Bedmar (Jaén) aplica en tres calles la Ley de Memoria Histórica

El Ayuntamiento sustituye nombres falangistas por las denominaciones anteriores

Los nombres de Onésimo Redondo, Rafael Moreno Navarro y Joaquín García-Morato —falangistas, los dos primeros, y miembro del bando nacional de la Guerra Civil española, el último— dejarán de lucir en las placas de las tres calles de Bedmar en las que lo hacen. Ahora pasarán a llamarse, respectivamente, calle Rambla, Calle de los Emigrantes y Calle Camino Viejo. Así se refleja en el bando publicado el pasado martes por el Ayuntamiento bedmareño a través de su perfil oficial de Facebook, aunque el mismo se emitió el 31 de enero. La medida fue aprobada casi un mes antes, en el pleno ordinario celebrado el pasado 3 de enero, momento en el que el cambio de denominación se hizo plenamente efectivo. A través de este bando se comunica la medida a los vecinos para que estos “actualicen sus datos donde proceda”.

Con esta decisión, desde el Ayuntamiento de Bedmar y Garcíez se logran dos objetivos. El primero está claro: cumplir la Ley de Memoria Histórica. Cabe destacar que Onésimo Redondo fue el fundador de las Juntas Castellanas de Actuación Hispánica (JCAH), uno de los gérmenes las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS) que, en 1934, se fusionaron con la Falange Española de José Antonio Primo de Rivera; por su parte, a Joaquín García-Morato se le considera un símbolo de la aviación española que formó parte del bando nacional en la Guerra Civil; por último, Rafael Moreno Navarro fue, según consta en un artículo del cronista oficial de Bedmar, José Manuel Troyano, un dirigente falangista natural de Úbeda cuyo apresamiento ordenó en 1936 el entonces alcalde socialista de Bedmar, Andrés Troyano. Según el cronista, Moreno Navarro “fue asesinado el 14 de agosto de 1936, en el Puente de Caniles, por los mismos milicianos que lo trasladaban a la Cárcel Provincial de Jaén”. El segundo de los objetivos lo revela el alcalde del municipio, Juan Francisco Serrano: “Queríamos recuperar el nombre de calles emblemáticas. La calle García-Morato ya se llamaba hace casi un siglo Camino Viejo, y lo mismo ocurre con la Rafael Moreno Navarro, que era de Los Emigrantes”. De hecho, en el primer caso existe una placa con la denominación tradicional.

La publicación del bando en Facebook suscitó opiniones de muchos vecinos del municipio en la red social. Ana Chamorro escribió al respecto: “Llevamos ya muchos años con estos nombres y este cambio va a originar muchos problemas. Bajo mi modesta opinión, se tenía que haber consultado a los vecinos”. Por su parte, Diego Rodríguez publicó: “Nunca es tarde si la dicha es buena, pero, ¿por qué se ha tardado tanto? He sentido vergüenza muchos años viendo en mi pueblo calles con nombres de golpistas de la guerra”. Sobre esa supuesta demora a la hora de sustituir los nombres, el alcalde bedmareño indica: “Nosotros no aprobamos las cosas porque lo diga el equipo de Gobierno. Todas las propuestas las llevamos a la Comisión de Participación Ciudadana”. Así, según el regidor, los cambios de denominación se pusieron en marcha cuando los cerca de cuarenta colectivos que componen esta comisión incluyeron la iniciativa “en la hoja de ruta”: “Es parte de nuestra política de coparticipación directa con la ciudadanía”, concluye Serrano.