El exilio republicano en México defiende la legalidad republicana
Los pasados días de este mes de junio, entre el 17 y el 19, tuvieron lugar unas interesantes jornadas, fruto de una colaboración entre el Ateneo español en México y el Ateneo de Madrid, dentro del programa “España, 50 años de libertad“.
La Junta para ampliación de Estudios estuvo funcionando hasta el final de la guerra civil, con la derrota de la II República
Asistieron personalidades, como dos ministros españoles, y el embajador de México en España. No pude asistir, pero lo vi por streaming, y quiero comentar la conferencia inaugural, a cargo de Miguel Ángel Puig-Samper, investigador del Instituto de Historia-CSIC, “México, refugio de la ciencia española en el exilio”. Resalta la figura principal de Ignacio Bolívar, como naturalista y director del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, y también presidente de la Junta para ampliación de Estudios e Investigaciones científicas (JAE), de 1934 a 1939, tras la muerte de Ramón y Cajal, su primer presidente.
También nos explica su participación y creación en la importante revista “Ciencia”, que reunía a los científicos republicanos exiliados, que fueron muchos y muy importantes, y en donde explican que la JAE estuvo funcionando hasta el final de la guerra civil, con la derrota de la II República.
En contraposición, la declaración como Bien de interés cultural (BIC), del legado Cajal, que publicó el Ministerio de Cultura, en el BOE del 3 de abril del 2024, denomina indebidamente a la JAE, como Junta para ampliación de Estudios e Investigaciones “Biológicas” (JAE), y al Consejo superior de Investigaciones científicas (CSIC), como “Centro” superior de investigaciones científicas.
El exilio republicano en México defiende la legalidad republicana