Luis Cabañas Giráldez nació el 18 de abril de 1900 en Aguadulce (Sevilla), era hijo de José y Dolores. Tenía cuatro hermanos y dos hermanas: José, Miguel, Ramón, Antonio, Antonia y Dolores. Fue movilizado e incorporado a filas para combatir en 1921 en la guerra del Rif en Marruecos, licenciándose en 1924. Se casó con Isabel Carrasco Carrasco y tuvieron cinco hijos: Pepe, Marcelina, Quiteria y Antonio. La quinta hija era melliza de Marcelina, pero falleció al resbalársele de las manos a la matrona que atendía el parto.
Luis trabajaba en el campo y ejercía como secretario en el Centro Obrero de Aguadulce. Cuando el general Franco traicionó a su honor y a la Republica que había jurado servir levantándose en armas contra el pueblo, Luis permaneció en el pueblo con su familia, pues nada tenía que temer. Una vez que llegaron al pueblo las fuerzas del general Castejón, Luis fue detenido y tras interrogarlo y comprobar que era un hombre pacífico fue puesto en libertad, pero una vez se marcharon los militares el pueblo quedó bajo el poder de los falangistas locales y fue entonces cuando fueron a por él. Su delito, ser republicano y haberle pegado un bofetón a un falangista en 1934 que intentó propasarse con su hermana Dolores. Lo detuvieron y en la madrugada del 1 de septiembre fue asesinado en el cementerio de Estepa junto a otras dos personas de Aguadulce.
Dejó mujer y 4 hijos: Pepe contaba con siete años, Marcelina con cinco, Quiteria con tres y Antonio con dos. Sobre ellos se cebaron el hambre, la miseria y la estigmatización del fusilado, pero consiguieron sobrevivir gracias a la lucha y coraje de mi abuela: Isabel Carrasco Carrasco, la mujer más valiente que he conocido en mi vida, una mujer que tuvo que compatibilizar los roles de madre y padre para que sus hijos no murieran de hambre, A pesar de la prohibición de guardar luto a los fusilados por los fascista , Isabel se vistió de riguroso negro el día 2 de septiembre y lo mantuvo hasta que murió en 27 de enero de 1995 a la edad de 92 años.
Sus asesinos nunca pagaron por su crimen. Su nieto, ni olvida ni perdona.