David Doña Guillón: “No son los míos, pero todos son los nuestros”

David Doña Guillon

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15.04.2018

“No son los míos, pero todos son los nuestros”.-

La frase con la que titulo esta reflexión se la escuché a mi amigo Juan Luis Vega, justo cuando acababa de conocer los resultados de los análisis de identificación genética practicados a los restos recuperados de la fosa de Paterna de Rivera. En aquella fosa se localizaron los restos de 10 personas y se abrigaban esperanzas de que alguno de aquellos huesos pertenecieran al padre o a la madre de Luis Vega Sevillano, padre de Juan Luis. No hubo suficiente concordancia entre las muestras óseas y el ADN de Luis, por lo que no se pudo establecer un vínculo familiar con certeza científica. Sin embargo, a pesar de la decepción inicial, Luis y todos los suyos se han ganado el reconocimiento de todos. Además, aquella fosa de Paterna dejó de existir, nadie pasará sobre las osamentas que estaban sepultadas y todos los restos recuperados serán enterrados el próximo mes de julio con el respeto que merecen.
Y me acuerdo de Juan Luis y de Luis y de los Vega justo hoy, ya pasado el 14 de abril. El día de la Segunda República ha amanecido claro, sin viento y con una luz intensa.
En el cementerio mancomunado de Chiclana se han inhumado los restos recuperados en dos intervenciones resueltas en el antiguo cementerio de San José, de Cádiz. Se buscaba a 18 personas, si bien sólo en dos casos habían aparecido familiares de los represaliados. La mayoría de los recuperados pertenecen a la segunda intervención, en la que confluyeron profesionales muy competentes: se partía de la investigación histórica de José Luis Gutiérrez Molina, y sobre el terreno -o bajo el suelo- se fajaban Juan Manuel Guijo Mauri, desde la antropología forense, o Jesús Román en la coordinación arqueológica (sólo por mencionar algunos nombres de un equipo más nutrido e igualmente solvente).
El resultado me ha recordado a Paterna: no es posible determinar científicamente a qué personas pertenecen los huesos exhumados en San José, porque o bien no han aparecido familiares para buscar el vínculo, o -en los dos casos en los que sí hay descendientes- la búsqueda aún no ha deparado resultados.
Y me acuerdo de la frase de Juan Luis: “No son los míos, pero todos son los nuestros”. Y ha sido un 14 de abril, de 2018, con más de ocho décadas de retraso cuando se ha rendido tributo a 18 nombres que dejan la fosa atrás:
Antonio Baena Morera; Manuel Beardo Delgado; Ramón Blanco Celpa; José Blandino Domínguez; Cristóbal Cosano Fernández; Andrés Cózar Cantero; José Díaz Mariscal; Francisco Díaz Zambruno; Andrés Fernández Reina; Manuel Ferreira García; José Pérez García-Pérez; Juan Antonio García Rodríguez; Alfonso Martínez García; José Rodríguez Andrés; Domingo Rodríguez Santana; Pascual Sánchez Fernández; Domingo Vélez Clemente; Pedro Viqueira Pérez.
Seguimos..