José Aragón Torres

Armilla
Granada
Andrade, María

Este es un homenaje al joven José Aragón Torres, fusilado en octubre de 1936, pero también a su familia, que ha mantenido viva su memoria cada día y que conserva la esperanza de encontrar sus restos para enterrarlos con los de su hijo, ya fallecido y que sólo era un bebé cuando le privaron de su padre.

José Aragón Torres acababa de cumplir 23 años cuando fue fusilado el 21 de octubre de 1936. Nacido en Armilla y de profesión electricista, estaba casado María del Carmen López y tenía un bebé de pocos meses, de nombre José, como él.

Los golpistas acabaron con su vida ese día, pero desde ese momento se convirtió en “un referente” para su familia que, hoy, a punto de cumplirse 85 años de aquella trágica fecha, no ha dejado de recordarle. Ni un solo día. “El abuelo”, como se refieren a él hasta sus bisnietos, está muy presente en sus vidas.

Como cuenta en una conversación con El Independiente de Granada Mamen Aragón, una de sus cuatro nietas, su padre, ya fallecido, les “enseñó a quererle”. Confiesa que siempre le impresionó esa devoción que sentía por su abuelo, a pesar de no haberle conocido, y también la manera en la que les transmitió ese cariño. “Estaba muy orgulloso de su padre”, enfatiza. Y añade: “Nos educó sin rencor, nunca oímos una palabra de odio, a pesar de la pena profunda y honda que sintió hasta los últimos días de su vida”. Porque ni él ni su madre tuvieron nunca una tumba a la que ir a llorar o a llevarle flores en su memoria. “Si lo piensas, es horroroso”.

“Tú no sabes lo que es criarse sin padre”, transmitía a veces a sus hijas. Sin padre y con una madre muy joven que se quedó sola y tuvo que luchar para sacar adelante al bebé. Abrió una pequeña tienda de alimentación. Una mujer “muy emprendedora”, pero “siempre muy seria”, según el recuerdo de Mamen Aragón, que con los años comprendió esa tristeza, agravada por un silencio respecto a lo ocurrido para proteger a su hijo. Sin nada y con el pequeño, se fue a vivir con sus suegros, porque su padre había muerto. Abrió una pequeña tienda de alimentación.

Su abuela, Carmen López, fue, como destaca, “otra víctima más”. Siempre con el silencio para sobrellevar el dolor; una vida durísima.

Ese silencio ha marcado también a la familia. “Siempre quisimos saber”, pero con la abuela siempre toparon con “un muro”. El miedo a que a su hijo pudiera ocurrirle algo hizo que siempre evitara hablar de lo sucedido. Después, cuando su hijo ya era adolescente, volvió a casarse, y siguió el silencio.

La labor de las asociaciones memorialistas, “una esperanza para la familia”

El contacto de la familia con la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica ha sido crucial para acceder a documentación y datos que desconocían. De ahí que sólo haya palabras de agradecimiento.

Al colectivo memorialista se acercó la familia Aragón a través de un bisnieto, Pablo Moreno Aragón, que llegó a través de redes sociales al colectivo. Una nueva generación, nuevos cauces para entablar un contacto que ha sido crucial. “Nos ha dado esperanza”, resalta Mamen.

Les ha permitido acceder a documentación a la que, de otro modo, agrega, “no puedes ni sabes llegar”. “No hay palabras para agradecerlo”, resalta incidiendo en la “sensibilidad y el cariño” que han recibido del colectivo memorialista y muy especialmente, y a la que citan, la vocal de Familias, Silvia González.

“Cuando contacté con ella ya tenía información de mi bisabuelo, fue impresionante”, relata Pablo, que pone el énfasis en que este momento llega cuando se están destinando fondos a la exhumación de restos de víctimas del franquismo en fosas, como el Barranco de Víznar, el lugar donde todo apunta que fue fusilado y enterrado José Aragón Torres. La exhumación es “lo más importante”, afirma el joven.

Según los testimonios que ha logrado reunir la familia, José Aragón trabajaba en la empresa eléctrica Mengemor. De su actividad política conocen, según lo publicado por María Isabel Brenes en el libro ‘Armilla: memoria de un pueblo”, que “el 9 de febrero de 1936, Emilio Martín Espinosa y Daniel Fervás Campos, como candidatos del Frente Popular proclamados para las elecciones a Diputados a Cortes por la provincia de Granada convocadas para el día 16 de febrero, autorizan en Armilla a Antonio Barragán Hernández y José Aragón Torres como sus representantes“.

De la documentación a la que ha tenido acceso la familia a través de la asociación memorialista, figura el expediente en el que se tramitó, en 1950, cuando la abuela se volvió a casar, el registro de la muerte del abuelo. Consta entre esos documentos un oficio del alcalde de Armilla respondiendo a una solicitud de información sobre José Aragón Torres, señalando que era electricista de profesión y que se encontraba “desaparecido” desde septiembre de 1936.

“Según resulta de las averiguaciones practicadas, era de ideas socialistas, observando siempre buena conducta en esta localidad”, recoge ese texto.

Son palabras que no pasan desapercibidas a la familia. “Hablaban de él maravillas”, apunta su nieta, que incide en que era un buen hombre y lo asesinaron. “Si no tenemos conciencia de lo que pasado…”, expresa para apuntar un detalle que, tras conocer el encarcelamiento sufrido por su abuelo, le viene una y otra vez a la cabeza. Porque el padre de Mamen Aragón llegó a ser presidente del Granada Club de Fútbol. “Cuántas veces pasó por el antiguo Los Cármenes, allí junto a la prisión en la que estuvo su padre”. Otro detalle que para la familia sirve de conexión entre un padre y un hijo que no pudieron disfrutar de la vida juntos.

Por eso, la posibilidad de encontrar los restos del abuelo es, como insiste, “una esperanza”. “¡Qué felicidad más inmensa sería poder enterrarlos juntos, para que pudieran reencontrarse 85 años después!”.

Fuente: https://www.elindependientedegranada.es/blog/jose-aragon-torres-vida-arrebatada-golpistas-con-solo-23-anos-recuerdo-imborrable-familia

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