Capitulación en el Valle de los Caídos.

Imagen del Valle de los Caídos.
Imagen del Valle de los Caídos.Wikipedia
Por Juan Tortosa / Periodista / 31/03/2025 07:00

Cuelgamuros seguirá ahí, con su megacruz intocable forever, sus misas cañí y sus monjes benedictinos encargándose de la hospedería y la escolanía como hasta ahora. El Gobierno progresista renuncia a lo que nos había prometido que no iba a renunciar, qué cosa más rara, con lo cumplidores que son, y se pliega a las exigencias religiosas. Ochenta y cinco años después de que comenzara a construirse, el monumento de la vergüenza perpetúa su vigencia con las bendiciones de un gobierno de izquierdas que, una vez más, hinca la rodillas ante las sotanas. Nada nuevo bajo el sol.

Así se entiende mejor que la ley mordaza siga ahí, que la política de vivienda continúe siendo un bluf, que lo del Consejo General del Poder Judicial acabara como acabó, que los urdidores de la policía patriótica puedan irse de rositas, que los jueces fachas sigan marcándonos la agenda… Pero eso sí, van a echar a tres monjes de Cuelgamuros, ¡aleluya! “Van a echar”, es decir, que todavía no los han echado. Hasta ahora, lo único definitivamente acordado según un comunicado de la archidiócesis de Madrid con fecha 27 de marzo, ha sido “la permanencia de la comunidad benedictina y la no desacralización de la Basílica, así como el respeto a todos los elementos religiosos situados fuera de la misma”.

Juan Tortosa

Periodista

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