El decreto para la exhumación de Franco vetará también el traslado a La Almudena

EL DECRETO PARA LA EXHUMACIÓN DE FRANCO VETARÁ TAMBIÉN EL TRASLADO A LA ALMUDENA

El Gobierno quiere evitar que la ubicación de los restos pueda poner en peligro el orden público y la actividad normal del lugar elegido.

LAINFORMACION.COM | FERNANDO PASTOR / FERNANDO H. VALLS | 17-10-2018

El Gobierno ya tiene ‘in mente’ un cauce legal a seguir para evitar que los restos de Francisco Franco vayan a parar a la Catedral de La Almudena una vez que sean exhumados en el Valle de los Caídos. Si finalmente no se llega a un acuerdo con la familia del dictador, el Ejecutivo contempla la opción de incluir las condiciones básicas para la ‘reinhumación’ del dictador en el mismo Real Decreto con el que se ordenará la ejecución de la exhumación, que se está gestionando en el Ministerio de Presidencia y se encuentra ahora en fase de alegaciones. El objetivo es que no se permita su ubicación en algún lugar donde pueda alterar el orden público o perjudicar el desarrollo normal de la actividad que allí se desarrolle, ya sean de culto católico o de otro tipo.

Según han señalado fuentes de Moncloa, las directrices para ordenar todo este proceso las está llevando Vicepresidencia del Gobierno, junto con el Ministerio de Justicia y la abogacía del Estado, con la premisa de que lo más aconsejable para todas las partes sería llegar a un acuerdo con la familia, dado que lo primero es respetar sus derechos, pero con la condición de que no vaya a un lugar de culto y turístico en el centro de la capital, sino a un sitio más discreto, donde se pueda evitar que se realicen actos masivos de exaltación de la dictadura que pongan en peligro la normalidad y la seguridad ciudadana.

Una de las claves jurídicas que la abogacía del Estado está manejando para argumentar el entramado legal es la utilización cotidiana que se hace de La Almudena como parroquia del centro de Madrid, donde se realizan misas, oficios y visitas turísticas de forma regular. A su entender, la cripta está demasiado cerca de los puntos en los que se desarrollan todas esas actividades, y es seguro que la ubicación allí de la tumba del dictador y el efecto llamada que supondría para todo tipo de personas puede alterar de forma significativa la situación.

La inclusión de esas pautas legales para la reinhumación en el decreto que ahora se está desarrollando para sacar los restos del Valle de los Caídos supone crear una legislación civil al respecto, de obligado cumplimiento para la Iglesia y sus representantes, por delante de lo que les marca el Código Canónico. Pero de la misma manera que esa prevalencia de la normativa civil impide actuar a las instituciones eclesiásticas, permite recurrir y litigar ante los tribunales a la familia de Franco para intentar revocar el decreto, aunque eso supondría entrar en un proceso legal a medio y largo plazo, durante el cual habrá que encontrar un realojo que cumpla con la norma para los restos.

Para el Gobierno, la exhumación es una prioridad y piensa tenerla lista antes de que finalice el año, y un hipotético proceso civil se extendería más en el tiempo. No obstante, son conscientes de que el Real Decreto de ejecución que se está preparando para incluir las condiciones del traslado y la nueva ubicación de la tumba de Franco es una norma con rango de Reglamento, que no requiere convalidación parlamentaria, pero recurrible ante la jurisdicción ordinaria. 

La Ley de Memoria Histórica y el Ducado de Franco

Toda la batalla jurídica y mediática que se puede formar en torno al Real Decreto de exhumación de la tumba de Franco se va a realizar de forma paralela al debate y, en su caso, aprobación en el Congreso de la Ley de Memoria Histórica, tras la proposición hecha por el Grupo Socialista. La norma está en proceso de enmiendas, si bien las peticiones de ampliación del plazo para poder presentar más por parte de la oposición del PP, amenazan con alargar el proceso más de lo que el Ejecutivo y los socialistas desean, según explican fuentes parlamentarias.

Precisamente y en base a esa nueva normativa que se prepara sobre memoria histórica, este mismo martes se ha publicado una respuesta parlamentaria del Gobierno a la diputada de Compromís, Marta Sorlí, donde se confirma la intención del Ministerio de Justicia de reformar la normativa actual sobre títulos nobiliarios, de forma que se puedan revocar y suspender si se considera necesario.

La propia ministra de Justicia, Dolores Delgado, anunció su intención de proceder a esa revisión el pasado 4 de julio, el mismo día que se publicaba en el Boletín Oficial de Estado la concesión por herencia del Ducado de Franco a la nieta del dictador, Carmen Martínez-Bordiú. En la respuesta parlamentaria no se concreta que la revisión de los títulos se vaya a realizar contra alguien en concreto, pero se advierte que la Dirección General de Memoria Histórica, recién creada en el Ministerio, “está estudiando en estos momentos la posibilidad de acometer la mencionada reforma de la legislación nobiliaria”, dado que el régimen de revocación no se contempla en la normativa vigente y se pretende que los títulos nobiliarios puedan suspenderse.

https://www.lainformacion.com/espana/decreto-exhumacion-franco-vetara-traslado-almudena/6434876

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LA IGLESIA VE INEVITABLE EL ENTERRAMIENTO DE FRANCO EN LA ALMUDENA Y SE PREPARA PARA LIMITAR CÁNTICOS Y BANDERAS FASCISTAS EN EL INTERIOR

► Salvo que se rompa la unanimidad entre los nietos del dictador, que sería la salida preferida por el Arzobispado de Madrid, se asume que la momia de Franco acabará en el centro de la capital

► La Iglesia contempla que el entierro se produzca como acto privado, sin focos y con la única presencia de la familia

► También prevé impedir la exaltación del dictador o del franquismo prohibiendo la entrada de símbolos políticos a la cripta o limitando la entrada de grupos numerosos

ELDIARIO.ES | JESÚS BASTANTE | 16-10-2018

Salvo gran novedad,  los restos de Francisco Franco reposarán en la cripta de la catedral de La Almudena una vez salgan del Valle de los Caídos. La Iglesia ha confirmado que la familia tiene comprada una tumba, entrando a la izquierda donde ya reposa su hija, y el decreto del Gobierno ha permitido a los Franco elegir el lugar de enterramiento. Los nietos del dictador han colado un gol al cardenal Osoro y a Sánchez y han elegido la catedral de Madrid para inhumar los restos, lo que puede convertir el centro turístico de la ciudad en un lugar de peregrinaje franquista.

El Gobierno apela al derecho canónico que rige dentro de la catedral de Madrid, por lo que no puede remediar la inhumación (la vicepresidenta ya dijo que el ejecutivo es responsable solo de la exhumación) y lanza la pelota a Osoro. Y la Iglesia apela a que la tumba es de los Franco, es visible, y no puede evitar la inhumación o proponer ningún traslado acogiéndose a ninguna norma legal. Los nietos del dictador, irritados con Pedro Sánchez y con la Iglesia española por permitir la exhumación del Valle de los Caídos, han dado la vuelta a lo que consideran una traición a su abuelo.

Como ya adelantó  eldiario.es, los Franco cuentan en la cripta con una tumba, por la que pagaron 150.000 euros, que está nada más entrar a la izquierda, lo que convierte en casi imposible limitar la visita a esa parte. Tiene capacidad para entre cuatro y seis cuerpos, fue adquirida “a perpetuidad” por la hija del dictador en 1987 y donde Carmen Franco (fallecida en diciembre de 2017) está enterrada, junto con su marido, el marqués de Villaverde (que murió en 1998). Sobre la lápida no faltan nunca las flores y las cintas con los colores de la bandera de España.

En su escrito de alegaciones a la exhumación del dictador, los nietos de Franco apuntaron que, en caso de que sus recursos no prosperen y su abuelo sea sacado del Valle de los Caídos, su deseo era que fuera inhumado en ese lugar. Una acción que no contraviene ninguna ley pero que, en la práctica, supone enterrar al dictador a pocos metros del Palacio de Oriente, lo que ha desatado las alertas tanto en Moncloa como en la sede del Arzobispado de Madrid,  que desea que eso no suceda pero que de momento no ve salida al problema.

El cardenal Osoro, quien junto al presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, tuvo un papel protagonista para que la abadía de Cuelgamuros no pusiera pegas a la salida de la momia del dictador, teme que los intentos de parte de la Iglesia española (la más cercana al Papa Francisco) por alejarse de cuestiones políticas se vayan al traste con un enterramiento que volvería a traer a la memoria el nacionalcatolicismo y los vínculos de la Iglesia con el franquismo.

Pero Osoro alega que no puede hacer nada. De un lado, se da por hecho que no puede impedir que la familia entierre al dictador en una tumba de su propiedad. Del otro, tampoco contempla cerrar la cripta al público, pues se trata de un recinto “con actividad parroquial”, en la que hay 800 visitas al día que aportan un euro de donativo. “Si estuviera en una capilla, sí podría cerrarse, pero aquí es zona de paso”, lamentan desde el arzobispado. Enterrarlo en otro sitio no visible aunque no sea la tumba de su propiedad o negarse a la inhumación como medida excepcional ya que se trata del dictador no entra en los planes de la Iglesia.

Oficialmente, desde la diócesis aseguran no haber recibido ningún tipo de comunicación, ni por parte de la familia ni por parte del Gobierno, respecto a la futura inhumación de Franco en la cripta. El cardenal Osoro, desde Roma (donde se encuentra hasta el 28 de octubre, participando del Sínodo de la Juventud), sigue el desarrollo de los acontecimientos y ha hablado del asunto con la Secretaría de Estado del Vaticano, que concluye -como la diócesis madrileña- que la Iglesia no puede oponerse a los deseos de la familia. Así se lo transmitirá, si el tema sale en el encuentro, el cardenal Parolin a la vicepresidenta Calvo en la reunión que mantendrán en el Vaticano el próximo 29 de octubre.

Según ha sabido eldiario.es, la Iglesia madrileña ya trabaja con varias hipótesis en el caso de que el enterramiento sea inevitable, como ya dan por hecho círculos eclesiásticos y gubernamentales. La primera de ellas, la menos viable en la actualidad pero la que preferiría el arzobispado, estaría en la ruptura de la ‘unanimidad’ en el seno de la familia Franco. Distintas fuentes apuntan a que alguno de los siete nietos del dictador podría no romper con la postura mayoritaria, y abogaría por evitar conflictos y enterrar al abuelo junto a su mujer, Carmen Polo, en el cementerio de Mingorrubio (El Pardo), gestionado por Patrimonio Nacional.

Esta posibilidad es la que la Iglesia esperaba que se diese de manera natural, pero los Franco “nos colaron un gol por toda la escuadra”, subraya una de las personas que vivió de cerca la negociación para la salida de los restos del Valle de los Caídos. Si esto se produjera, el Ejecutivo podría aducir a la falta de consenso entre los familiares para ser quien decidiera el lugar de la sepultura. Algo que, a día de hoy, parece inviable, pero en lo que se afanan, discretamente, personas cercanas a varios de los nietos.

La segunda posibilidad, en el caso de que Franco finalmente llegara a La Almudena, es doble. En primer lugar, asegurar que la inhumación sería un acto privado, sin focos y con la única presencia de algún representante de la familia, de la Iglesia y, si así lo piden, de algún representante del Gobierno. En segundo lugar, el compromiso de la Iglesia de que en la cripta no se produzca ningún tipo de acto de enaltecimiento a la figura del dictador, en la medida de lo posible.

Para ello, el arzobispado podría comprometerse a elaborar, en coordinación con las autoridades públicas, un sistema de seguridad que impida la entrada en el templo de grandes grupos, de personas que portaran símbolos políticos o banderas y símbolos franquistas. Al tiempo, al tratarse de un lugar de recogimiento, oración y silencio, se impedirían cualquier tipo de cánticos o tumultos en el interior del templo. No podría impedirse, no obstante, que algún fiel quisiera arrodillarse y rezar por el alma del dictador o fotografiarse, o dejarle flores. 

Otro problema sería la seguridad en el exterior, que no dependería de las autoridades eclesiásticas, sino, en su caso de la Policía Nacional o Municipal. “La Iglesia puede impedir que alguien grite ‘Viva Franco’ en la cripta, pero no que lo haga fuera. Ése es un problema de las Fuerzas de Seguridad” apunta a eldiario.es un experto en Derecho Canónico que está siguiendo de cerca los acontecimientos.

El arzobispado de Madrid reitera que la familia tiene derecho a enterrar a Franco allí y de momento parece que nada ni nadie lo va a impedir.

https://www.eldiario.es/sociedad/inevitable-enterramiento-Almudena-canticos-fascistas_0_825568004.html