Huelva, 1880 – 1936
Periodista y funcionario del Ayuntamiento de Huelva. Presidente Provincial de la Liga de los Derechos del Hombre y de Unión Republicana en su ciudad natal. Casado con Rocío Bellerín González, tuvo 5 hijos: Alfonso, Conchita, Manuel, Adolfo y Matilde.
Masón perteneciente al Grande Oriente Español, delegado del Gran Maestre en Huelva, Grado 30. Adoptó como nombre simbólico el de Saint Just, imitando al revolucionario francés jacobino. Como él, también fue defensor de los más necesitados y republicano radical. Fue uno de los primeros miembros con que contó el Partido Republicano Radical en Sevilla (afiliado nº 16).
Se inició en la Masonería en 1917, con 37 años, en la logia Isis y Osiris 377, fundando años después la logia Minerva en Huelva, de la que fue Venerable Maestro en numerosas ocasiones, y la representó en las Asambleas de la Regional del Mediodía de 1924 a 1931. En 1925 fue nombrado delegado de la Gran Maestría en su ciudad. Grado 33; nombre simbólico Saint-Just.*
Durante la Dictadura de Primo de Ribera fue detenido por primera vez, en 1925 en Ayamonte, junto a destacados masones como Diego Martinez Barrio, a quien le unía una gran amistad y complicidad ideológica y política.
Apoyó incondicionalmente la opción abanderada por el que después fuera, entre otras cosas, el último Presidente de la Segunda República Española, cuando se produjo la escisión del Partido Republicano Radical de Lerroux, en 1934. Y lideró, por tanto, en Huelva el nuevo Partido presidido por Martinez Barrios, Unión Republicana, que nació a partir de que Lerroux acepta formar parte de la coalición de derechas, la C.E.D.A.
Es detenido en la primera redada de masones en Huelva capital, el 29 de septiembre de 1936, y fusilado al día siguiente en las tapias del cementerio. Además de saquear su domicilio y destruir sus libros y documentos.
Su hijo mayor que contaba 20 años y estudiaba Filosofía, Alfonso Morón Bellerín, dirigía un periódico local, y huye a Portugal siguiendo instrucciones de su padre. Es detenido en Zafra donde se salva del paredón ante un telegrama que llega a tiempo gracias a la influencia del Gran Maestre onubense. Su padre había perdido el barco que desde Ayamonte conducía a muchos republicanos españoles a la salvación del exilio, por querer dejar asegurada la integridad de su hijo que, si bien no era masón, podía constituir un objetivo a destruir por las tropas invasoras. Y no se equivocó.
La documentación que se conserva en el Archivo de Salamanca sobre Alfonso Morón de la Corte incluye su expediente masónico (promesa masónica, rituales de grado y algunas facturas), el sumario iniciado en 1942 para justificar su fusilamiento y parte de la correspondencia con Diego Martínez Barrios.
Bibliografía:
•Los datos de su afiliación masónica y política figuran en la obra de Leandro Álvarez Rey “Aproximación a un mito: Masonería y Política en la Sevilla del Siglo XX”, editada por el Servicio de Publicaciones del Ayuntamiento de Sevilla en 1996.
•Francisco Espinosa Maestre también lo cita varias veces en su libro “La Guerra Civil en Huelva”, editado por la Diputación Provincial de Huelva en 1996.