Memoria y dignidad frente al olvido: 86 años del asesinato de las 13 Rosas y los 43 Claveles
La Plataforma de Acción por la Memoria de Aragón (PAMA) y organizaciones como Izquierda Unida recuerdan el fusilamiento franquista de 56 jóvenes en agosto de 1939. Frente al auge de los discursos de odio, los pactos de la derecha con la ultraderecha y los intentos de borrar la historia, ponen en valor la lucha antifascista y exigen memoria, justicia y reparación.
Este 5 de agosto se cumplen 86 años del asesinato de las 13 Rosas y los 43 Claveles. El régimen franquista ejecutó a estas 56 personas —13 mujeres y 43 hombres, en su mayoría jóvenes militantes de izquierdas, del PCE o de las Juventudes Socialistas Unificadas— en las tapias del cementerio de la Almudena de Madrid. Fue una matanza planificada como “castigo ejemplar” y venganza política tras el final de la guerra que provocó el fascismo. Una página más del genocidio fundacional del franquismo que hoy, todavía, sigue impune.
La Plataforma de Acción por la Memoria de Aragón (PAMA) ha querido rendir homenaje este lunes a aquellas 56 vidas truncadas por el fascismo. En un comunicado, recuerda que fueron condenadas por “rebelión” en un Consejo de Guerra sin garantías. “Una parodia de juicio —como todos los del franquismo— a cargo de quienes se habían sublevado contra la legalidad republicana”, denuncian.
“Su memoria es más necesaria que nunca en un contexto donde la extrema derecha intenta borrar la historia”
“Rosas rojas y claveles rojos, como la sangre derramada”, escribe PAMA. “56 compañeras y compañeros que murieron por luchar contra el fascismo, por defender la libertad. Su memoria es más necesaria que nunca en un contexto donde la extrema derecha intenta borrar la historia”.
El aniversario llega en un momento especialmente grave, marcado por las recientes amenazas del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, de derogar la Ley de Memoria Democrática estatal si llega a la Moncloa, y por el retroceso institucional que están imponiendo los gobiernos de coalición entre la derecha y la ultraderecha en distintos territorios.
En Aragón, el Gobierno de Jorge Azcón (PP) —con el apoyo de Vox— derogó la Ley Memoria Democrática —que sigue a la espera de la decisión de los tribunales—, ha paralizado proyectos de exhumación de fosas comunes y ha retirado recursos y reconocimiento institucional a los colectivos memorialistas. Lo mismo ocurre en el País Valencià, Castilla o Andalucía, donde las políticas de la memoria están siendo desmanteladas al grito de “reconciliación” y “superación del pasado”.
PAMA lo tiene claro: “La Memoria Democrática es hoy más urgente que nunca. Los discursos de odio de la derecha, la ultra y la más ultra están generando un clima de impunidad para las agresiones contra mujeres, migrantes o personas LGTBI. Es el mismo odio contra el que lucharon las 13 Rosas y los 43 Claveles. Por eso no vamos a permitir que se los borre de la historia”.
A esta reivindicación se ha sumado también Izquierda Unida, que recuerda los nombres de aquellas 13 mujeres asesinadas, entre ellas el de Julia Conesa, autora de una de las cartas de despedida más recordadas: “Que mi nombre no se borre de la historia”.
“Ni el de Julia ni el de ninguna víctima del franquismo”, responde IU, que denuncia el intento de “las derechas, las ultras y las más ultras todavía” de anular décadas de trabajo por la verdad, la justicia y la reparación.
Para PAMA, las 13 Rosas y los 43 Claveles siguen presentes. “No son pasado, son presente. Su lucha es nuestra lucha. Hoy, como todos los días, pedimos memoria, justicia, reparación y dignidad”.
Memoria y dignidad frente al olvido: 86 años del asesinato de las 13 Rosas y los 43 Claveles