Albacete. Nieta de represaliado: “Quedar en el olvido por no remover heridas, queda lejos de la realidad”

Nieta de represaliado: “Quedar en el olvido por no remover heridas, queda lejos de la realidad”

Al respecto, la albaceteña Lola Alemany, nieta del represalio Francisco García Delgado cuenta en una entrevista a AlbaceteCapital.com que “Mis palabras se centran en la vida de mi abuelo. Natural de Murcia, cocinero de profesión llega a Albacete para trabajar en la hostelería como en el Gran Hotel. Tuvo siete hijos y vivía junto a su familia en la calle Tejares. Además, era consejero presidente de la Administración de la Casa del Pueblo nombrado en octubre de 1936, momento en el que se desencadenó la guerra. También formaba parte del partido socialista desde 1932 y afiliado a UGT desde 1927”.

La condena a muerte de Francisco vendría por su relación con la administración de la Casa del Pueblo porque “era adhesión a la rebelión, delito tipificado contra la seguridad del Estado y del Ejército. Todo porque mantenía relación con los hoteles al ser presidente del gremio de cocineros y camareros, le tocó hacerse cargo de los desahucios y lo acusaron de todo”, añade Lola. Detenido desde un 25 de julio de 1939, su ejecución llegaría el viernes 14 de marzo de 1941 en las tapias del cementerio de Albacete. Junto a Francisco se ejecutaron a otras 21 personas, entre las 5 y las 5:30 horas de la mañana.

Como anécdota Alemany subraya que ese 14 de marzo de 1941 llovió superando los 42 litros por metro cuadrado, hasta 2017 no volvió a pasar. “Fueron todas las lágrimas del cielo que cayeron por él”. Una realidad triste que envolvió en “una pesadilla” a mucha gente.

Nombrar a Francisco, había sido durante años un tema tabú en la familia de Lola, sobre todo por parte de su padre, el menor de los siete hermanos. “Nunca se hablaba, pero siempre ha estado presente para mí, detectaba en las palabras de mi padre la pena al hablar, pero como no contaban nada quedaba la inquietud. Sabía que lo habían fusilado, pero no los motivos”, explica. Ahora ha pasado a ser un tema “bonito” entre los familiares, todo por normalizar ese recuerdo a pesar de que “mi padre y mis tíos lo vivieron con miedo y con la ausencia porque eran pequeños cuando todo ocurrió. La mayor tenía 20 años y mi padre meses. Mi abuela se quedó con los siete hijos. Ahora lo vivimos con emoción”.

“Es un vínculo importante por ver que una persona queda en el olvido por no remover las heridas, una lectura que hace mucha gente que queda lejos de la realidad”

La inquietud le llevó a Lola a conocer la historia de su abuelo y la de otras muchas personas que han pasado por lo mismo. “Es un vínculo importante por ver que una persona queda en el olvido por no remover las heridas, una lectura que hace mucha gente que queda lejos de la realidad. Lo que se quiere es devolver a esa persona su dignidad y que se conozca quien fue”, dice Alemany. Un descubrimiento interesante que la asociación Fosa de Alcaraz, con su placa en el centro de Albacete, ha comenzado el camino “para poner las cosas en su lugar y que no se confunda lo que fue la desgracia de la guerra con las represalias en época de paz. Eso es lo más triste”, añade.

A raíz de toda esta historia familiar, Lola Alemany empezó a relatar en 2013 una novela histórica llamada ‘De color de amapola’ que veía la luz el pasado año sobre el periodo de la guerra en Albacete. Escrita en homenaje a su abuelo Francisco García. “Cuando empecé a indagar sobre la historia de Albacete, me llamó la atención al ser profesora de idiomas, la figura de las brigadistas porque tenían más de 54 nacionalidades. Un hecho que me parece fascinante lo que fue la ciudad de Albacete durante esos dos años. En un principio iba a ser la historia de mi familia, pero al conocer y manejar tanta información me di cuenta que tres de las brigadistas conocían a mi abuelo”. Esta lectura de ficción se puede adquirir y encontrar en la Biblioteca Municipal de la ciudad

Albacete y su provincia está empezando “a darse cuenta” de donde venimos. “Considero que Albacete debe albergar un espacio como un museo permanente para que se pueda visitar por estudiantes y ciudadanía para conocer la historia y descubrir nuestro pasado. Nos lo merecemos para normalizar y conocer como ha sido la historia, reivindicar desde la convivencia”, concluye Lola.

‘Los abrazos robados’, acto de homenaje a los familiares de las víctimas de la dictadura en la provincia de Albacete

Albacete guarda mucha historia. “La memoria es un elemento fundamental en la construcción de la democracia, porque las sociedades que no saben de dónde vienen tampoco saben adónde van. Sin embargo, en los difíciles tiempos de la Transición se optó por una especie de amnesia institucional que prolongó el dolor de las víctimas de la dictadura y de sus familiares y, en cierto modo, las revictimizó”, resalta la Asociación Fosa de Alcaraz.

Numerosos investigadores, colectivos e instituciones vienen realizando, desde hace ya unas décadas, una labor encomiable que, por fin, está permitiendo conocer y reconocer a quienes lucharon por la democracia y pagaron un alto precio por ello. Además, desde la asociación Fosa de Alcaraz indican que, en la provincia de Albacete, la tesis de Manuel Ortiz Heras (Violencia política en la II República y el primer franquismo, Siglo Veintiuno-1996) puso, por primera vez, cifras y nombres a la represión y expuso los mecanismos mediante los cuales se ejerció.

Muchos otros historiadores e historiadoras han contribuido a la recuperación de la memoria colectiva: Manuel Requena, Rosa Sepúlveda, Aurelio Pretel, Antonio Selva, Damián A. González Madrid, María de los Llanos Pérez, Andrés Gómez-Flores, Carmen Parreño Tébar, Ana Barcary Peña y tantos otros. Sus libros proporcionan el conocimiento que debe preceder a toda reflexión y a toda acción.

Por otro lado, organizaciones como el Foro por la Memoria (Albacete); la Asociación Pablo Iglesias (Almansa); la Asociación la Encantá (Villarrobledo); la Asociación de Memoria Histórica de Cuenca; instituciones públicas como el CEDOBI (Centro de Estudios y Documentación de las Brigadas Internacionales) y el Instituto de Estudios Albacetenses.

Además, la asociación resalta al gobierno municipal presidido por Manuel Pérez Castell que promocionó el monumento en el cementerio a “los que amaron la paz” siendo un punto de referencia memorialista, de reunión y visibilización de la Memoria Democrática. “Todos ellos han contribuido a mantener viva la memoria democrática con actos públicos, exposiciones, publicaciones y congresos”, añaden.

En ese contexto de iniciativas previas se enmarca el acto de homenaje a los familiares de las víctimas de la dictadura en la provincia de Albacete que organizan la Asociación Fosa de Alcaraz y el Grupo de Amigos/as Antonio Machado. La Casa de la Cultura José Saramago (Calle Cardenal Tabera y Aráoz) acogía este emotivo acto. En el que intervenían, por primera vez en un evento de esta naturaleza, familiares de personas represaliadas por el franquismo procedentes de La Roda, Villarrobledo, Albacete, Madrigueras, Fuentealamo, Ossa de Montiel, Alcaraz y otros pueblos de la provincia.

Además, contaba con testimonios de víctimas del terrorismo de estado en Guatemala, como forma de dar a entender que la lucha por los derechos humanos hermana a los pueblos de todo el mundo. Para finalizar, se proyectaba un montaje audiovisual realizado por el grupo de comunicación Vocesenlucha con fotos de víctimas de la dictadura y la canción Los olvidados, cedida para tal efecto por Pedro Pastor. “Las heridas de la historia solo se cierran con verdad, justicia y reparación”.

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