Dolores Delgado, ministra de Justicia de España y Museo de la Memoria chileno: “Es un modelo extraordinario a seguir”.

Dolores Delgado, ministra de Justicia de España y Museo de la Memoria chileno: “Es un modelo extraordinario a seguir”

Autor: Andrés Muñoz /Mie 4 Sep 2019 | 01:38 pm


Hace 80 años, el 3 de septiembre de 1939, el barco Winnipeg llegó hasta el puerto de Valparaíso con cerca de 2.200 exiliados españoles que escaparon del franquismo que por esos días azotaba duramente a los republicanos.

Para conmemorar la fecha, viajó hasta Chile -en una visita oficial de dos días- la ministra de Justicia del país ibérico, Dolores Delgado, quien fue designada por el Presidente Pedro Sánchez, como la encargada de relevar la memoria histórica en España. Un tema que, según ella, aún está en deuda. Por eso, el lunes visitó el Museo de la Memoria chileno y espera replicar algo similar en su país que aún no cuenta con un lugar que recuerde a las víctimas de la dictadura de Franco.

En esta entrevista aborda el tema de la memoria, pero también el avance de partidos como Vox, el episodio cuando un dirigente de ese partido la trató de “tiparraca” y “embustera” y cómo ve las negociaciones -hoy entrampadas- para que haya un gobierno de coalición en España entre el PSOE, su partido, y Unidas Podemos.

¿A qué atribuye que en España no exista un Museo de la Memoria o un enfoque por la memoria histórica?
Cuando el Presidente Pedro Sánchez conformó gobierno y me designó como ministra de Justicia tomamos la decisión compartida con él y el Ejecutivo, de dar relevancia a la memoria histórica. De poner en valor la memoria histórica con todo lo que ello conlleva. Esto nos hizo crear la Dirección General de Memoria Histórica en el seno del ministerio. Y eso se hizo para avanzar en memoria porque bajo el gobierno del Partido Popular, de la derecha, se había visto paralizada la memoria histórica.

¿Por qué se paralizó?
No se ha superado ese paso que pretendemos darle como una política de Estado. Todavía existen posiciones que quieren pasar página de la historia de España, piensan que ya estamos en una democracia que está consolidada y prefieren no abrir heridas del pasado. Hay distintos posicionamientos sobre esto: los progresistas pensamos que restañar las heridas del pasado hay que hacerlo pero conociendo la verdad, desarrollando esa verdad y completando un relato histórico que hasta ahora no se ha hecho y de esta manera palear y solventar nuestra deuda con el pasado y con las víctimas.

¿De qué manera cree que afecta a la reconciliación de los españoles el hecho que los restos de Francisco Franco estén en un memorial como el Valle de los Caídos?
La exhumación de los restos de Franco es una de las acciones que se inició con la llegada del gobierno de Pedro Sánchez. Se han dado todos los pasos: primero los políticos y después los administrativos para que finalmente culmine la exhumación. Lo que sucede es que se ha hecho con un procedimiento administrativo muy ajustado a la norma, muy garantista y esto ha llevado a que la familia como la fundación Franco hayan recurrido a los tribunales y ahora mismo estamos en tiempos judiciales.

Tanto el Presidente Pedro Sánchez en su visita más reciente a Chile como usted el lunes, visitaron el Museo de la Memoria. ¿Qué impresión se llevó de su visita?
Me parece que el Museo de la Memoria es extraordinario, es un museo cargado de simbolismos y emotividad y además muy pedagógico que expresa con toda su fuerza lo que sucedió en Chile y también cómo se resolvió un conflicto y ese museo es prueba de la necesidad para resolver conflictos y tensiones internas. Además, es un museo que me emocionó, que consigue arrancarnos emociones, sentimientos y muchísima reflexión que es de lo que se trata.

¿Se busca replicar el modelo del museo en España?
Sí, me parece que es un modelo extraordinario a seguir. Lo que pasa es que cada país tiene su propia idiosincrasia, su propia historia, sus propias víctimas y victimarios. Y el enfoque tiene que ser personalizado. Pero de todas formas me parece que es un magnífico y extraordinario museo de la memoria.

Acá en Chile el Museo de la Memoria ha sido protagonista de varias polémicas. Sectores de la derecha chilena lo han criticado porque según ellos, el museo solo muestra los crímenes cometidos en dictadura pero nada de los antecedentes que llevaron al golpe militar. ¿Cómo ve esa crítica?
Es que no hay ninguna razón que justifique un golpe militar. Estamos hablando de un acto de barbarie, de represión. Y es un relato que necesita construirse porque cuando ha existido esa represión, generalmente, el relato que conocemos es el de los victimarios y represores. Y por lo tanto, un museo de la memoria expresa unos hechos y acontecimientos que tenemos que conocer para que no vuelvan a repetirse, sin ningún tipo de posible justificación.

¿Y qué tanto cree que sería criticado con un museo de la memoria por sectores cercanos al franquismo?
Puede cuestionarse, claro. Pero independiente de que haya críticas de algún sector, la sociedad evidentemente está preparada para que trabajemos en esa verdad. Ha pasado mucho tiempo.

Se lo preguntaba porque en España surgió el partido Vox, asociado a la extrema derecha y que algunos de sus dirigentes han hecho comentarios sobre Franco, porque…
(Interrumpe) Por eso le digo que es tan importante conocer la verdad. Por eso es tan importante el relato, por eso creo que es importante reconocer que hubo víctimas que no tuvieron derecho a siquiera a hablar, fueron víctimas silenciadas. Precisamente, para que grupos políticos no puedan justificar lo que ocurrió, hay que conocer la verdad.

Hace algunos meses, un dirigente de Vox la insultó con duros epítetos. ¿Cuál es su visión del surgimiento de ese partido?
Vox es un partido de extrema derecha, es un partido de ultra derecha, que está en línea con otros partidos europeos y en otros ámbitos regionales que han crecido y se han desarrollado con ideas xenófobas y excluyentes. Y bueno, han tenido sus votos, tienen su representación parlamentaria y lo que tenemos que hacer es poner blanco sobre negro para saber qué representan y qué buscan. Y hacer nuestras políticas progresistas, de políticas sociales, de avance e igualdad. Lo más importante frente a estos movimientos totalitarios es decir lo que son, pero por sobre todo tener políticas que puedan confrontarlos y que puedan ponerlos en evidencia.

¿Usted dio por superado el impasse que tuvo con uno de sus dirigentes?
Sí. Cuando los representantes políticos no saben mantener la altura institucional, cuando no existe un comportamiento ejemplar de cara a la ciudadanía, tendrán que reflexionar lo que hacen y qué representan. Creo que el ciudadano es muy crítico, y en este momento Vox no es una fuerza política en alza y tiene su propio techo. La ciudadanía, al final, comprende y entiende cuáles son los comportamientos ejemplares de los políticos.

Hay un ex candidato presidencial chileno, José Antonio Kast, que se ha reunido con Santiago Abascal de Vox, y que simpatiza con ellos…
Sí, ellos se juntan y seguramente se retroalimentan en sus propias ideas, en su propio marketing, en sus propios discursos y son lo mismo: exclusión y establecer esas políticas ultra conservadoras que creo que la inmensa mayoría de la ciudadanía no comparte.

En la investidura fallida, para hacer gobierno en España, hubo discursos muy duros de parte de Pedro Sánchez y el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias. De ambas partes se dijo que se había perdido la confianza. ¿En qué estado están las negociaciones hoy?
Sí, en su momento hubo una ruptura de la confianza, en el proceso previo a la investidura y el momento de ella existieron circunstancias que demostraron que no existía esa confianza para un gobierno de coalición. De hecho, Unidas Podemos rechazó las propuestas que se hizo desde el PSOE, estamos ahora en otro tiempo, y con posibles soluciones sobre la mesa.

¿Cree que habrá un acuerdo?
No lo sé, no me atrevo a decir algo porque estamos en un momento en que seguramente las negociaciones del jueves serán muy importantes.