Córdoba. La familia de Manuel Tarazona pide que se coloque una placa en la futura Casa de la Solidaridad

La familia de Manuel Tarazona pide que se coloque una placa en la futura Casa de la Solidaridad

El capitán represaliado fue fusilado por las tropas golpistas el 13 de agosto de 1936 en el Cuartel de Lepanto, por defender la legalidad vigente de la República, a pesar de que ideológicamente estaba próximo a los sublevados

La nieta del capitán Manuel Tarazona Anaya, fusilado en Córdoba en 1936, víctima del golpe de Estado militar contra el Gobierno de la II República, ha remitido una carta al alcalde cordobés, José María Bellido (PP), en la que le solicita que, tras la rehabilitación de parte del Cuartel del Marrubial para convertirlo en Casa de la Solidaridad, se coloque allí “una placa o memorial alusivo a la memoria de mi abuelo”.

Sol Rodríguez Tarazona le indica en su misiva al regidor que “como sabe, mi abuelo compartía con usted un profundo amor por Córdoba y por su ciudadanía, hasta el punto de estar dispuesto a dar su vida por ellos, como se demostró aquel fatídico 13 de agosto de 1936, cuando fue fusilado en el patio del Cuartel del Marrubial, por defender la legalidad vigente”.

Tenía entonces 35 años y su muerte, en palabras de la nieta, fue por “defender a la población de Córdoba. Había dado su vida por la ciudad”, y ese hecho “cambió nuestra vida para siempre”. De hecho, eso fue lo que provocó que la abuela de Sol Rodríguez, Josefina Ortega San Emeterio, decidirá salir de Córdoba y del país para proteger a la familia hasta el exilio en París, “desde donde hoy le escribo”.

La autora de carta es consciente de “a estas alturas hay pocas cosas que puedan reparar el daño sufrido por mi familia, tras unos hechos que jamás vamos a poder olvidar”, pero ahora que se rehabilita el Cuartel del Marrubial para convertirlo en Casa de la Solidaridad, “me dirijo a usted para pedirle que considere la colocación en ese lugar, de una placa o memorial alusivo a la memoria de mi abuelo”.

Un gesto que, en caso de llevarse a cabo, “para nosotros, su familia, será de una importancia máxima pues serviría para amortiguar su ausencia y para reparar el daño”.

El capitán cordobés ha sido objeto de un libro de Manuel García Parody, titulado ‘Manuel Tarazona. Un caído por la libertad y por España’, en el que habla de su figura y del motivo por el que no hay que olvidarle.

Según la editorial Tipos Infames, Libros y Vinos, Manuel Tarazona Anaya fue un oficial del arma de Infantería que desarrolló buena parte de su vida militar en las campañas de Marruecos destinado en la Legión y Regulares. Recibió varias condecoraciones y participó en hechos de especial relieve como el desembarco de Alhucemas.

Tras proclamarse la II República ingresó en la recién creada Guardia de Asalto. Fue destinado como capitán a Córdoba y allí le sorprendió el golpe de Estado militar del 18 de julio de 1936. Ideológicamente cercano a los golpistas, antepuso su sentido del deber a sus convicciones y dirigió la defensa del Gobierno Civil a las órdenes de su titular.

Al rendirse para evitar un baño de sangre fue detenido por los sediciosos y sometido a un consejo de guerra. Fue condenado a muerte y fusilado el 13 de agosto de 1936 en el Cuartel de Lepanto por defender la legalidad. Manuel Tarazona Anaya fue uno de aquellos militares que, por ser fieles a las legítimas autoridades republicanas, se convirtieron en las primeras víctimas de quienes se alzaron contra ellas.

La familia de Manuel Tarazona pide que se coloque una placa en la futura Casa de la Solidaridad (cordobahoy.es)