La investigación es clave para que las obras puedan salir a la luz, y así es como el historiador oliventino, Carlos Píriz (1991), logró convertir su tesis en la obra ‘En zona Roja. La Quinta Columna de la Guerra Civil Española’.
En declaraciones realizadas a 7Días, el historiador traslada que la idea de iniciar el proceso hacia la creación del libro “surge después de realizar mi tesis doctoral, que se defendió en la Universidad de Salamanca en 2019”. Asimismo, afirma que “de nada sirve que quienes abordamos investigaciones de esta envergadura una vez finalizadas las dejemos guardadas en un cajón” porque “tenemos la obligación moral de airearlas, debatirlas y criticarlas con la sociedad”.
Píriz afirma que “España tiene un grave problema con su pasado” y muy “especialmente con sus traumas”, ya que en muchas ocasiones hablar de este periodo de la historia española continúa siendo tabú en muchos casos. Con respecto a ello, sostiene que “para eso estamos los historiadores” aunque “señalaría sin duda la dificultad de acceso a determinados archivos y fuentes”. Por ejemplo, informa que “para la tesis y este libro” tuvo acceso a “los papeles militares” pero que, en cambio, “sigo sin poder manejar los datos del Ministerio del Interior”.
Crear cultura con estos obstáculos en el camino no es nada fácil. No obstante, pese a ello, el joven historiador ha logrado publicar su obra. En ella se realiza un análisis global sobre la Quinta Columna, es decir, “sobre aquellas organizaciones clandestinas que ayudaron a los sublevados de 1936 a combatir a la República desde su propia retaguardia”. Y es “a partir de ese fenómeno, cuando la obra intenta dar alguna respuesta —o aportar, mejor dicho— sobre uno de los principales traumas recientes del país”.
En relación a Extremadura, la región “como el resto del conjunto de regiones de España, se vio involucrada, y de qué manera, en el conflicto del 36. También tuvo relación con la Quinta Columna”, apunta el autor. Asimismo, “hubo algunas organizaciones que desarrollaron sus actividades de sabotaje o espionaje en el frente extremeño y fueron determinantes para su derrumbamiento en los últimos compases de la guerra. Lo hicieron en convivencia con el servicio de inteligencia militar franquista, cuyos responsables luego se encargaron de montar y gestionar espacios de cautiverio tan importantes como el campo de concentración de Castuera o de ejecutar la represión sistemática contrainsurgente en nuestras sierras y montes”.
El libro, que ha sido presentado en diversas ciudades españolas como Cádiz y Cáceres, también lo ha hecho en la localidad del autor, Olivenza. Actualmente hay previstas varias presentaciones más en Madrid y Barcelona.
