CON NOMBRES Y APELLIDOS. La represión en Cazalla de la Sierra (2ª edición))

CON NOMBRES Y APELLIDOS. La represión en Cazalla de la Sierra (2ª edición)

de José Antonio Jiménez Cubero.

TLN: 01/07/2024

13 años después. Estado de la cuestión

Como ya dejé apuntado en la introducción a la primera edición del libro “Con nombres y apellidos, la investigación sobre la represión desatada por el franquismo contra  los habitantes de Cazalla de la Sierra tras el golpe militar del 18 de julio de 1936, pese al arduo trabajo realizado hasta entonces, estaba incompleta. Trece años después, los datos sobrevenidos tras la continuación y ampliación de las investigaciones avalan lo que ya intuíamos y afirmábamos entonces. Todos los parámetros de la represión se han visto incrementados exponencialmente. De los 1.203 represaliados a los que habíamos logrado poner nombres y apellidos -si bien con algunos errores, ahora subsanados- y aparecieron publicados en aquella primera edición, hemos pasado a los 1.634, lo que supone un incremento de 431 víctimas en el cómputo total.

El mayor porcentaje de nuevas identificaciones lo aporta el capítulo de desaparecidos, fundamentalmente el apartado de desaparecidos en la guerra, es decir, aquellos vecinos que, tras abandonar el pueblo en los días previos o posteriores a a su ocupación por las fuerzas golpistas en agosto de1936, no regresaron una vez finalizada la contienda en 1939 o en los años posteriores (1940-1941). No siendo menor la información procedente de fuentes orales, el aporte principal de datos en este capítulo proviene de la comparación de los Padrones Municipales de Habitantes correspondientes a los años 1935 y 1940 cuyos listados no habíamos podido consultar en su momento por hallarse extraviados y, a su vez, el de ambos padrones, con la información procedente del Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca (CDMH) a través de la consulta telemática de sus fondos, consulta que, entonces tampoco habíamos podido llevar a cabo al no hallarse operativa su base de datos por aquellas fechas.

El segundo apartado que arroja un incremento significativo en sus cifras es el de víctimas mortales con un total de 115. En este capítulo han sido relevantes las informaciones procedentes de familiares así como la extraída de diversas fuentes documentales. De igual modo el capítulo de los exiliados ha visto más que duplicadas sus cifras tras la consulta de la documentación que al respecto de este colectivo guardan los archivos del Ministerio de Asuntos Exteriores, la Fundación Pablo Iglesias, el Archivo Guerra y Exilio o la procedente de los archivos franceses a los que hemos logrado acceder telemáticamente en estos dos últimos años. Así mismo la mayor parte de los nuevos datos sobre los depurados de empleo y los expedientados por el Tribunal de Responsabilidades Políticas proceden del Archivo de la Universidad de Sevilla y del Archivo Municipal de Cazalla por un lado y, por el otro, de las páginas del BOE. El capítulo con menor número de incorporaciones ha sido el de los condenados a prisión y/o trabajos forzados.

Esta realidad que se muestra ante nuestros ojos a través de las nuevas cifras de represaliados, no hace sino certificar con mayor precisión la dureza y alcance de la vesánica represión desatada por el régimen franquista sobre el vecindario de Cazalla de la Sierra entre 1936 y 1950. Si en la investigación publicada en 2011 el número de represaliados se situaba en torno al 12% de la población, doce años después dicho porcentaje se eleva hasta el 17%, cifra que si tomáramos en consideración el número de huérfanos que tuvieron que ser internados en los hospicios dela dictadura y el de las varias decenas de mujeres que sufrieron vejaciones de todo tipo por parte de los fascistas locales –desde rapados al cero, ingesta de aceite de ricino, obligatoriedad de prestar servicios de limpieza no retribuidos en los distintos acuartelamientos de Falange, Milicias Nacionales, Guardia Civil o edificios públicos- se acercaría bastante al20%. Por otro lado, no está de más recordar que la represión franquista en Cazalla de la Sierra no fue un hecho aislado, sino un episodio más que se enmarca dentro del conjunto de la política represiva llevada a cabo por los golpistas sobre el conjunto de municipios de la Sierra Morena sevillana, la mayoría de ellos pertenecientes al Partido Judicial de Cazalla.

Buscando una mayor claridad expositiva y de conjunto he estimado conveniente recomponer, en esta segunda edición, la estructura original del libro así como la capitulación del mismo. He suprimido aquellos capítulos que en la primera edición estaban dedicados a Antonio Tirado Moreno (6), José Arenal Hormigo (9) y José Cinta Martín (10) por haber sido el caso de dicha personas objeto de publicación como textos independientes en estos últimos años1, quedando sus contenidos recogidos en los apartados generales de la segunda parte de este trabajo. Así mismo y por idéntico motivo he suprimido el capítulo dedicado a la represión de las mujeres (11.Ellas, rojas y represaliadas) cuyos contenidos quedan, igualmente,incorporados a los apartados generales correspondientes.

Por último he considerado oportuno añadir al nuevo texto una tercera parte compuesta por siete capítulos nuevos (7 al 13 del índice) dedicada exclusivamente al aparato represivo franquista, es decir, a los victimarios y responsables de la represión para que por sus hechos sean conocidos por las nuevas generaciones que no vivieron aquel horror y la huella de su crimen no se diluya con el paso del tiempo.

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1 En el caso de las mujeres republicanas ver: Crónica local de la Infamia. La represión de las mujeres republicanas de Cazalla de la Sierra (2013).
Para José Cinta Martín, ver: José Cinta Martín, “El Niño  Cazalla”. Retrato al fresco de un flamenco republicano (2014).
Para José Arenal Hormigo ver: Que mi nombre no se olvide (2022) y
para Antonio Tirado, ver: Vida y muerte de Antonio Tirado Moreno. Republicano y hombre de bien (2015).