«Es un primer paso que abre el camino para que nos pidan disculpas», explica la hija de Francisco Javier Nuñez, tras reunirse con el secretario de Estado de Memoria Democrática.
Le forzaron a beber con un embudo aceite de ricino y una botella de coñac.
El Gobierno central reconoció ayer a Inés Núñez de la Parte «el daño injusto infligido» a su padre, Francisco Javier Núñez, el profesor de Matemáticas que murió en 1977 en Bilbao, a consecuencia de los abusos policiales sufridos. «Ha sido un primer paso que abre el camino para que el Estado nos pida disculpas. Que mi madre no se muera sin escucharlas», aseguró a este periódico Inés Núñez de la Parte, tras la reunión que mantuvo en el Ministerio de Presidencia, con el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, en un encuentro organizado por la Delegación del Gobierno en Euskadi. Además de las disculpas, pidió a Martínez que el Parlamento español organice un acto de reconocimiento a todas las víctimas de abusos policiales.
Núñez fue la última víctima de la semana pro-amnistía de 1977 en Bilbao. Tenía 38 años y aquel día se topó con una manifestación cuando regresaba a casa con su hija Inés de tres años y medio cogida de la mano. En ese momento, fue golpeado por la Policía en el entorno de su portal. Tras permanecer dos días en cama, acudió al juzgado a denunciar lo ocurrido. Allí dieron aviso a los dos agentes que le habían agredido. Le obligaron a entrar en una furgoneta en la que lo trasladaron y donde le forzaron a beber con un embudo aceite de ricino y una botella de coñac. Ingresó en el hospital y falleció unos días después.
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«Emociona e indigna»
Su historia «provoca un estremecimiento, a la vez que emociona e indigna», afirmó el delegado del Gobierno en Euskadi, el socialista Denis Itxaso, tras participar en la reunión en Moncloa, que, según aseguró, «ha servido para reconocer y mostrar empatía por el dolor de una familia que padeció injustamente un sufrimiento y un calvario» a lo largo del tiempo.
«El reconocimiento del daño que le causaron unos agentes de la Policía es una oportunidad más para avanzar de modo compartido en materia de víctimas, memoria y convivencia. Este tipo de atrocidades requiere de todos una memoria crítica, clara y honesta. Y eso necesariamente implica el reconocimiento del daño injusto que se infligió a Francisco Javier Núñez», abundó Itxaso.
El padre de Núñez de la Parte fue reconocido como víctima por la Comisión de Valoración que se puso en marcha tras la aprobación del Decreto de reparación de víctimas de abusos policiales, que elaboró el Gobierno Vasco del lehendakari Patxi López en 2012.
