Juan Rodríguez Vázquez, conocido como «Juan de la Peña», nació en Higuera la Real (Badajoz) el 24 de noviembre de 1908, pero a los once años llegó con sus padres a Cumbres Mayores (Huelva). Hombre de campo, se afilió muy pronto a las juventudes socialistas aunque años después se pasó al partido comunista. A raíz del golpe militar huyó a la sierra y permaneció escondido cerca de un año. En agosto de 1937 se unió al bando republicano en el frente extremeño. Luchó en la batalla del Ebro y tras la derrota cruzó la frontera francesa por Puigcerdá, el 6 de febrero de 1939. Después de pasar por los campos de La Tour-de-Carol, Le Vernet y Septfonds fue destinado a las Compañías de Trabajadores Extranjeros y el 29 de noviembre de ese año enviado a la Sociedad Metalúrgica de Périgord, sita en Fumel, al norte de Toulouse, con salario de 4,30 francos la hora. Se trataba de una fundición en donde hubo trabajando más de quinientos republicanos españoles. Francia estaba en guerra, su juventud movilizada y en los campos de refugiados se buscó mano de obra para cubrir los puestos vacantes en la industria y en la agricultura. Juan Rodríguez conoció en Fumel a Lucía Ruiz García, nacida en Valladolid, que había emigrado a Francia con sus padres en 1923. Se casó con ella y tuvieron a su hijo Luis.
Con la llegada de los exiliados republicanos se inició una gran actividad política. El partido comunista español en Francia estaba bien organizado —afirma su hijo Luis Rodríguez— y muchos de sus miembros se integraron en la Resistencia. Para no ser detenidos tuvieron que huir de las fábricas donde trabajaban y sconderse en los bosques cercanos. Dentro del maquis, mi padre perteneció al grupo del comandante «Soleil», una agrupación resistente formada por franceses y españoles dedicados a sabotear puentes, vías férreas y dificultar el avance de las tropas alemanas, que desde el sur de Francia intentaban dirigirse en 1944 hacia el norte para reforzar Normandía y los alrededores de París. Con tres años de guerra a sus espaldas, los republicanos españoles formaron a muchos resistentes franceses.
Finalizada la guerra, mi madre fue agente de enlace del partido comunista —continúa Luis— introducía en España documentos y dinero para pagar la defensa de los camaradas presos por Franco. Juan Rodríguez falleció en Fumel el 13 de diciembre de 1988 y su esposa Lucía Ruiz en 1992.
Al huir de Cumbres, Juan Rodríguez dejó allí a su novia Remedios Vargas Perogil y a la hija de ambos de tres meses, a la que pudo ver en cierta ocasión en que la llevaron a su escondrijo en la sierra. Discreta, sencilla, honrada y trabajadora, Remedios crió a su hija Juana en el recuerdo y respeto a su padre, negándose a rehacer su vida con otro hombre. El encuentro entre ambos hermanos, Juana y Luis, tuvo lugar en Fumel en 1965. En la actualidad siguen unidos y este investigador pudo entrevistar a Luis cuando se encontraba pasando unos días de descanso en casa de su hermana Juana, en Cumbres Mayores.
Fuentes: Luis Rodríguez Ruiz (hijo, residente en Francia) • Juana Rodríguez Vargas (hija) • Archivo Provincial de Agen (Francia) • Comisaría de Agen, ficha individual nº 956, febrero de 1940.