EL FRANQUISMO Y LA REPRESIÓN A LA FAMILIA PORTALES

EL FRANQUISMO Y LA REPRESIÓN A LA FAMILIA PORTALES

Por María Luisa Hernández

Mi gran familia materna, Portales, originaria de Zahínos (Badajoz) vivió casi todas las formas de represión del Golpe fascista de julio de 1936. Por motivos laborales les cogió el levantamiento en diferentes lugares de España: en Sevilla, en Yélamos de Arriba (Guadalajara), en Madrid y en Toledo. Al haber contado con medios económicos y por la inquietud intelectual de mis bisabuelos, ambos maestros, habían crecido sus hijas e hijos en un ambiente muy enriquecedor para acceder al conocimiento, al gusto por aprender y al movimiento anarcosindicalista.

Suceso Portales Casamar

Nació el 8 de abril de 1904 en Zahínos (Badajoz). Fue la persona más relevante de mi familia a mí parecer, por su larga vida de compromiso en Mujeres libres y la CNT, junto a su compañero Acracio Ruiz. Una mujer llena de energía, con una capacidad de trabajo inmensa, con una colaboración permanente al ideario de Mujeres Libres, honesta, solidaria y sensible a prácticamente toda forma de injusticia social. Muy volcada en la Educación libre y en la Emancipación de la Mujer de su triple esclavitud: como analfabeta, como trabajadora y como mujer. Siempre añoró su pueblo que lo tenía idealizado por los recuerdos vividos. Falleció en Sevilla el 23 de enero de 1999 a los 94 años de edad. Ha tenido dos Homenajes, en su pueblo natal Zahínos en 2017 con una calle que lleva su nombre y en Mérida gracias a distintos colectivos que junto al Ayuntamiento de la ciudad pudieron conseguir una plaza con su nombre en el distrito norte en septiembre de 2019 donde estuvo presente la familia, agasajada por el colectivo de Mujeres Sembrando de CNT.

Estuvo desde el comienzo al lado de Lucía Sánchez Saornil y otras compañeras. El contacto con el anarquismo lo vivió desde muy joven pues en su casa su padre maestro Francisco Portales Sirgado, tenía siempre revistas y periódicos que ella leía, junto a la amplia biblioteca que tenían en su casa de Zahínos. Su madre Luisa Casamar Portales, que también era una mujer culta, tuvo muchos embarazos, tocaba el acordeón y he sabido los nombres de 9 hijas e hijos que tuvo, aunque dos murieron pronto, uno adolescente y otra muy joven.

Con el Golpe miliar de julio de 1936 y la represión, mi familia vivió tres desapariciones forzadas:

Mi abuelo Francisco Portales Casamar, asesinado en las murallas de la Macarena, con consejo de guerra por Rebelión Militar, el 23 de agosto de 1936, probablemente su cuerpo podría estar en la fosa de Pico Reja (cementerio municipal de Sevilla) que está en proceso de exhumación desde enero de 2020.  Fue funcionario, oficial administrativo del Ayuntamiento de Sevilla, de 35 años y dejó viuda que estaba embarazada y que dio a luz al día siguiente del fusilamiento (con la devolución de la ropa limpia en la cárcel era como transmitían que lo habían matado). Además quedaron huérfanos: mi madre y sus dos hermanos, que tenían entonces 7, 6 y 4 años. Estuvieron con miedo todos a buscar a su padre hasta que se murieron. “Hija no busques que esta gente es muy mala” me decía mi madre en 2012 cuando falleció su hermano que le quedaba, y al año siguiente se marchó ella. Entonces con la ayuda de Cecilio Gordillo empezó mi búsqueda. Ha habido Homenajes a la Corporación municipal y a la plantilla trabajadora en 1936 por parte del Ayuntamiento de Sevilla siempre solicitado por el movimiento memorialista y las familias. A mi abuelo le llegó una Declaración firmada por el ministro de Justicia en 2017, Derechos de Gracia, aunque preferimos se anule su Consejo de Guerra por ser ilegal como tantos otros. Ahora en la actualidad, estamos a la espera de que por fin se recuperen los restos de mi abuelo en Pico Reja, donde el equipo de Aranzadi contratado por el Ayuntamiento de Sevilla está haciendo un trabajo magistral que cada mes podemos conocer pormenorizado gracias al informe que se publica en la web del Ayuntamiento. Queremos poder cerrar esta herida para la familia y que sea reconocido en el Estado Español el Genocidio que vivió este país, que padecieron en silencio sus supervivientes y que siguió silenciado y ocultado en democracia.

En 2013, hablando con una prima de mi madre, Luisa Herrera Portales, me enteré que también fusilaron a su padre Rafael Herrera Mata en 1938 en Sevilla, era impresor y estaba casado con Luisa Portales Casamar, hermana de mi abuelo. Poco a poco pude averiguar más sobre mi familia y sobre todo de la que tuvo que exiliarse.

Y en 2016 conocí a Hortensia, la hija de Suceso Portales Casamar y Acracio Ruíz. Suceso que salió de Toledo tras el Golpe hacia Guadalajara, desarrolla mucha actividad con Mujeres Libres hasta que tiene que trasladarse a Valencia ante el avance rebelde. Allí la nombran Subsecretaria Nacional de Mujeres Libres. Este colectivo no mixto fue pionero en la búsqueda de que la Mujer pudiera ser tenida en cuenta en el propio sindicato de CNT y fuera de él. Al terminar la guerra sale dirección Marsella en un buque escuela inglés que trasladó a muchas familias desde Gandía (Valencia), por lo que terminará en Londres exiliada, ya que en Francia les dijeron que se harían cargo de estos refugiados en el Reino Unido. Allí colabora trabajando en una fábrica de condensadores para los aviones de las fuerzas aéreas británicas. Al terminar la II Guerra Mundial esperaba como todo el Exilio que se ayudara a España a recuperar la Democracia pero eso no llegó. Nació su hija y siguió ayudando a refugiados y los presos españoles a través de escritos denunciando la situación infame de las cárceles y también con la revista en el exilio de Mujeres Libres. Se trasladan a Francia y continúa comprometida. Vuelven a España tras el exilio viviendo en la comunidad Valenciana, Madrid y Sevilla, hasta su fallecimiento en 1999, con 94 años en Sevilla y está enterrada en el cementerio de Zahínos. No pude conocerla aunque a través de la familia, me llega su presencia y admirable fortaleza

En mayo de 2017 fui con su hija Hortensia al primer Homenaje en Zahínos a Suceso Portales Casamar, donde el Ayuntamiento por petición de una concejala de IU le pusieron, a la mañana siguiente, el nombre de Suceso Portales a una calle del pueblo. Acudimos por último a otro acto a Suceso en el cementerio y allí fue donde supe que a mi bisabuelo que era maestro, también lo habían asesinado, Francisco Portales Sirgado, pero no sabían ni la fecha ni donde estaría su cuerpo. Al regresar a Sevilla me puse a buscar a mi bisabuelo, con la triste emoción de otro nuevo desaparecido, y tengo que reconocer que no me fue fácil, tuve que buscar en muchos archivos hasta que un historiador me orientó a que buscara en el AGA, y aun así se demoraron en darme el DVD con sus datos más de 5 meses. Averigüé que lo habían hecho preso en Yélamos de Arriba por orden del tribunal de Depuración del Magisterio en 1940, estuvo en la cárcel de Brihuega y después en la prisión del Carmen en Guadalajara y la condena por rebelión del consejo de guerra fue de 20 años pero se quedó en 12 años, a cumplirla en el penal de la Isla de San Simón (Vigo) por tener 69 años, pero no llegó. En la cárcel Nueva de Valladolid, donde estaba de tránsito, le mataron el 18 de marzo de 1941. Un guardia le dio una paliza, por enseñar a leer a los presos (acción que se tenía prohibida). Aunque pone en la causa de su muerte insuficiencia mitral, un testigo presencial contó en el exilio a familiares cómo fueron los hechos. La fosa de pobres donde figura que lo arrojaron, no la han exhumado en Valladolid, dicen que se abrió y vació en el pasado, pero lo cierto es que no me lo dan por escrito y hay tumbas alrededor ocultando la fosa en el cementerio del Carmen parcela 89, donde le pude dejar unas flores por primera vez el 18 de julio de 2018. CNT Valladolid, con quien pude contactar al llegar por primera vez a la ciudad, ha organizado en dos ocasiones Homenaje a mi bisabuelo, el primero en octubre de 2019 con la publicación por parte de Rubén Fernández del librito familiar “El Maestro Libertario”, pues mi bisabuelo se afilia a CNT el 28 de julio de 1936. El segundo Homenaje fue también en el Centro Cívico Esgueva, antigua cárcel Nueva que pedí lo informaran así en la fachada pero aun no consta, con una placa en su interior, en la biblioteca del centro, en recuerdo al maestro libertario que allí fue asesinado, siendo el Ayuntamiento de Valladolid quien sufraga la placa que se puso dentro de dicho centro cívico, en la biblioteca, en julio de 2021.

Al terminar la Guerra, en Madrid se encontraba otra hermana de mi abuelo, la mayor, Hortensia Portales Casamar con su marido Julio Orol, ambos fueron encarcelados, ella era maestra y él joyero. Les obligaron para salir de prisión que firmaran la entrega de sus dos casas que poseían en Madrid y con la condición de exilio interior, al pueblo de uno de ellos, y decidieron irse a Zahínos.

Con sus hijos más jóvenes Luis y Juan, mi bisabuelo en 1941, se traslada a Sevilla y acaba viviendo en casa de su hija Luisa, ambas viudas. Después terminará yéndose a Zahínos con su hija mayor Hortensia y fallece en 1950.

En Sevilla los hermanos Juan y Luis colaboran en la actividad clandestina de la CNT siendo detenido Luis Portales Casamar. Consigue salir y es detenido en 1947, junto con su mujer, aunque ella es liberada al no estar implicada y estar embarazada, mientras que Luis vivió una larga condena que suma en total 18 años por las cárceles de Sevilla, Burgos, y redención de penas por trabajos forzados. Pudo salir en 1961 marchando a Francia y nunca más regresó a España, le visitó su hijo y posteriormente Luis falleció en 1989.

Juan Portales Casamar consiguió huir, dejando en Sevilla su mujer y su hijo recién nacido y entra en Francia aproximadamente en 1947, tampoco volvió nunca. Su hijo pudo visitarle, varias veces, conocer a la nueva familia en donde tiene dos, hermana y hermano, de padre. Juan murió en París en 1973.

He tenido la alegría de conocer a sus descendientes directos en su reencuentro en Sevilla en 2019.

Este es el relato sobre mi familia Portales, que con esfuerzo ha sido en parte rescatada del olvido y silencio hasta la fecha de hoy. He conocido a familiares descendientes y es un honor pertenecer a esta familia culta y honorable, que vivió con el anhelo de una mejora social, querían que se saliese del analfabetismo en general y de la falta de libertad en especial de la Mujer. Se adelantaron en el tiempo, fueron precursoras y precursores, les debemos la democracia en buena medida.

Gracias familia.

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