la Junta de Comunidades sólo tendría que dotarlo de presupuesto», explica Manuel Ortiz, coordinador del proyecto y doctor en Historia Contemporánea por la UCLM.
Esta sería la fórmula más óptima para seguir avanzado en la recopilación de un mayor número de expedientes vinculados con los represaliados del franquismo en una región tan dispersa como Castilla-La Mancha. Por eso, para los investigadores del proyecto es fundamental la cooperación y colaboración de los familiares de las víctimas, una participación que sólo se puede conseguir con la divulgación de la página web mencionada.
Cabe recordar, en este sentido, que en esta comunidad autónoma existe históricamente una importante laguna sobre lo que ocurrió en ese periodo negro. Según se ha investigado hasta hoy, en Castilla-La Mancha hubo dos poderes enfrentados ejerciendo su autoridad. Si bien es cierto que gran parte del territorio manchego fue republicano, parte de las provincias de Toledo y Guadalajara fueron tomadas por los rebeldes en el verano de 1936, lo que permite poder comprar la violencia y el terror desplegados en ambas zonas.
<b>Más de 20.000 historias.</b> El portal www.victimasdeladictadura.es contiene 17.351 registros relacionados con la violencia política en esta comunidad autónoma y que se será completado en las próximas semanas con otros 3.000 nombres más que se habían quedado pendientes porque había datos sin completar, gracias al esfuerzo y dedicación -incluso en periodo vacacional- que realizarán los profesores de la Universidad manchega implicados en la investigación.
La realidad a día de hoy es que entrando en el portal www.victimasdeladictadura.es se podrá acceder a las causas de 9.278 represaliados que fueron juzgados por los tribunales que actuaron en la provincia de Albacete. De las cinco, es precisamente Albacete la única que tiene las sentencias digitalizadas, lo que ha permitido facilitar y agilizar este proceso de investigación histórica. Todo lo contrario ha ocurrido con el resto de provincias castellano-manchegas, cuyos expedientes se encuentran en papel, ralentizando así las labores de búsqueda y localización de víctimas de la dictadura.
No obstante, las tesis de José María Ruiz Alonso y de José Manuel Sabín Rodríguez, junto con los datos aportados por la Asociación de Familiares de Ejecutados en el cementerio de Ocaña (Afeco), han permitido que este portal ofrezca información de 4.569 víctimas de la provincia de Toledo, si bien «nosotros calculamos que se juzgaron alrededor de 20.000 personas», estima Manuel Ortiz.
El problema de Guadalajara ha sido otro: las sentencias se encuentran custodiadas en Zaragoza, por lo que ha sido su Foro de la Memoria el que, de momento, ha entregado los historiales judiciales de 1.781 represaliados.
Tampoco es muy alta la cifra de Ciudad Real, pues en un principio se ha investigado el partido judicial de la capital, gracias a los trabajos que en su día realizaron Francisco Alía, profesor titular en la Facultad de Historia de esa ciudad, y Julián López García, director del Centro Internacional de Estudios de Memoria y Derechos Humanos de la Uned. «Ellos nos han facilitado estos expedientes y esperamos que en 2016 nos proporcionen el resto hasta alcanzar los 5.000 que calculamos fueron sentenciados en Ciudad Real».
La más pobre en número de historiales investigados es la provincia de Cuenca, 659 aportados al proyecto universitario por la Asociación de la Recuperación de la Memoria Histórica de esa capital, un número que no sorprende al coordinador de este trabajo pues «la provincia de Cuenca tuvo una menor represión franquista porque también tenía menos habitantes».
http://www.latribunadealbacete.es/noticia/Z58F78209-CF23-7329-7C8C40B3FCDD10D7/20160104/humanidades/da/conocer/mas/20000/sentencias/dictadura