Pedro Leiva Pino, nació en Almogía (Málaga) el 18/12/1897. Casado con María Fernández Leiva, en 1930 vivían junto a sus 3 hijos en la Calle del Boquete, unos años más tarde nacería el cuarto.
La militancia de Pedro fue muy activa antes y durante la II República. Obrero del campo, fue miembro de la dirección de UGT en el pueblo y perteneció a la sociedad obrera Osa Mayor ejerciendo de tesorero. En mayo de 1931 fue elegido concejal del ayuntamiento por el Partido Socialista.
Una vez que el ejército fascista italiano, junto a las tropas Franquistas, entraron en los pueblos de la provincia de Málaga, se vio obligado a huir junto a su familia por la carretera de Almería, por algún motivo en un momento de la huida, tuvo que separarse de esta y continuar solo. Del periodo que va desde la huida hasta la llegada a Francia aún no conocemos datos. Lo que sí sabemos es que cruzó la frontera con Francia durante el éxodo de los Republicanos españoles de febrero de 1939.
De su estancia en Francia desconocemos el campo de refugiados donde estuvo, pero podemos deducir que de ese campo pasó a formar parte de una CTE (Compañía de trabadores extranjeros) como muchos otros refugiados, ya que el 20/06/1940 fue capturado en Charmes junto a toda la compañía por el ejército alemán nazi.
De Charmes fue trasladado a dos campos de prisioneros en condición de prisionero de guerra del ejército francés. Estos campos eran también conocidos como «stalag», estuvo en el Satalag III-A y el XII-D. Pero una vez que la dictadura franquista acordó con los nazis el traslado de todos los prisioneros de guerra españoles a los campos de la muerte, la Gestapo los buscó uno por uno para mandarlos a los campos de exterminio.
Llegó a Mauthausen el 25/01/1941, identificado con el número 3469. No pasaron apenas unas semana cuando lo trasladarían al que sería su último y fatídico destino, el escalofriante subcampo de Gusen, donde fue asesinado el 17/10/1941.
De su mujer María Fernández Leiva, que trataremos más detenidamente en otro post, conocemos a través de los documentos, que peleó durante más de una década por que se le concediera una pensión de viudedad que el gobierno alemán, a través de las presiones ejercidas por la Federación Española de Deportados e Internados Políticos Víctimas del Fascismo, concedió a los familiares de los represaliados por el nazismo. No sería hasta los años 60 cuando, tras una larga y ardua burocracia, le fue concedida su pensión de viuda.
De Pedro Leiva Pino aún no hemos encontrado foto, pero al menos os dejamos su firma de puño y letra encontrada en un acta del ayuntamiento republicano de Almogía de 1933.
Fuente: https://www.facebook.com/almogiamemoriahistorica