
A.F.R. / La leonesa Albina Pérez y Nicolás Sánchez Albornoz, a sus 100 y 99 años respectivamente, recibieron este sábado en la Fundación Sierra Pambley su esperado acto de reconocimiento y reparación por parte del Gobierno de España. Un homenaje a dos «héroes de la memoria democrática», según señaló el subdelegado del Gobierno Héctor Aláiz, durante un acto cargado de emoción y simbolismo.
«Un acto necesario», según reconoció el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, que aseguró sentirse «emocionado» al recordar la intensa biografía de lucha por la libertad y la cultura en los oscuros tiempos de la dictadura franquista de ambos protagonistas como del resto de miembros de la FUE (Federación Universitaria Estudiantil) quienes destacó su «valentía para resistir» porque «creían en una España libre, una nación de ciudadanos».
Martínez explicó que este tipo de homenajes son de gran importancia hoy en día dado que sirven para «alertar en tiempos en que la libertad se puede perder» tanto en España como en Europa, en referencia al auge de la extrema derecha.
Por su parte, la comisionada para la celebración de los 50 años de España en Libertad, Carmina Gustrán, también presente en el acto, destacó a Pérez y Sánchez Albornoz como «ejemplos vivos de algo que es necesario» y que «las libertades de hoy son fruto de las luchas de una generación durante décadas».
Un «privilegiado»
Durante su emotiva intervención, un emocionado Nicolás Sánchez Albornoz, aseguró sentirse un «privilegiado» aunque pidió extender este reconocimiento y reparación «a muchos otros compañeros que no han podido llegar a este momento», citando expresamente a compañeros de la FUE como Carmelo Soria (quien se exilió a Chile y acabó siendo asesinado por la dictadura de Pinochet) y Álvaro Llopis (refugiado en América): «Ellos prendieron la llama en Madrid y nos embaucaron al resto», aseguró.
También destacó el papel jugado por intelectuales leoneses en la lucha antifranquista y la consecución de la democracia como «el grupo de (Victoriano) Cremer y, más tarde, Gamoneda». «En los años 40 León no tenía universidad pero tenía a un grupo de personas capaces de expresar de forma literaria» ese sentimiento de libertad.

Dos símbolos de resistencia
Tanto Albina Pérez (que no pudo acudir al acto al sentirse indispuesta) como de Sánchez Abornoz son «símbolos vivientes de una resistencia que nunca debió ser necesaria», tal y como aeguró Aláiz. El hijo de la leonesa fue el encargado de representar a su madre y su nieta participó en el acto recitando el poeta ‘Sublevación’ del Premio Cervantes leonés, Antonio Gamoneda.
Ya con solo 11 años la Albina Pérez tuvo que sufrir la traumática experiencia de ir a visitar a su padre, detenido ilegalmente por la dictadura de Franco, al entonces campo de concentración de San Marcos. Fue años más tarde, en 1947, cuando sufrió en carnes propias la violencia del régimen, cuando fue detenida junto a otros 15 miembros de la organización estudiantil antifranquista FUE (Federación Universitaria Estudiantil) tras se acusador de rebelión militar por escribir en la fachada de una facultad de Filosofía y Letras de la Complutense la frase ¡Viva la Universidad Libre!, junto al nombre de escritores y poetas como Miguel Hernández, Machado o Lorca.
Tras su detención fue conducida a la Dirección General de Seguridad de la Puerta del Sol, interrogada y maltratada. En la causa sumarísima que instruyó el Juzgado Especial del Comunismo, el fiscal calificó a la FUE, y otras organizaciones como la Unión de Intelectuales Libres, como “entidades subversivas de inspiración más moderada”. En el juicio, que se celebró el 12 de diciembre de 1947, fue condenada a dos años de prisión en la carcel de Las Ventas. Hoy tiene 100 años.
Nicolás Sánchez-Albornoz (Madrid, 1926)
Por su parte, Nicolás Sánchez-Albornoz y Aboín (hijo de Claudio Sánchez Albornoz) fue detenido en Madrid el 23 de marzo de 1947, junto con un grupo de estudiantes por sus actividades en la FUE y condenado por la dictadura franquista a realizar trabajos forzados. En 1948 escapó del Valle de Cuelgamuros, junto a Manuel Lamana, con la colaboración de Paco Benet, hermano de Juan Benet, Barbara Probst Solomon y Barbara Mailer. Tras esto, ve vio obligado a permanecer en el exilio, primero en Argentina y más tarde en Estados Unidos, donde trabajó como profesor en la Universidad de Nueva York, hasta que puedo regresar a España en 1990.
Sánchez-Albornoz es uno de los grandes referentes intelectuales de nuestro país. Fue el primer director al frente del Instituto Cervantes y sus investigaciones han merecido la concesión de doctor honoris causa por la Universidad Autónoma de Barcelona, Carlos III de Madrid, Jaume I (Castellón), Pablo de Olavide (Sevilla) y la Universidad de Oviedo. Además, es miembro de la Real Academia de la Historia de España y, entre otros reconocimientos, ha recibido la Orden del Mérito Civil. Hoy tiene hoy 99 años.



