El Centro de la Memoria Histórica de la ciudad guarda millones de documentos que narran la Guerra Civil en España
Daniela Di Domenico / Jueves, 17 de julio 2025, 14:55
Con casi un siglo de historia, el Archivo General de la Guerra Civil se ha consolidado como un referente nacional en la conservación de la memoria documental de la Guerra Civil, la dictadura franquista y la transición a la democracia. En la actualidad, este centro, gestionado por el Ministerio de Cultura, custodia más de 6.200 metros lineales de documentación.
Ubicado en el antiguo Colegio menor de San Ambrosio, sobre la antigua muralla prerromana y el barrio judío de Salamanca, el edificio que hoy alberga el Centro Documental de la Memoria Histórica (CDMH) ha tenido una evolución compleja. Desde su origen en 1931 en el Palacio de Anaya, hasta su ubicación actual en la calle Gibraltar, abierta al público sin limitaciones de acceso desde finales de los años 80, el archivo ha sido testigo y protagonista de algunos de los episodios más oscuros de la historia contemporánea de España.
Evolución y cambios
Durante la Guerra Civil, el archivo fue utilizado por el régimen franquista para almacenar y clasificar documentos incautados a sindicatos, partidos del Frente Popular y otras organizaciones, con el objetivo de facilitar la represión. Estos documentos fueron usados para crear ficheros al servicio de los órganos represivos, que permanecieron activos hasta los años 60. En los años 70, el archivo recibió los fondos del Tribunal de Orden Público, centrados en la represión de la masonería y el comunismo, y continuó incorporando documentación de entidades opositoras al régimen
Depósito de fichas
El Centro conserva uno de los fondos documentales más importantes relacionados con la represión franquista y la historia política del siglo XX en España. En total, alberga más de 2,5 millones de fichas, ya digitalizadas, facilitando su consulta y preservación, y a la espera de ser difundidas en el repositorio de los Archivos Estatales de España y en Archives Portal Europe, el portal europeo de archivos financiado por la Unión Europea por el que se puede acceder a la información de cientos de archivos de toda Europa.
Alrededor de 3 millones de personas componen estas fichas, entre las que se encuentran registros de presos identificados pueblo por pueblo, así como de miembros del Quinto Regimiento, donde se incluyen también mujeres y niños. Uno de los bloques más extensos corresponde a la masonería, con aproximadamente 90.000 expedientes, en los que figuran los nombres simbólicos de sus miembros, junto con sus filiaciones políticas y religiosas.
Entre estos millones de documentos, también se encuentran fichas de figuras históricas relevantes como Pablo Picasso, Antonio Machado, Clara Campoamor, Federico García Lorca, Margarita Nelken o María Moliner. también se conserva el expediente del tribunal de Casares Quiroga, padre de la actriz María Casares, así como copias de cartas y escritos de diversos personajes públicos vinculados al Frente Popular o la Segunda República. Este fondo no solo tiene un valor político e histórico incalculable, sino también un profundo contenido humano al registrar con precisión administrativa, el aparato represivo que persiguió ideologías y vidas durante décadas.
La sala masónica: una exposición única en el mundo
Uno de los espacios más singulares del Centro es la sala masónica, una muestra única a nivel mundial por la amplitud y profundidad de los materiales que expone. En ella se conservan y exhiben todos los objetos incautados a logias masónicas durante la dictadura, desde joyas, mandiles, títulos de afiliación y documentos, hasta una detallada reproducción de una logia masónica, lo que la convierte en la colección más completa y reveladora sobre masonería en todo el mundo.
Destaca la cámara de reflexión, un espacio donde los aspirantes eran introducidos antes de su iniciación. Allí, un audio guía al visitante por el ritual masónico, rodeado de objetos simbólicos como un reloj, una pluma, un tintero y una hoja en blanco, que evocan la introspección y el paso del tiempo. Todo el material fue recabado de distintas logias y seleccionado por su valor simbólico e histórico. La sala incluye además una exposición creada por un preso en un campo de concentración, que aporta una dimensión testimonial y humana.
Depósitos, digitalización y otras salas
Antes de acceder a los depósitos del Centro, el visitante atraviesa una zona clave en la conservación del patrimonio documental: los talleres de restauración, ubicados en el área donde antiguamente se encontraba el pozo hallado durante las reformas. En esta misma sección se encuentra la sala de digitalización, equipada con grandes escáneres de alta precisión que permiten convertir los documentos físicos en archivos digitales accesibles y protegidos. Al fondo de esta zona se localiza lo que fue en su momento el laboratorio de revelado fotográfico, hoy reutilizado para el procesado de rollos de microfilm, una técnica esencial en la conservación y consulta de documentación sensible al deterioro físico.
El corazón del archivo lo componen sus siete pisos de depósitos, donde se almacena el vasto fondo documental del centro. Todo el material se organiza en estanterías compactas móviles, que funcionan mediante un sistema de «peines» que permite maximizar el espacio y facilitar el acceso. Cada nivel de almacenamiento está equipado con sistemas de protección específicos para contrarrestar las condiciones adversas del edificio, como la elevada temperatura y la humedad relativa de cada piso. Entre estas medidas destacan los dispositivos antiplagas y reductores de humedad, fundamentales para preservar documentos de alto valor histórico.
En uno de los almacenes, el visitante puede encontrar una colección especialmente curiosa: una serie de cajones diseñados para conservar carteles entelados. En ese mismo espacio también se resguardan objetos históricos diversos, como un proyector de cine, una cruz, fragmentos de vasijas de mármol y una antigua máquina de contabilidad. Cada pieza forma parte del relato visual y material de una época, y en su conjunto refuerzan el valor patrimonial del centro.
El proceso archivístico: del ingreso a la conservación
Cada documento que ingresa al Centro Documental de la Memoria Histórica es sometido a un riguroso proceso técnico: primero se evalúa su estado de conservación, se describe y, si es posible, se digitaliza para facilitar el acceso público y su preservación. Luego, se organiza y clasifica por series, especialmente en expedientes judiciales o de personal, donde la coherencia es clave.
Un ejemplo destacado son los expedientes del Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo, que se limpian, folian y ordenan antes de ser expuestos o conservados. Además, el archivo alberga objetos históricos de gran valor almacenados en cajones -como carteles entelados, proyectores de cine, vasijas de mármol o antiguas máquinas de contabilidad-, todos tratados con criterios archivísticos y museológicos que garantizan su conservación y difusión como parte del patrimonio documental de la historia reciente de España.
Exposiciones permanentes
El Centro alberga exposiciones permanentes y temporales dedicadas a temáticas como la masonería, el Tribunal para la Represión de la Masonería y el Comunismo, el exilio republicano, la censura y la propaganda. Estas muestras incluyen una amplia colección de objetos incautados durante el régimen franquista, como sellos, medallas, insignias, documentos y pertenencias personales.
Muchos de estos objetos fueron confiscados a personas e instituciones vinculadas con la República o con ideologías de izquierda. Un ejemplo destacado es un ejemplar de las Obras completas de Lenin con el sello de la «BSC: Biblioteca Santiago Carrillo».
Próximamente, el Centro inaugurará una exposición dedicada a los voluntarios chinos que participaron en la Guerra Civil Española y a los médicos españoles que colaboraron en China. Esta muestra abordará la presencia de brigadistas internacionales, las motivaciones que los llevaron a participar y el apoyo recibido tanto de la Internacional Comunista como de movimientos anarquistas.